Capitulo 20

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Capitulo 20

-Recuerda llamarme si necesitas algo –dijo mi padre, quién me abrazaba fuertemente como si tuviera miedo que me desintegrara frente a él. Había estado más cariñoso desde que le habíamos dicho con Justin que éramos novios, me imagino que no debe ser fácil para él... su única hija está creciendo y tiene un novio mayor.

-Sí, papá –reí-. No te preocupes. Estaremos bien.

Me soltó y asintió con una dulce sonrisa. Papi, papi, papi... ¿por qué tardaste tanto en mostrarme que me querías? Me tendió mi bolso de mano, que había insistido en llevarlo, y luego se giró hacia Justin para despedirse de él.

-Estaremos encantados de que venga a visitarnos, señor –dijo Justin sonriendo, a medida que rodeaba mis hombros con uno de sus brazos.

-En serio, papá –le sonreí-. Si te sientes solo no dudes en ir a visitarnos. Dudo que al abuelo de Justin le moleste.

Mi padre nos abrazó una vez más y nos dio a cada uno un beso. Susurró en el oído de Justin algo que estaba segura que fue una advertencia parecida a "No lastimes a mi hija".

La risa de Justin me brindó mayor seguridad y tuve que contenerme para no comenzar a llorar en ese momento... Después de todo lo que había pasado en los últimos años, quizás pudiese volver a ser feliz. ¿Quién lo hubiese dicho?

-Vamos, amor –dijo Justin tomando mi mano-. Es hora de irnos.

Asentí con la cabeza y le permití que me alejara de mi padre, quién nos despedía con la mano y sus ojos llenos de lágrimas. Tenía unas enormes ganas de correr hacia mi padre y suplicarle que viniera con nosotros, es que hacía tanto tiempo que no me sentía querido por él que en el momento que todo cambió quería llevarlo conmigo a todos lados y no separarme de él ni por un segundo.

Estuvimos varios minutos esperando para poder abordar el avión, como siempre, teníamos que hacer un montón de papelerío, ir de acá para allá, pasar por debajo de los detectores de metal, llevar nuestras maletas para que no se pierdan y las suban en el vuelo correcto... Con todo eso no pude detenerme ni un momento a pensar.

No fue hasta que me senté en el avión que permití a mis ojos soltar todas las lágrimas acumuladas. Por Dios, odiaba las despedidas pero nunca creí posible que a la vez me sintiera tan feliz ante una. Había intentando con todas mis fuerzas, y lo había logrado, no llorar frente a mi padre ya que no quería que se preocupara de más por algo que no era del todo importante.

-¿Sucede algo, cielo? –preguntó mi hermoso novio, acariciando mi rostro.

Negué con la cabeza y él me dedicó una pequeña sonrisa. Estaba segura que estaba pensando que me había vuelto loca. Casi podía escuchar sus pensamientos... "¿Nada? ¿Segura? ¿Y por qué lloras? ¡Dime que no te has arrepentido!"

-¿Segura? –arqueó una ceja.

-Es que soy la persona más feliz del mundo en este momento –dije riendo.

Sequé mis lágrimas con el dorso de mi mano, ignorando la mirada de alivio de Justin, y seguí riendo como una completa loca. Me importaba una mierda lo que los otros pasajeros de primera clase –regalo de papá- pensaran sobre mí. ¡Era feliz y nada lo iba a arruinar!

-Te comprendo –dijo Justin-. Yo soy el hombre más feliz del mundo ahora que te veo sonreír.

Tomé su rostro entre mis manos y acerqué nuestros labios. Había deseado toda la mañana poder besarlo como era debido pero al tener a mi papá enfrente preferí no hacerlo.

Sus manos se posaron en mi cintura y me atrajo más hacía sí, sin importar lo incómodo que podía ser estando sentados con una barra de plástico separando nuestros asientos.

-Te quiero, Destiny-susurró contra mis labios.

Antes de que pudiese contestarle, estábamos besándonos nuevamente. ¿Por qué había esperado tanto para decirme esas dos palabras? ¡Todo hubiese sido más fácil! ¡Al diablo lo que la gente pensara! ¡Estaba enamorada de un chico más grande que yo! ¡y era jodidamente ardiente y dulce!

La voz del piloto a cargo llegó a nuestros oídos y derrumbó nuestro mundo de ensueño. Le sonreí a Justin, con todo el cariño que tenía dentro de mí y que me exigía a gritos que lo permitiese salir.

-Abrocha tu cinturón, bebé –dijo riendo-. No quiero que nada malo te suceda.

Asentí con la cabeza, sonriendo aún más si era posible, ante las palabras de Justin. Abroché mi cinturón tal y como él me había dicho y luego descansé mi cabeza en su hombro.

-Gracias, Derek... -susurré tan despacio que nadie pudo oírme


Say No More |Justin Bieber| |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora