Por la mañana no hicimos otra cosa que hablar y hablar. Les puse al día de absolutamente todo lo que sentía por Edurne y ellos me pusieron al día de su relación, de cómo lo llevaban y cómo estaban. Me alegro un montón de que estén bien juntos.
- Oye, yo empiezo a tener hambre eh... - dijo Hugo tocándose la barriga.
- ¡Wow! ¡Pero si es más de la una y media! - se sorprendió Cata.
- Anda, vamos a cocinar algo, parejita - me reí.
- ¿Qué vamos a comer? - preguntó Hugo.
- Tengo macarrones y la bechamel me sale para chuparse los dedos - dije abriendo los ojos - si os apetece...
- ¡Sí! - dijeron a la vez y sonreí.
Nos pusimos a cocinar y comenzamos a hablar de nuevo, nuca nos faltaba conversación.
- ¿Y dónde vais a ir mañana Edurne y tú? - dijo Cata.
- Pues no lo sé... Solo me ha dicho que vendrá a recogerme a las 10h...
Llamaron al teléfono, era mi madre y me tubo 10 minutos hablando, menos mal que aún no había empezado a hacer la salsa...
Mientras hablaba llamaron a la puerta y Hugo abrió.- Ey, Leo, hola - saludó Hugo.
- ¿Cómo estás, máquina? - le dijo mi hermano dándole la mano - Hola guapa - saludó ahora a Cata con dos besos.
Me miró levantando mas cejas y señalé el teléfono mientras le vocalizaba 'M-A-M-Á', para que supiera con quien hablaba.
Cuando mi madre por fin se quedó tranquila, nos despedimos y saludé a mi hermano. Menos mal que había discutido con Edurne... Si llega a venir mi hermano de sorpresa y se encuentra a Edurne en casa... hubiese sido muy raro y difícil de explicar.- ¿Qué haces aquí? - me interesé.
- He ido a recoger un paquete a correos y de paso vengo y me aseguro de que estés bien - me sonrió y yo le abracé.
Leo se quedó un rato más conversando con nosotros y cuando la comida estuvo hecha, se fue a su casa. Le invitamos a comer pero nos dijo que tenía visita esa tarde y tenía que prepararse. Vaya... así le llaman ahora... tengo que preguntarle sobre su vida sentimental urgentemente...
Cuando terminamos de comer a Cata se le ocurrió una idea magnífica.
- Oye, ¿por qué no le preparas algo de comer a Edurne y la invitas mañana?
- ¿Y a qué hora se supone que tengo que levantarme? He quedado con ella a las 10h...
- Pero lo hacemos esta tarde entre los tres, tonta. Y lo dejas en la nevera hasta mañana.
- No lo sé... ni siquiera sé si querrá seguir hablándome...
- Bueno, si es tan tonta como para eso, tranquila que aquí está el tete Hugo para venir a comérselo todo - dijo relamiéndose los labios.
- ¿Cómo puedes pensar en comida todo el día? - yo estaba pensando lo mismo que Cata y Hugo solo se encogió de hombros.
Comenzamos la preparación y después de dos horas, por fin lo terminamos. Gracias a ellos conseguí preparar el mejor estofado de carne con verduras que había cocinado nunca.
- ¡Qué buena pinta, chicos! - dije sonriendo.
- Buah... ya ves... - dijo Cata mirando el resultado de tanto trabajo - si resulta que al final Edurne es tonta, yo me vengo con Hugo para ayudarte a comer, eh - y reímos los tres.
- Sois los mejores - y les abracé fuerte.
Estuvimos jugando a la play todo lo que quedaba de tarde y encargamos unas pizzas para cenar mientras veíamos la quinta película de Harry Potter, mi favorita.
Cuando terminó, nos fuimos a la cama, Cata y Hugo iban a dormir en la habitación de mi madre tal y como ella había ordenado. Bueno... más o menos... ella dijo que Hugo durmiese en mi cama y nosotras lo hiciéramos en la suya.