Epilogo

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Epilogo

Desperté en medio de la noche, en algún momento entre las tres y las cuatro de la madrugada. Abrí mis ojos, sorprendida al sentir la calidez de los labios de Justin en la zona sensible bajo mi oreja.

-¿Qué haces Justin? -pregunté, sin siquiera moverme unos centímetros.

-Dándote tu regalo de cumpleaños -susurró, sin separar los labios de mi piel.

-Estas borracho, cielo. Vuelve a dormir.

-No lo estoy -dijo, y acto seguido paso su cálida lengua por mi cuello provocando que todo mi cuerpo recibiera una intensa descarga eléctrica.

Me quedé quieta, horrorizada con lo que acababa de suceder. No es que no deseara a Justin, porque diablos que sí lo hacía, sólo que me encontraba nerviosa. Okay, nerviosa era poco comparado a como me sentía en realidad.

-Justin... -murmuré, cerrando los ojos.

-Puedo parar si eso es lo que quieres -dijo, separándose de mi cuello.

Segundos después su mirada se encontró con la mía en la oscuridad de la habitación. Sus ojos tenían el mismo brillo de siempre y todo rastro de alcohol había sido eliminado de su organismo, o eso parecía.

Lo miré fijamente, debatiéndome en qué debía hacer. ¿Realmente quería que parara?

-No pares -susurré, asombrándome ante mis propias palabras.

Justin asintió, e inmediatamente sus labios hicieron contacto con los míos. Lento, en un principio, pero volviéndose más feroz a medida que le correspondía el acto.

Cerré mis ojos, disfrutando de la sensación que me invadió por completo. Llevé mis manos a su cabello, jugueteando con él mientras profundizaba el beso. Su lengua hizo contacto con la mía, y un gemido inesperado escapó de mis labios.

Mierda... ¿cómo había podido privarme de esto por tantos años?

-Avísame si quieres que pare -susurró contra mis labios, antes de subirse sobre mí sosteniendo el peso de su cuerpo con un brazo.

Llevé mis labios a los suyos, sintiéndome de repente más adicta a ellos de lo que siempre había sido, saboreando cada pliegue de los mismos y sintiendo todo lo que antes no había sentido.

¿Eso era la lujuria, acaso?

Mis manos cayeron sobre su espalda desnuda, admirando cada centímetro de piel como si mi vida dependiera de ello. Clavé mis uñas en ellas al sentir la manera en que Justin recorría con su lengua cada centímetro de mi boca.

-No hagas eso -susurró, antes de morder mi labio.

-¿Hacer qué?

-Clavar tus uñas en mi espalda.

-Lo siento, ¿te lastimé?

-No -rió, antes de depositar un tierno beso sobre mis labios-. Sólo es que me vuelve loco y provoca pensamientos en mí que no son aptos para menores de treinta.

Solté una pequeña carcajada y, acto seguido, volví a besar sus labios sintiéndome la mujer más dichosa del mundo. Esta sería mi primera vez, y realmente agradecía que fuera con Justin.

Sentí su cuerpo caer lentamente sobre mí, cuando su peso pasó de estar depositado de su mano a su codo en un intento de acercárse más a mí, y solté un leve gemido al sentir nuestras partes más íntimas comenzar a tener contacto por primera vez.

Abrí mis ojos de repente, cuando la mano de Justin bajo por mi pierna doblándola a su alrededor para luego subirla por la cara interna de la misma. Sentí mi corazón acelerarse y todos mis músculos se contrayeron ante el excitante contacto.

Say No More |Justin Bieber| |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora