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Mi madre entró a mi habitación, al verme y darse cuenta de que no estaba en el colegio tuve que contarle lo que sucedió. Ella insistió en cambiarme de escuela y hablar con el director, pero me nuegué. No quería ni tener más problemas, ni abandonar a mis únicos amigos.

Al día siguiente mi madre me llevó al colegio. El día anterior ella también me había llevado a retocar mi cabello para no parecer un monstruo, no quería más apodos nuevos. Estaba muy agradecida con ella, me ayudó mucho después de lo que pasó.

Al entrar al salón vi los rostros de satisfacción de las "chicas pesadilla" y la cara de sorpresa de todos los demás.

Obviamente tuve que contarles todo lo sucedido a Luna y Peter. Ellos estaban más enojados que yo.

- No pueden tratarte así - Dijo Luna queriendo pararse para enfrentarlas y yo frenándola. No iba a dejar que también le hagan esas cosas a ella.

- Luna tiene razón no pueden salirse con la suya, pero no hay que precipitarse - Dijo Peter también agarrándola de un brazo para detenerla.

Luego de planearlo a la perfección, decidmos vengarnos de ella. La broma fue un éxito. "Por accidente" un cartucho de tinta fue a parar a la silla de Pat y "por accidente" ensució toda su pollera gris. Nos reímos muchísimo después de que ella saliera gritando al baño.

Cuando salí del colegio decidí volver caminando. Caminar me deja pensar mejor. Mientras iba hacia mi casa volvía a mi mente la broma de la tinta y me reía sola mientras lo recordada. Estaba muy feliz de que mis amigos me ayudaran, al igual que mi madre. Por fin sentía que me querían.

En cierto momento escuche una voz. Era muy masculina y suave. Me llamó mucho la atención y al escuchar lo que dijo volteé.

- Hola - Dijo el chico que me ayudó cuando caí - Soy Dylan y tu?

- Ho...Ho...hola... - Dije poniéndome completamente roja y mirándolo como si fuera un fantasma.

- Gusto en conocerte Hohola - Dijo emitiendo una risita muy linda.

También sonreí y le dije - Soy... Ali.. Alicia.

- ¿Como estas después de la caida?, no puede preguntarte si te habías hecho daño porque corriste sin darme tiempo de hacerlo.

- Bien, sólo me caí - Dije mirando el suelo mientras caminábamos.

- Que bueno - Dijo él también mirando el suelo.

Después de hablar mucho, Dylan me contó mucho de él y yo algo de mí. Por supuesto yo casi no hablé porque ya que era tímida esto me sobrepasaba. Hasta que en un momento él dijo algo que me dejó atónita.

- Oye, el sábado, quieres... Ya sabes, ¿ir a algún lugar?

- No... No sé - Mi cabeza estaba en una guerra entre aceptar y rechazar la invitación. Por una parte pensé que era la oportunidad de mi vida y por otro pensaba en Pat.

- Vamos, sólo una salida a una plaza o algo

- Está.. Está bien - Dije resignándome.

Después de organizar como sería todo, nos despedimos, ya que el debía doblar en otro camino. Yo seguí para mi casa con una sonrisa enorme que no se iba de mi cara.

Al llegar a mi casa lo primero que hice fue preparar mi ropa y todos los detalles para el sábado. Era Jueves y aún faltaban dos días pero estaba muy ansiosa.

Una Chica Más Que Enamorada©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora