Capítulo 24

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Al llegar a la empresa de mi padre, siento como un escalofrío me recorre el cuerpo.
En seguida me reconocen, son amables y un poco eficientes. Yo no llego a saludar a nadie, lo único que hago es lo que le prometí a padre que haría. Reviso datos junto con la secretaria de papá que solo esta intentando coquetear conmigo.

Como ya era de esperarse, todo aquí es un desastre. Sin padre aquí nadie sabe qué hacer. Esta de lo peor.
No sé como haré que todo mejoré, pero por la salud de mi padre lo haré y al mismo tiempo cuidaré de la mía.
Voy de una oficina a otra pues no hay personal que tenga tiempo de tomarse el tiempo de caminar hasta la oficina de padre pues cada quien intenta hacer lo mejor de su trabajo y eso es un merito que no les quitaré.

Intento concentrarme por completo en el trabajo y no pensar en mi preciosa chica y en sus hermosos y deliciosos labios. Ya falta menos para volverla a ver. ¿A dónde querrá ir a comer esta vez?

Bueno. Bueno. Tengo que concentrarme en los papeles. No en mi preciosa y hermosa chica...

...

Me siento agotado, creo que hoy he trabajado demasiado. En este momento la situación de la empresa de mi padre esta tranquila, por lo menos el personal puede irse a sus casas con más calma. Mañana regresaré e intentaré sacar del peligro a la empresa. En mi edificio, según Alexa todo esta perfecto, y no lo dudo, mi personal es mucho más eficiente.

Ahora voy camino a la universidad. Espero que hoy no haya ninguna situación con el idiota de siempre, espero que con la paliza que le he dado ya haya entendido.

Me estaciono en donde puedo y me bajo del auto para buscar a mi preciosa.
Voy caminando con lentitud, sintiendo un peso en mis hombros por estrés. Necesito descansar.

Me dirijo a los casilleros, donde ya veo a mi chica guardando sus libros en la compañía de Hazel y Karen. Menos mal...

-Chicas-Saludo.

Intento evitar los murmullos y como siempre, no me es una tarea difícil.

-Hola, Theo-Saludan las amigas de mi chica al mismo tiempo, tan alegres como siempre.

-Hola-Saluda Shailene, mirándome con una hermosa sonrisa que por un largo momento me libra de todo estrés.

-Nosotras ya nos vamos, nada más estábamos esperando que llegaras-

-Gracias por eso-Digo sonriéndoles con genuino agradecimiento.

Excelentes amigas.

Ellas se despiden de mi reina y de mí.

-Te ves cansado-Dice Shailene.

Tomo su mano y camino con ella de regreso al auto.

-Estoy cansado, preciosa-Acepto.

Ella suspira y se abraza a mi brazo.

-¿Mucho trabajo?-Pregunta.

-Muchísimo-

La ayudo a subirse al auto y luego me subo yo. No traigo ganas de hacer absolutamente nada, solo necesito descansar con mi preciosa chica entre mis brazos y listo.
Aunque una comida con mi Shailene no me la pierdo por nada.

-¿A dónde quieres ir a comer, preciosa?-Pregunto dejando mi mano derecha sobre su pierna.

-Vamos a tu casa para que descanses, Theo, podemos ir a comer otro día-Dice tomando mi mano entre las suyas.

Que mujer tan mas hermosa.

-No te preocupes por mí, quiero llevarte a comer-Digo sonriéndole para demostrarle que de verdad quiero consentirla aunque yo este cansado.

Sin Mirar Atrás...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora