Me quedé unos segundos en el baño, viéndome. Lo único que veía era una princesa sin castillo, un ganador sin el premio, era un vencedor vencido. Sentía que ya todo estaba destruido. Todo lo bueno que me había pasado hasta ahora fue sólo un sueño.
Me tranquilize y fui a clases. Entré tratando de disimular mis emociones. Me senté y todo lo que dije en el día fue un simple "Hola" hacia Luna y nada más. No hable con ellos, ni con nadie. En el almuerzo no fui al comedor para evitar cruzarme con el hermoso chico.
Fue como un día muerto.
Al terminar las clases me dirigí a mi casa sin interactuar con nadie en el camino.
Cuando estaba a punto de salir de la escuela la chica rubia me alcanzó y me habló.
- Buena chica. Te has portado muy bien hoy - Dijo riéndose mientras se iba por el camino opuesto.
Yo sólo la mire con una mirada fulminadora y seguí con mi camino. Esa chica me estaba arruinando la vida.
Mientras iba a esperar el bus vi que alguien se adelantaba y comenzaba a caminar junto a mi. Yo no levante la cabeza hasta que escuche una voz que me pareció muy conocida.
- Hola - Dijo Peter agarrando mi mano para frenarme.
- Hola - Dije lo más seco posible para que no sea necesario decirle que no quería hablar con nadie.
- Escuchame. Yo vi todo. Vi lo que te hicieron esas idiotas en el baño, y traté de ayudarte pero cuando intente entrar, Michelle, no me dejó entrar y trabó la puerta.
- ¿Michelle? - Dije sin apartar la vista del piso
- La amiga de Pat, la chica rubia.
Ahora sabía como se llamaba, Pat. La chica de cabello dorado que transforma en un infierno mi vida en la secundaria. Sólo fueron 3 días y aún así ya quería que pasaran esos 5 años para poder irme de allí.
- ¿Estas bien? - Dijo Peter volviéndome a la tierra.
- S..si, gracias... muchas gracias - Dije abrazándolo fuertemente.
Sólo podía pensar en que por fin le importaba a alguien. Yo le importaba a alguien. Peter se quedó tieso, creo que no esperaba que yo me abalanzara hacia él, pero luego se unió al abrazo también.
Tomamos los dos el mismo bus, él quería asegurarse de que llegue bien hasta mi casa. Un detalle muy lindo por cierto.
Cuando llegué a mi casa comí, me puse el pijama y me dormí, todo ésto sin emitir palabra. Todavía seguía en shock por todo lo que había sucedido.
Los siguientes días fueron iguales éste. Llegaba y me iba sin hablar con nadie ni interactuar con ninguna persona. Sólo hablaba con Peter mientras esperábamos el bus. Las charlas eran muy entretenidas.
Fueron semanas, meses, sin hablar, sin mirar. Pasé a tercer año y Luna casi ya no hablaba conmigo. Nuestras conversaciones eran de sólo unas palabras.
Empezé a tomar el bus todos los días. Sólo para poder hablar con Peter. Estaba muho más abierto que antes. Me contaba cosas de él, anécdotas.
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Una Chica Más Que Enamorada©
Teen FictionTodos estuvimos enamorados en algún momento, yo te invito a ver más allá de las mariposas en la panza que uno siente. Cover hecho 100% por mi. Todos los derechos reservados, prohibida su copia y adaptación.