Una Chica Más Que Enamorada©

#13

En sólo unas horas toda mi vida se había dado vuelta. El chico del cual estaba enamorada resultó ser uno más de los chicos que me molestaban y mi mejor amigo tal vez era algo más que éso.

En serio estaba muy confundida, todo era un caos. ¿Qué pasaría después de ése beso?¿Debería contarle a Luna?¿Dejaría de tener dos increíbles amigos ahora? Solo podía pensar en éso.

Estaba en mi cama sin poder dormir, daba vueltas y por cada vez que cerraba los ojos para intentar descansar más preguntas surgían en mi cabeza. Todo había dado un vuelco de 360 grados.

Aún no podía creer que Dylan me haya hecho éso. Nunca me sentí tan herida como esta vez. Debo dejar de pensar que mi vida va a cambiar, lo único que logro haciendo éso es arruinarla aun más.

Me desperté en la mañana gracias al irritante despertador. Me cambié, desayuné y partí al colegio. En el camino solo miraba la acera. Mi mente estaba en blanco, la noche anterior ya había pensado en tantas cosas que ya no sabía en que más pensar.

Llegué al instituto y entré a mi salón. Estaban las "chicas pesadilla" y algo que me sorprendió es que Peter no estaba ahí. El siempre estaba allí cuando yo llegaba porque el siempre entraba al colegio mucho más temprano del horario que debíamos cumplir.

No le di importancia y sólo me senté y esperé a Luna. Obviamente estaba por darme un ataque de pánico ya que me encontraba sola con las personas que destruyeron mi peinado y mi vida. No dejaba de mirarlas, cada movimiento. Para que no lo noten a veces bajaba la cabeza y miraba de reojo, no quería que crean que las estaba desafiando al mirarlas fijo.

Ese día me senté junto a Luna. Fue una gran idea ya que debía contarle sobre el beso.

Dudé mucho en contarle o no, pero me pareció lo correcto. Era mi mejor amiga y no podía ocultarle nada.

- Oye Luna... - Dije ruborizandome y mirando como mis manos se entrelazaban y los dedos jugaban entre sí.

- ¿Que sucede? - Dijo extrañada.

- Hay algo que debo contarte. - Dije subiendo la vista a sus bonitos ojos claros - El otro día, el que sucedió "eso", yo... - me pausé, mi garganta se había cerrado y no podía terminar la frase - yo...

- Tú qué mujer, estás matándome con la intriga - me interrumpió y me sujetó de los hombros.

- yo... be... Solo quería agradecerte, ya sabes.. Por ayudarme y estar ahí - No sabía por que había hecho éso, fue como que mi cerebro no dejara que hablara por mi cuenta y controlara mi boca.

- No hay problema, tu eres mi mejor amiga, siempre voy a estar para ti como tu para mi - Dijo sonriendo.

No podia creer lo que había hecho, mi oportunidad estaba arruinada. Que torpe, me sentía como una idiota. ¿A que clase de persona se le ocurre hacer éso? Solamente a mi.

Luego de un rato Peter llegó. Nos sonrió a ambas en modo de saludo y noté como me miró especialmente a mi. Luego de habernos besado, a demás de no haberle hablado no me senté en mi lugar, que es junto a él. Solamente rogaba que no piense que se arruinó todo entre nosotros, me importaba más perderlo como mi mejor amigo que perder la oportunidad de tener novio.

Ese día fue por demás aburrido, hasta me pregunté si las "chicas pesadilla" me harían algo para hacer que sea un poco más interesante.

Cuando por fin, luego de tanta espera, sonó la campana de fin de clases salí fuera de la escuela. No me decidía si debía volver caminando o en bus. Tal vez Peter quería hablar conmigo, asi que decidí ir en bus.

Al llegar a la estación él estaba allí. Se había sentado en el borde de la acera, y estaba a punto de sacar un cigarrillo. Al verme lo guardó de nuevo, odio que fume y él lo sabe, por eso no lo hace cuando esta conmigo, es un detalle algo lindo.

- Hola - Dije con una leve sonrisa.

- Hola Ali - Dijo el también sonriendo.

Ambos nos quedamos callados, fueron unos minutos de silencio incómodo hasta que.

- No quiero que sea todo raro entre nosotros. Si no quieres que pase nada entre nosotros por favor dilo, no cortes nuestra amistad. - Dijo poniéndose frente a mí.

- No te preocupes, no vas a deshacerte de mí tan fácil - Dije soltando una risilla.

Él tambien río. Luego nuestras risas se transformaron en sólo sonrisas y luego en miradas. Quedamos observándonos. Sus ojos café me dejaban ver lo que sentía. Se acercó a mi lentamente y me tomo de la cintura. Yo jamás había tenido un contacto así con un chico estaba por demás nerviosa y ansiosa, siguió acercándose a mí hasta que me besó. Fue aún mejor que la última vez. Quería que nunca terminara, era una sensación extraña y reconfortante.

Nos separamos y él me abrazó. Yo también me uní al abrazo y me susurró un "Me gustas Ali" que provocó que un escalosfrio me recorriera toda la espalda. Fue un momento muy bonito. Me sentía especial, me sentía alguien.