El bajo una mano hasta su muslo y lo acaricio delicadamente antes de acariciar su sexo. Silvia contuvo la respiración cuando sintió que la acariciaba con movimientos lentos, tortuosos y suaves.
Clavo su cabeza en su cabello y aspiro la fragancia a fresas. Esa mujer tenía el mejor olor del mundo. Lamio el lóbulo de su oreja y sonrió al escucharla gemir con suavidad. Siguió acariciándola, haciendo pequeños círculos sobre su clítoris y la beso
.
-Estas húmeda y lista para mi, cher -gruño él en su oído. Noto en su voz un acento. Ella alzo sus caderas y gimió de frustración cuando Jorge se separo.
Le beso su plano vientre y mordisqueo sus muslos. El hizo que se recostara sobre el piano y sonrió ante la vista. Su pecho subía y baja con su respiración, como si no fuese imposible su pene endureció tanto hasta dolerle. Tenía que tomarla. Se estaba volviendo loco. Beso su monte de Venus y volvió a tomarla en brazos.
-Apuesto a que sabes tan bien como hueles, pero tendré que descubrirlo luego.
Salió de la biblioteca con ella en brazos y la dirigió hasta su habitación. La recostó sobre la cama y gateo sobre ella para darle un beso.
Cuando el saco de su bolsillo un preservativo y se removió para quitarse los pantalones, Silvia rio ante verlo tan desesperado. El levanto la vista.
-¿Que es tan divertido?
-Tu desesperación.
Jorge sonrió.
-No sabes cuánto necesito estar dentro de ti...Un escalofrió le recorrió todo el cuerpo al escucharlo. Luego un pensamiento le atravesó por la cabeza. Que pasaría cuando el... ¿Tal vez tendría que decírselo?
Cuando Jorge quito sus bóxers todo pensamiento desapareció de su cabeza. El sonrió al ver su rostro y le beso.
-Sigo dudando que seas un científico.
-Pues cariño créetelo.Se puso el preservativo y se acomodo entre sus piernas y la embistió con fuerza. El dolor se apodero de Silvia y algunas lágrimas salieron de sus ojos junto a un grito de dolor. Jorge se retiro asustado de ella y la miro incrédulo.
-Silvia, maldición. ¿Eras virgen?
Silvia asintió y el paso las manos por su cabello con expresión preocupada y maldijo.
-Te lastime, ¡maldición debiste decirme!Jorge limpio las lágrimas de los ojos de ella y acaricio su mejilla. Su preocupación y culpa le enternecía. Silvia sonrió, tenía que admitir que había dolido, siempre había escuchado que la primera vez lo hacía pero eso no impedía querer hacerlo.
-Lo siento... -el comenzó a retirarse hasta que ella toco su brazo.
-No, está bien, quiero hacerlo.
-Jorge, tu primera vez tenía que ser mejor que esto. No lo mereces...
-Yo decido hacer lo que quiera y te digo que estoy bien quiero hacerlo -demando ella.Jorge la miro, aun preocupado y sintiéndose como una mierda. Nunca se había acostado con una mujer virgen, la idea de que Silvia fuese la primera le daba escalofríos pero también un cierto aire de satisfacción al saber que ella estaba decidida en hacerlo.
-Por favor... -dijo ella mirándole con sus ojos verdes. El se inclino para besarle la frente.
-Si te lastimo solo dímelo, así podre parar.Silvia reprimió una sonrisa y asintió. Jorge volvió a acomodarse entre sus piernas y coló una mano en su centro para acariciarla. Introdujo un dedo lentamente y sintió como se tensaba, acaricio el clítoris con su pulgar e introdujo otro dedo dentro de ella.
-Relájate -le dijo a ella mientras seguía acariciándola rápido y luego lento. Cuando ella creía llegar al clímax el retiro los dedos.
Silvia comenzó a quejarse cuando el entro poco a poco en ella. El dolor todavía seguía ahí pero estaba segura que desaparecería al rato. El entro por completo y se detuvo un momento en su interior para que su cuerpo se acostumbrara. Ella contuvo la respiración cuando todo el dolor desaparecía convirtiéndose en placer. Un gemido ronco salió de su garganta y pasó sus manos por sus hombros. Jorge comenzó a moverse lento y suave, algo que él no acostumbraba a hacer, pero sentía la necesidad de hacerlo con ella. Era un idiota. Tuvo que preguntarle a ella si era virgen, pero claro, solo había pensado con su pene al verla. Menudo imbécil...
-Mas –jadeo ella alzando sus caderas. El la miro dudoso y comenzó a cambiar el ritmo. Las nuevas sensaciones se apoderaron del cuerpo de ella mientras una ola de placer la consumía por dentro. Jorge la beso mientras seguía moviéndose rápido en su interior, puso una mano en sus senos y los acaricio. Ella gimió y clavo sus uñas en sus hombros cuando ya sentía que estaba en la cima. Luego con un pequeño grito ambos se corrieron al mismo tiempo.
Jorge se retiro y la observo como su pecho subía y bajaba con su respiración aun agitada. Silvia sonrió y lo miro, luego sus parpados se volvieron cada vez más pesados y cayo dormida en la cama.
: No soy la autora, esta novela es adaptada, nada es real, solo son personajes.
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un mes de placer
RomanceSinopsis La venganza suele ser dulce y aún más cuando el deseo está por el medio. Pero cuando la lujuria y la venganza se combinan. Puede llegar a ser un poco peligroso, pero también excitante.. jorge Salinas un hombre apuesto y más que dispuesto a...