La he atropellado...
Soy un idiota...
¿Cómo pude ser tan descuidado?No seré un cobarde.
Me haré responsable...
No me iré de aquí hasta que ella este bien.Usaré de todos mis recursos para salvarla si es que lo necesita.
Haré el bien.Iba conduciendo por las calles de Chicago, venía pensando en todo, venía pensando en el trabajo, en mi familia, en mi celosa novia, todo iba mal esos días. Mi cabeza estaba en otro lado, en otro mundo.
Por mi estupidez, me quedé mirando un punto nulo. Me pasé un alto... Y atropelle a un peatón... "Dios, ¿qué he hecho? La atropelle". Antes de bajarme del auto, tomé mi celular y llamé a una ambulancia. Me bajé sin importarme que mi auto estaba en medio de la calle, estorbando y deteniendo el tránsito; pronto los conductores ignorantes de lo ocurrido, comenzaron a mostrar su irritación y a aumentar mi estrés.Me acerqué a ella... Estaba sangrando... No se movía, tenía los ojos abiertos.
-¡Dios! ¿qué he hecho?-Dije asustado-No cierres los ojos-Le dije con un nudo gigante en mi garganta.
Pensaba en qué hacer, intentando recordar lo que en las series se hacía en casos como estos, pero ella se veía tan mal, que pensé que lo mejor para ella sería que ni la tocara.
-Idiota...-La escuché decir en un susurro, apenas audible.
-No tenía la intensión de hacerlo, ¡perdóname!-Ella me miró unos cortos segundos, suficientes para detectar lo mal que se sentía en su interior, vi la muerte pasarle por la mente y un terrible escalofrío cruzó por mi cuerpo.
Sabía que aunque quizá sí me había escuchado, mis disculpas no eran nada para ella, no tenían significado alguno porque de nada le servían. Cerró los ojos y no volvió a reaccionar a nada. Lo cual era obvio. Estaba muy mal...
La gente alrededor miraba. Escuché como la ambulancia se acercaba. Me quedé mirando preocupado a aquella chica. Sangraba... Y tenía un brazo roto...
Cuando llegó la ambulancia, se la llevaron al hospital, yo iba detrás de la ambulancia en mi auto. No podía dejarla, yo le había causado eso... No tenía el corazón para irme sin asegurarme que la atendieran y que su familia se enterara.
Pasaron horas y yo no sabía nada de cómo se encontraba ella. Tenía miedo, no sabía a quien llamar, no sabía nada de ella, ¿a quién podía llamar?
Le pregunté a una enfermera que sí ya se habían comunicado con algún familiar. La chica traía una bolsa consigo, la vi en el suelo... Los paramédicos se llevaron la bolsa, yo lo vi...
La enfermera me dijo que sí, pero antes de decirme otra cosa, preguntó que sí yo era familiar, con el nudo enorme en mi garganta, le contesté que no, entonces ella respondió con que no podía decirme más.Me quedé tranquilo, pues sabía que alguien iría a verla, no sabía quién, pero sabía que alguien venía a estar con ella.
Una medía hora después, una señora llegó corriendo preguntando por una tal Shailene Woodley... Enseguida supe que de ella se trataba. Me sentí terrible pues le había causado un daño enorme a esa señora ya mayor de edad.
Me acerqué a ella y le pregunté desentendido:-¿Qué le pasa, señora? ¿Por qué esta así? ¿Necesita algo?-Cuando la vi de cerca, podía notar la angustia que ella sentía, el dolor y la impotencia. Me sentí peor aún, y el nudo en mi garganta creció, además de que la señora tenía un parecido a ella que era imposible de ocultar.
-¡Me llamaron a mi casa y me dijeron que mi nieta preciosa estaba en el hospital!-Comenzó a llorar-¡La atropellaron!-Me sentí débil, tenía mucho miedo, de verdad que no quería que le pasará nada a la chica.
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Sin Mirar Atrás...
RomanceEsta es una historia un tanto complicada, pero aun así, llena de ternura y discusiones. Esta novela se basa en la versión de Theo James; un hombre de negocios, con mucho dinero. Su familia lo desprecia, o mas bien la mayoría. Él encuentra a su ver...