Capitulo 37

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Elevé mis pies descalzos al aire mientras me encontraba recostada en ese sofá y miraba al techo sin decir nada, aun cuando el par de ojos frente a mí me examinaban curiosamente y aguardaban por verme hacer algo más. Ese chico, Andrew Watson. Estaba justo ahí, sentado a mi lado y tenía mi cabeza en su regazo. Acariciaba mi cabello entre sus dedos y en ocasiones se inclinaba para dejar un beso más en mi frente o en mi mejilla o más cerca de mis labios.

Y quizás la sensación no era similar a la que Harry me proporcionaba, pero sin dudas me hacía sentir tranquila por un rato.

Realmente no tenía excusas para seguir ignorando a ese chico, excepto por la única razón válida.

Extrañaba a Harry y en verdad deseaba verlo, pero habían pasado meses desde la última vez en que recibí sus cartas y ahora me hacía sentir tan poco amada.

Si el amó, entonces debió luchar por mí, pero prefirió defender su orgullo y su buen nombre primero.

Ningún hombre que se respetara, robaría la hija de otro hombre, a no ser que no le importase el peligro y amara ciegamente a la chica.

En ese caso yo no tuve tanta suerte.

Y al pensarlo, las lágrimas brillaban en mis ojos.

Estaba cansada de desearlo en vano, había sido así desde el día mismo en que lo conocí. Nunca antes puse a nadie antes que a él, siempre lo adore en secreto, siempre lo amé como al único hombre en la tierra y en mi mundo, pero ahora, tan lejos, tan rota, estaba exhausta. Estaba harta de rogarle a la vida por una oportunidad, estaba cansada de esperar a Harry Styles y mientras el tiempo seguía pasando nosotros nos hacíamos más distantes.

En algunos meses más yo volvería a mi ciudad en Londres y ciertamente estaba segura de que mi padre trataría de darle mi mano en matrimonio a Nash G.Ward. Pero yo no lo permitiría.

Si iba a ser forzada a casarme con alguien que no fuera Harry, al menos deseaba hacerlo con alguien que me recordase a él. Alguien que yo eligiese y que pudiese tomar su lugar para que no lo llorara tanto. Aunque ciertamente sería imposible no llorarlo.

-¿En qué piensas, muñeca?— la voz suave de Andrew me hizo cosquillas en el oído y yo giré ligeramente la cabeza y él aprovechó el momento para hundir su rostro en mi cuello y besarme.

-En unos meses volveré a Londres y no planeo volver aquí— susurre y el chico se detuvo por un momento para mirarme.

Lo observe directamente y por fin decidí dejar a un lado el dolor para poder seguir con mi vida. No podía dejarme morir, no podía seguir esperando a Harry porque el ni siquiera estaba dispuesto a volver por mí. Él mismo lo había dicho y pronto el tiempo se terminaría.

Debía elegir entre una boda forzada con Nash G.Ward o una oportunidad con Andrew Watson, quien al menos era más simpático y más parecido a Harry.

Así que sin más preámbulos, lleve mi mano a su mejilla y lo acaricie dulcemente, aguardando que al aceptar mis planes.

-Ven conmigo a Londres— le rogué y él sonrió inclinándose para rosar su nariz con la mía.

-Iría contigo hasta la luna, cariño— me dijo y yo cerré los ojos para darle una oportunidad sin más excusas.

Me había resistido por varias semanas, pero ahora no diría nada más, y el lo había notado, así que no demoró en llevar una de sus manos a mi nuca para fundirse pronto a mis labios y besarme como nadie nunca lo hizo, excepto Harry.

Ese fue nuestro primer beso y no podría decir que no lo había disfrutado.

-NARRA HARRY-

El libro de Alice pronto se había convertido en una locura mundial y yo estaba sorprendido. Simplemente no podía creer que hubiera obtenido tal logro.

Mi Musa Rebelde ❁Harry Styles ❁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora