"No. No. No. No es posible. ¿Por qué el destino me odia tanto?"
Poché se ocultó detrás de una pared cuando la vio, su corazón golpeando contra su pecho.
Respiró profundo, y sin que esa persona la viera, comenzó a caminar hacia la recepción del salón, donde Christina recibía invitados con una sonrisa en su rostro.
Poché: ¿podemos hablar?
Christina: Estoy ocupada ahora, ve a divertirte, luego me dices.
Christina continuó haciendo pasar a los invitados que llegaban, ignorando a Poché. No podría dar un número exacto de la cantidad de personas que ya había dentro del lugar, sólo digamos que no era posible calcularlo con una mirada. Poché observó a su alrededor para asegurarse de no estar siendo vista y reclamó la atención de Christina nuevamente, tomándola por la muñeca y obligándola a mirarla.
Poché: ¿por qué Calle está aquí?
Christina se quedó petrificada en su lugar, de espaldas a Poché, como si acabara de ser descubierta con las manos en la masa.
Poché: aunque no te muevas puedo verte, lo sabes, ¿cierto?
Christina: Claro que lo sé -dijo enfrentando a su amiga -te dije que la invitaría.
Poché: ¿Por qué? No quiero tener que verla.
Christina: Poché, madura.
Sin más, se dio media vuelta y regresó al recibidor.
Suspiró pesadamente y al darse vuelta vio a Calle conversando con algunas chicas del instituto.
Intentando no ser vista, se dirigió a la puerta trasera del lugar para salir al exterior. Afuera había una gran piscina; algunos estaban sentados alrededor de esta, charlando con alguien más o simplemente disfrutando la vista. Otras personas estaban sentadas en los asientos de alrededor mientras bebían un trago.
Poché, en cambio, no quería ser vista, así que su mejor plan fue atravesar los arboles que rodeaban el parque y sentarse en el suelo a admirar las estrellas. Siempre le habían gustado las estrellas. Bueno, siempre le había gustado todo lo relacionado con el cielo.
El silencio era casi total, de no ser por la música proveniente de la fiesta que se escuchaba a lo lejos. Poché se permitió cerrar los ojos un instante, para pensar; o más bien para despejarse de todo lo que atormentaba sus pensamientos.
Pero, como siempre, el silencio no duró mucho.
-¿Por qué te escondes de mi?
Poché dio un pequeño salto en su lugar, y pensó que su corazón comenzaría a fallar de nuevo.
Poché: Casi me matas del susto -dijo llevándose la mano a su pecho.
-Lo siento. ¿Puedo sentarme?
Poché la observó con desconfianza; pero sabía que de nada serviría decirle que la dejara sola.
Poché: Claro.
Calle se sentó a su lado sobre el césped y observó las estrellas. Era una noche hermosa.
Habían transcurrido más de 5 minutos de silencio, y parecía un sueño que pudieran estar juntas sin que nada interfiriera.
Pero ambas sabían que tenían cosas que decirse.
Calle: Terminé con Manon hace unas semanas -dijo sin mirarla.
Poché asintió con la cabeza levemente, sin importarle si la veía o no.
Se creó un momento de silencio nuevamente, pero ya no era el buen silencio de antes, no, este era ese silencio incomodo que hace que comiences a rebuscar en tu cabeza por palabras que decir.
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Towards Love
FanfictionCuenta una leyenda; que todos nacemos con un hilo rojo, invisible, atado a la persona que amaremos por siempre. Sin importar el tiempo, el lugar o la circunstancia, el hilo se podrá estirar, contraer o enredar, a donde sea que nos lleve; pero nunca...