capitulo 35

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  La Ojiverde bostezo y se dirigió hasta la cocina para desayunar. Aunque la mayor parte del frío se encontraba en su cuarto quiso haberse puesto unos pantalones largos en vez de aquellos shorts de pijama. Sintió como su gata se frotaba contra sus piernas mientras ella caminaba, sonrió y la cogió entre brazos.

-Zafiro -acaricio su pelaje- Buenos días chica.

La gata ronroneo y se estiro entre sus brazos para luego volver a bajar y huir hasta la cocina.
Ella se apoyo en el umbral de la puerta y sonrió al ver a Jorge  agachado buscando algo en la nevera de su cocina. Con su mirada busco a Petra y frunció al ceño al no poder verla.

Silvia se mordió el labio y recorrió la espalda desnuda de Jorge. Tenía unos hombros anchos y una cintura estrecha haciendo un triangulo perfecto, podía ver sus músculos moverse junto a él y sintió sus dedos picar ante la necesidad de acercarse, acariciarlo y frotarse como si fuera un felino. Ahogo una risa ante la idea de frotarse contra el ¿Qué reacción tendría si lo hiciera?

Jorge se movió por la cocina mientras encendida la radio encima de la nevera, esta comenzó a sonar una canción que el conocía. Movía las caderas de una manera divertida junto al ritmo y cantaba la canción con un tono ronco y desafinado. Ella apretó sus labios intentando no reír ante su intento. Definitivamente la música no era su fuerte.

Rompió unos huevos y los puso sobre el sartén. El siguió cantando y se dio la vuelta para encontrarse con su mirada verde.

-Debería darte unas clases de canto, pareces un perro –le dijo burlona.

Ella le regalo una sonrisa la cual el devolvió. Se acerco a ella y atrapo sus labios con un lento y sensual beso.

-Buenos días -dijo a escasos centímetros de sus labios.
-Buenos días. -contesto ella y volvió a besarlo. Paso sus brazos por su cuello y lo atrajo hacia ella sintiendo sus senos aplastarse contra su duro y caliente pecho. El gimió y se separo.

-Que buena forma de saludar a las personas ¿lo haces siempre con todos? -le sonrió burlón y ella le golpeo el brazo y paso por su lado.
-Es extraño verte acá, pensé que pasabas todo el día en tu oficina...no pareces muy atraído al mundo exterior.

El hizo una mueca fingiendo estar ofendido.

-Gracias por creer que soy un desadaptado social.
-¡No me refería a eso! –rio- Digo que siempre estas más concentrado en tu proyecto que en otra cosa.
-No en realidad solo que quiero terminar con esto lo mas antes posible. Algunas personas pueden ser una espina en el culo -ella rio por el comentario- Además le di un descanso a Markus y Petra por Navidad, tenía que comer.
-Navidad es dentro de dos semanas -recordó Silvia.

El simplemente se encogió de hombros.

-Debo de tener una vena bondadosa, aunque me agrade Petra se que tiene mejores cosas que hacer que alimentarme y Markus... -se rasco la nuca y puso una cara pensativa- En realidad el chico ya lo estaba pidiendo, necesitaba arreglar algunos asuntos con su familia.

Ella observo como suspiraba y un brillo de tristeza se acumulaba en sus ojos .

-Debe ser lindo tener una familia -susurro. El corazón de Silvia dio un vuelco y quiso atraerlo y abrazarlo con fuerzas.

Lo entendía con perfección. La última vez que había tenido una Navidad feliz fue antes de que su madre muriera, hace 15 años atrás. Carraspeo y decidió cambiar de tema.
-¿Qué cocinas? Huele bien.
-Haré unos panqueques con huevos revueltos. ¿Tienes hambre?
Ella le sonrió coqueta.
-Siempre -el soltó una risa que hizo que se estremeciera.
-Bien, entonces ayúdame.

Bueno!!!! chicas es todo por hoy espero y les agrades!!!! 

un mes de placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora