Me llamo Alicia, aunque nadie me llama así, sólo mis familiares. Todos los chicos desde la primaria hasta los que va de la secundaria me inventan apodos como "chica monstruo" "fenómeno" "misterio de la naturaleza" "abominación" entre otros peores que no deben ser nombrados.
Nunca tuve amigos, siempre era la chica rara que nadie quería como amiga sólo por el hecho de que cualquiera que me hablase sería igual de raro que yo.
La escuela siempre fue un tormento para mí. Todos los años mis padres me cambiaban de escuela.
A demás de todo lo que sufría en la escuela luego se le sumaba que al llegar a mi casa mis padres siempre peleaban. Vivían gritándose por cualquier problema que surgiera, ya sea algo pequeño y tonto o algo terrible.
Viví el divorcio de mis padres a los 6 años. Todas las noches veía a mi madre llorar. No entendía por que lloraba hasta que cuando tuve más edad ella me lo contó.
Mi padre luego de firmar los papeles del divorcio simplemente desapareció, jamás nos dio ni siquiera una mísera moneda, nada. Mi madre trabajaba todo el día, desde que el sol salía hasta que se escondía. Jamás tuve un momento para charlar con ella, para contarle lo que me sucedía, lo que sentía. Cuando ella llegaba sólo iba a dormir. Mientras yo me crié con la mujer que limpiaba. Se llamaba Miriam y ni siquiera hablaba muy bien el español.
Después de mucho tiempo de crisis todo pasó. Con mi madre nos mudamos de ciudad, todo fue diferente.
Como era de esperarse mi madre comenzó a salir con hombres. Fue horrible para mi. Veía como buscaba al hombre ideal que nunca iba a encontrar si buscaba en páginas de citas online. Hasta que conoció a un chico unos años menor a ella, algo muy horrible para mi por cierto, pero que en serio la amaba. Fue un alivio para mi, por fin se había alejado de esos sitios patéticos de internet.
Al cabo de unos meses mi madre lo dejó. Sintió que ya no era lo mismo con él. Así que decidió acabar con todo.
Aquél hombre no se lo tomó muy bien. Empezó con llamadas a todo momento pidiendo perdón y llorando esperando que ella vuelva con él. Después empezaron las cartas y regalos frente a nuestra puerta. Eso fue por unos meses, después comenzó a seguirnos. Me seguía hasta la escuela y observaba todo lo que hacía y con mi madre hacía lo mismo. Cuando trató de golpear a mi madre después de seguirla en su auto hasta nuestra casa decidió que no podíamos quedarnos allí, así que nos mudamos de ciudad. De nuevo.
Así llegué al instituto donde ahora voy. Espero no volver a mudarme. En serio amo éste lugar. Amo a mis amigos. Amo no ser un año más la "chica monstruo" para todos en el colegio.
Volviendo a mi pasado, los chicos. Nunca había hablado con un chico, ni había estado cerca de uno sin que me insulte. Menos aún un novio. Creo que en un futuro voy a ser una anciana excéntrica con docenas de gatos.
No es un futuro muy malo si nos ponemos a pensar. Vivir sola es igual a no divorcio, no problemas, no discusiones, no preocupaciones.
Aunque si quiero verme en un futuro con alguien es con el chico de ojos miel. Ese chico me hipnotiza con sólo parpadear. Lástima que le prestaba atención a la rubia superficial y tonta de Pat, que tenía el lujo de sentirse superior a todas las demás.
Creo que algo que causa que no puedo hablar con él ni con ningún ser humano que se me cruce es mi timidez extrema. Desde chica que soy así. Mis padres pensaron que era autista, pero no lo era. Me mandaban a mil psicólogos y no había caso.
Hasta que en un momento me llevaron al Dr. Pillot. Fue un milagro. Comencé a hablar. No sentía tanto miedo a hablar. Comencé con mi familia y mucho después con algunos chicos de la escuela. En ese momento yo iba a 2 grado de primaria. Recuerdo muy bien, tuve mi primer amiga. Se llamaba Catty y era callada como yo. Éramos inseparables hasta que yo me mudé. Fue decepcionante. Al cambiar de ciudad y perder a mi única amiga volví a enmudecerme.
De nuevo los psicólogos. Era una tortura. Ahora mi salvadora fue la Dra. Britch. Me ayudó mucho. Ahora teniendo más edad le contaba todo lo que me sucedía y ella me aconsejaba. No le contó nada a mi madre como yo le había rogado que hiciese. La quería mucho. Fui a su estudio hasta que fui adolescente. Hasta que volví a mudarme. Y otra vez mi vida se derrumbó. Pero ahora sabía como seguir adelante gracias a ella.
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Una Chica Más Que Enamorada©
Teen FictionTodos estuvimos enamorados en algún momento, yo te invito a ver más allá de las mariposas en la panza que uno siente. Cover hecho 100% por mi. Todos los derechos reservados, prohibida su copia y adaptación.