Observe con sosego los frutos y flores rosas que caían de los arboles en dirección al agua, flotaban al aire por unos instantes y luego se convertían en parte del reflejo cristalino en el que nuestra canoa flotaba.
Observe con curiosidad a mis acompañantes. Maddey miraba la deriva, parecía tan aburrida como yo, mientras Harry por su parte no aportaba nada interesante.
De hecho, por un breve instante pude suponer que el se entretenía contando las florecillas del cerezo y las ramillas del abeto que ahora flotaban en el estanque.
Su manera de distraerse y desconectarse del mundo y su rededor era siempre tan admirable, cada detalle de el era extraordinario, incluso cuando estaba ahí sin moverse, con la vista perdida, la barbilla apoyada de la palma de la mano y silbaba con un bajo decibel, dándome la sensación de estar escuchando a un petirrojo.
Yo adoraba a los petirrojos, y por supuesto también adoraba a ese sujeto encantador.
Sin percatarme, le observaba sin desistir, analizaba su estado de quietud y serenidad y dios sabe que pude haber muerto ahí entre suspiros, de no ser porque de pronto sus intimidantes ojos verdes volvieron a mi, percatándose de la forma en que lo miraba de forma tan descortés.
Aparte el rostro rápidamente después de haberle visto regalarme una afable sonrisa que me llego como un cosquilleo traicionero directo al estomago.
-Estoy tan aburrida- suspire, en un intento por iniciar una temática de conversación, al menos en torno a nuestro fastidio.
-Pues hay una fiesta ahí mismo, señorita- dijo el chico, invitándonos a ceder de una vez para volver al lugar donde los invitados reían entre si. Pero yo sabia que tan solo estaban siendo comprometidos a hacerlo. Estaba segura de que la conversación era aburrida y tediosa. Política o modas absurdas.
-Prefiero morir aquí- bufe y Harry soltó una risotada, tirando la cabeza atrás al recargarse del borde de la canoa, estiraba su cuerpo y yo me tomaba un segundo tan solo, para permitirme apreciar la musculatura de su cuerpo que podía apreciarse aun por debajo de esa camisa suya.
¡Cielos! Por un segundo desee fisgonear por debajo de esas telas y tejidos para palpar con mis propias manos la calidez de su piel, pero pronto me deshice de tal atrevida idea.
-Debimos traer un libro- pensó mi hermana, quien tan distraída como antes, veía el vacío, mientras ahora, Harry y yo nos mirábamos fijamente y sonreíamos al mismo tiempo.
-Recuerdo que el joven Styles tiene un asombroso don para improvisar poesía fantástica- alardee y el castaño volvía a reír, negando ligeramente con la cabeza.
-No quisiera decepcionarla mi lady, pero fue hace largo tiempo, cuando usted era solo una niña y consideraba cualquier cosa como asombroso y fantástico- dijo con modestia, sabiendo que quizás ahora yo podría ser mas exigente, pero estaba equivocado.
Recordaba que un par de ocasiones, varios años atrás, durante mi niñez, estando justamente en esa canoa, Harry solía entretenerme como un bufón, decía chistes y recitaba algunos poemas sin mucho sentido, en todos ellos hablaba de dragones, guerreros y doncellas, pero eran breves y como dije antes, sus rimas casi nunca tenían coherencia alguna, sin embargo yo me divertía escuchándolas. Eran tan solo cortos poemillas que siempre me fascinaron.
-¿Por qué no lo intentas? Tal vez una historia, vamos, al menos una pequeña, yo me conformo fácil- parlotee y ahora Maddey era quien reía divertida por la forma en que mi frase podría darse a malas interpretaciones.
Pero Harry ahora me observaba con atención y sonreía, de aquella forma que me demostraba que estaba interesado en mi invitación.
-Tu sabes cuanto adoro los cuentos de hadas- murmure, y por supuesto eso también era algo que Harry sabia perfectamente. El de hecho, en el pasado, siempre supo que para consentirme o hacerme feliz, tan solo debía llegar con libros de cuentos entre los brazos y yo pasaría el resto de la tarde leyéndolos todos.
Siempre fui soñadora, eso era algo que hasta la fecha conservaba como parte de mi personalidad.
-Bien- cedió de pronto y el silencio perduro por unos segundos mientras mi hermana y yo aguardábamos ansiosas por escucharle comenzar.
Harry divago por tan solo unos segundos. Nunca podría olvidar la forma tan simple en la que regreso la vista a uno de los arboles de frutos y flores rosas y luego, una vez mas, se centro tan solo en mi, para dar inicio a una serie de palabrerías que me harían caer totalmente enamorada:
-"En la cálida tarde de este día, la barca se desliza lentamente, y es muy grato dejar vagar la mente, por el reino de la fantasía.
Un cuento que me pides, niña amada, y voy a complacerte, así que quedáis callada y escucharás de mis labios el relato.
Largo será. Pero es cierto que este rato, de cuentos y de hadas, quedaras encantada.
Y yo me vuelvo niño al consentirte, princesa. Huyendo de la vida verdadera.
Un hermoso país desconocido. Sumergido bajo tierra. Donde una pequeña niña de nombre Alice. Se escapa escurridiza de los ojos de su hermana. Al correr rápidamente tras un conejo blanco y gordo. Lentes de montura y un reloj en una pata, tic tac, tic tac. Las aventuras subterráneas de Alice llegan luego. Cuando esta pequeña traviesa rueda y rueda. Como las manecillas del reloj, cuesta abajo. Cayendo en la madriguera de un conejo astuto. A un mundo tan maravilloso como absurdo. Esta historia se llamara, Las aventuras subterráneas de Alice"- sonrió al decir lo ultimo y yo apenas podía corresponderle, apenas podía creerle que todo aquello había salido tan rápido de su propia mente. Era simplemente maravilloso.
Para quienes no lo sepan, en un principio Lewis Carroll tituló la historia como: "Las aventuras subterráneas de Alice", pero al convertirla en un libro, decidió cambiarle el nombre por Alicia en el país de las maravillas. Y todo lo que leyeron es cierto. Carroll invento la historia de Alicia de forma improvisada en solo cuestión de minutos, una tarde en que llevo a Alice Lidell y a sus hermanas a remar en un bote, como lo hacia cada determinado tiempo. Y también como en este capitulo, Carroll también solía inventar poemas para Alice, como el de "Jabberwocky", que es sobre un dragón y un niño cazador. Este poema fue uno de los más famosos y luego el dragon fue tomado como parte de la historia de Alicia en el pais de las maravillas. Es el dragon al que Alicia debe cortarle la cabeza.~Isa-S~
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Mi Musa Rebelde ❁Harry Styles ❁
Fiksi PenggemarInspirada en la historia real tras el cuento de "Alicia en el país de las maravillas." ¿Quien fue la verdadera niña del vestido azul? [Novela ORIGINAL con Harry Styles] ~Isa-S~