Me quedé muda, boquiabierta frente a él y lo único que salió de mi fue abalanzarme hacia él y abrazarlo con toda la fuerza que tenía. El también me abrazó. Fue un momento hermoso. Hasta que en medio del abrazo divisé una araña en el hombro de Peter y ambos entramos en pánico cayendo al suelo sin poder dejar de reír.
Cuando subimos al bus ninguno de los dos dijimos palabra alguna. No había nada más que decir.
Baje del bus y me dirigí a mi casa. A reponer energías. Mi casa no tenía otro fin más que el de comer y dormir.
Al día siguiente me desperté más tarde de lo normal. Llegaba tarde al colegio así que decidí ir caminando a la escuela, aunque más que caminando fue corriendo.
Cuando estaba a unas cuadras del colegio sucedió algo que demostraba es su máximo esplendor la mala suerte que tengo.
Me tropezé con una baldosa suelta que había y caí hacia atrás raspando mis manos y mis codos. Eso no fue lo peor. Después de limpiarme la tierra de mi uniforme y revisando mis heridas por si había algo grave vi que alguien extendió su mano para ayudarme y yo sólo la agarré. Al ver hacia arriba lo vi. Era el chico que tanto me hipnotizaba. Me paralicé. No sabía que hacer, sólo corrí, sin decir palabra, huí de ese momento.
No fui al colegio por miedo a que Pat me haya visto y trate de molestarme de nuevo.
Volví a mi casa y me quedé allí. Estuve todo el día pensando en lo que había sucedido. Quería reír pero el miedo y la vergüenza me superaba.
Trate de estudiar para olvidarme de lo sucedido pero no funcionó, cada vez que me concentraba volvía a mi cabeza la imagen del chico ofreciéndome ayuda.
Al día siguiente entré más que temprano al instituto para evitar cruzarme al chico de nuevo. Por desgracia no fue muy buena idea. Al llegar al salón de clases los únicos que estaban eran Pat, algunas de sus secuaces y otros chicos más del curso.
Entré mirando el suelo y me senté en mi lugar. Al mirar hacia arriba vi que las "chicas pesadilla" me observaban mientras cotilleaban. La verdad me gustó mucho ese término para nombrarlas, les hace juicio.
Como estaba acostumbrada a ello lo ignoré y empecé a leer libros en mi celular. Amaba esa aplicación. Podía hacer lo que más me gustaba en todas partes. A veces leía en el bus, antes de dormir, después de despertarme, básicamente leía todo el día.
Cómo estaba tan sumergida en un poema sobre amores y corazones rotos, no noté la presencia de las "chicas pesadilla" detrás de mí. Al voltear ellas se fueron rápidamente entre risas y choques de manos. Me pareció demasiado extraño, las ignoré y seguí leyendo.
Al agarrar nuevamente el celular vi en el vidrio de éste mi reflejo. Habían cortado mi cabello. Pero no habían cortado todo, sino que habían cortado mechones al azar, dejando mi peinado totalmente destrozado.
Las miré llorando, recogí mis cosas y volví a mi casa. Ya iban dos días que no iba a la escuela. Obviamente esa maldad fue por la caída del día anterior.
Estaba en mi cuarto llena de impotencia y tristeza, pero aún así no solté nada más que las lágrimas que me cayeron en el momento que las vi, riéndose de mi sufimiento.
Las "chicas pesadilla" no merecían ni una más de mis lágrimas.
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Una Chica Más Que Enamorada©
Teen FictionTodos estuvimos enamorados en algún momento, yo te invito a ver más allá de las mariposas en la panza que uno siente. Cover hecho 100% por mi. Todos los derechos reservados, prohibida su copia y adaptación.