Una Chica Más Que Enamorada©

#18

Hoy es mi cumpleaños, finalmente cumplo 17 años y creí que iba a emocionarme o algo así pero sólo podía pensar en lo que sucedió con Peter hace una semana.

Mi madre me recibió con un desayuno especial de cumpleaños. La verdad que yo amo comer pero eso era demasiado hasta para mi.

Luego de llegar al colegio, entré al salón. Obviamente Luna estaba esperándome en la puerta y saltó hacia mí para abrazarme. Cuando estaba por entrar vi que Peter no estaba. No hablamos desde él se enojó conmigo. Que no esté ahí no me importó tanto, sólo podía pensar en lo que mi mamá me dijo en la mañana.

Mi madre se sentó conmigo en el desayuno pero no comió. Me asombré mucho, algo malo iba a pasar. Lo presentía.

- Ali, mi jefe me presentó una propuesta de ascenso

- Mamá, eso es bueno, pero ¿cual es el lado malo?

- Sé que te vas a enojar, que me vas a odiar, pero es una buena oportunidad - Dijo tomando mis manos - Si ayudo a la central a recuperar un cliente que perdió me darán el ascenso.

- La central esta en una ciudad a 6 horas de ésta.

- Sólo sería un año.

Lágrimas comenzaron a salir de mi al escuchar esas palabras. Ya tenía amigos aquí, ya tenía una vida, y todo se iría por el hinodoro como las demás veces.

- Tranquila, es algo que nos va a venir bien y vamos a volver a aquí luego de éso - Dijo ella abrazándome.

- No quiero dejar a mis amigos aquí - Dije entre lágrimas y suspiros.

- ¿Sábes qué? - Dijo ella parándose - Si estas semanas me demuestras que puedes cuidarte sola dejaré que te quedes aquí y yo te enviaré dinero.

Las lágrimas de tristeza se transformaron en lágrimas de felicidad al escuchar sus palabras. La abracé con todas mis fuerzas.

°°°

En un momento decidí ir al baño, creo que el desayuno me cayó mal o tal vez mi madre me cayó mal. El punto es que cuando volvía al salón Peter estaba en la entrada, sin bolso, sin libros, sólo un cigarrillo.

- ¿Peter? - Dije mirándolo asombrada.

- Ali, necesito hablar contigo, por favor no entres y ven conmigo.

- Peter, ¿por qué no sólo lo dices aquí y luego entramos?

- Porque no puedo decírtelo aquí.

Yo termine cediendo y lo acompañé. Sólo caminamos, sin rumbo. Mientras caminábamos hablábamos, comenzábamos conversaciones que luego quedaban en la nada. En un momento él se detuvo y yo me extrañé hasta que entendí. Estábamos frente al edificio en el que él vivía. Entramos y subimos hasta su piso, yo todavía seguía pensando que era una mala idea.

Al entrar nos sentamos en un gran sillón que estaba frente a un gran televisor. Peter la encendió y puso un canal de películas. Yo ya no entendía nada de lo que estaba pasando.

- Peter ¿vas a decirme de lo que querías hablar? Porque si sólo me querías para no sentirte solo me iré.

- Está bien... Yo sólo... No lo sé

- ¿No sabes qué? - Ya comenzaba a impacientarme.

- Sólo extrañaba tu sonrisa, extrañaba tus besos... te extrañaba Ali - Dijo tomando mis manos.

- Peter... ¿Qué...?

- Pues, no digas nada - Dijo acercándose a mis labios.

En éste punto no sabía que hacia allí, la cantidad de preguntas que surgían en mi cabeza me abrumaban. Yo sólo seguía su beso, estaba tan confundida que no podía reaccionar. Sus besos bajaron a mi cuello, y sus manos a mi cintura. No podía negarlo, me gustaba, pero no.

- No Peter - Dije empujándolo lejos de mí.

- ¿Qué?

- Hace semanas que no me hablas, y ahora sólo lo haces porque lo necesitas. Yo no soy tu títere ni mucho menos alguien a la que puedas manipular tan fácilmente - Me sorprendí de mi misma, no sabía que podía hablar así.

Como era de esperar Peter quedó atónito y no respondió. Yo me largué de allí, tomando el camino para volver al colegio.

Estaba indignada. Nunca me había sentido tan traicionada y utilizada, y era mucho peor el hecho de quién me hacía sentir así. Mi vida amorosa era un fracaso tras otro. Era como esquivar una piedra y tropezarse con otra.

Ya después de llegar al colegio tuve que evitar las preguntas de Luna con el viaje que mi madre debía hacer. Fue un día agotador. Luna era más que persistente intentando saber porqué tardé tanto.

En el comedor, al sentarme junto a Luna sentí que alguien más se sentaba a mi lado.

- Hola... - Dijo haciendo que voltee.

- ¿Dylan?¿Qué haces aquí?