No podemos ser amigas / We can't be friends

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Esta es la segunda semana sin clases para Poché. Está en su cama recuperándose de los golpes de Manon. Sus moretones estaban sanando bastante bien, pero sus 3 costillas rotas la estaban volviendo loca. En cuanto a los cortes y marcas en el rostro, supongo que como no los veía no le importaban.

Su historia con Calle la estaba llenando de cicatrices.

Elena le prohibió por completo relacionarse con Calle de nuevo. Pero Poché bien sabia que todo entre ellas estaba acabado.

Se sentía mejor. No hablo de los golpes sino de su estado en general. Estaba mejor. Ya no sentía que su pecho se hundía cuando pensaba en Calle. Tal vez el no haberla visto ayudaba bastante.

Christina iba a su casa cada tarde para ponerla al tanto de todo lo que ocurría en el colegio. "¿Qué sería de mi sin ella?", pensó. Otra cosa que también ayudaba era el hecho de que Christina no había mencionado el nombre de Calle en estas semanas.

Hasta esa tarde.

Christina: Me enteré de que Calle ya no está saliendo con Manon.

Ambas estaban en la cama de Poché. Christina le había traído un ejemplar de "El libro de los abrazos", que debía leer para literatura. Poché tenía la playera levantada y Christina estaba aplicándole una de las muchas cremas que usaba para que el dolor de los moretones no fuera tan fuerte.

Poché: Ya era hora. De todas formas me da igual.

Y era cierto. Ya estaba agotada de que su vida girara en torno a una persona que la había dejado tirada sin más. Si Calle quería arruinarse la vida estando en su casa y saliendo con esa matona, allá ella. En el momento en que tomó la decisión de tratarla de esa manera, dejó de ser su problema.

Christina: Me parece bien que ya no te importe tanto.

Se produjeron uno segundos de silencio incomodo hasta que Christina volvió a hablar.

Christina: ¿Crees que estarás bien para ir a mi fiesta? -preguntó colocando la playera de Poché en su lugar.

Poché: No lo sé, pero no quiero perdérmela así que lo intentaré.

Christina: Espero que para ese momento estés recuperada, es muy importante para mi que estés allí.

Poché: Prometo hacer todo lo posible.

Fue en ese momento, viendo a Christina hacer todas estas cosas por ella, cuando se dio cuenta de que era su persona favorita en el mundo. Es decir, estaba su madre, que también se preocupaba muchísimo, pero la diferencia era que, Elena tenía la obligación de hacerlo porque es su madre, pero Christina es solo su amiga, podría haberla dejado sola como hizo Calle. Pero no lo hizo.

Se quedó allí a pesar de todo.

Poché: Te amo.

Christina la miró sorprendida. Nunca le había dicho esas palabras. Poché se demoró un poco en entender el sentido que les había dado.

Poché: No en esa forma, boba -dijo riendo levemente, ya que reír demasiado hacia que sus costillas le recordaran que se habían partido -me refiero a que, eres la persona a la que más aprecio en el mundo, y no sé si alguna vez te lo había dicho. Además, teniendo en cuenta mi tendencia a estar al borde de la muerte cada mes, supongo que es bueno que te lo diga.

Christina rió ante el comentario final de su amiga, y sus ojos se llenaron de lagrimas.

Christina: No tienes que agradecerme. Es lo que las amigas hacen, tú lo harías por mi. Pero dejemos el sentimentalismo -dijo sonriendo y cambiando el tema -aunque no puedas moverte de la cama necesito que me ayudes con las cosas para mi cumpleaños. Sabes que soy un desastre.

Towards LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora