Capítulo 10

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-Es ahí-Dice Shailene apuntando con su dedos índice el restaurante al que ella quería venir.

-Excelente-Digo sonriente. Busco un estacionamiento cerca del local.

Ayudo a Shailene a bajar del auto y comenzamos a caminar al restaurante.

-Cuentame, ¿cómo te fue hoy?-Le pregunto sentándonos en una mesa para dos.

-Fue... Muy extraño-Dice mirando el menú.

-¿Y eso por qué?-Frunzo el ceño.

Ella levanta su mirada hasta mis ojos. Sonríe unos segundos antes de ponerse roja.

-Casi todas las chicas me preguntaron por ti-Se encoje de hombros-Dicen que tengo al novio mas guapo del mundo-Me sonríe pero sus mejillas están rojas como dos tomates.

Me río a carcajadas, no me la aguanto. Vaya que las chicas no se quedaron calladas.

-Eres una suertuda entonces-Le guiño un ojo.

-Comente que no eras mi novio...-Deja de mirarme, avergonzada-Lo cual obviamente es verdad, pero fue como si no me hubieran escuchado-

-Vaya-Me quedo callado.

Como me gustaría ser su novio... Poder besarla, acariciarla...
Ella es la mujer que yo quiero para mí, me encanta toda ella. Sus hermosísimos ojos, sus delicados y tentadores labios, sus largas pestañas, sus cálidas manos, su precioso cuerpo, sus mejillas que se la viven sonrojadas... ¡La adoro!

-Deja de verme así-Me pide sonrojada y con una pequeña sonrisa.

-Lo siento, pero no tengo la culpa de que seas tan hermosa-Ella se sonroja aun mas de lo normal.

Pedimos unas papas con queso para los dos ya que el mesero dijo que la porción es para dos personas, ha Shailene le pareció bien así que a mí también. Pedimos también un sándwich, en este caso sí pedimos uno para cada quien junto con una limonada mineral.

Platicamos de cualquier cosa, bueno, yo, ella me escucha y comenta en algunas ocasiones.

Me alegra poder conversar con ella tan tranquilamente. Ella parece estar cómoda en mi compañía, y no lo niego, también feliz. Se le nota. Me sonríe cada vez que digo algo gracioso, o cuando le digo lo hermosa que es.
Me encanta verla sonrojarse, se ve tan inocente, tan tierna... Incluso me hace pensar que es una niña con su timidez, con su sencillez. Adoro ha esta mujer y nada me haría mas feliz que decírselo. Pero me he cansado de tantas veces decirme que no puedo, no quiero perderla... Eso seria como apuñalarme.

El mesero nos trae nuestra comida.
Nuestros sándwiches se ven deliciosos pero algo exagerados... ¡Son de dos pisos! Yo me lo como gustoso, pero Shailene no lo sé.

-Es... Muy grande-Murmura Shailene.

-Oh sí-Digo riendo.

Las papas con queso que están en el centro de la mesa se ven deliciosas, siento como se me hace agua en la boca. Estiro mi mano tomando una papa embarrada de queso y me la llevo a la boca.

-¡Ah!-Escupo enseguida la papa en mi plato. ¡Esta hirviendo!

Tomo limonada mineral relajando esa sensación de tener la boca quemada, aunque creo que esa sensación se quedara en mi lengua un buen rato.

Para mi deleite Shailene se carcajea como nunca antes. Que preciosa.

-¿Se ríe de mí, señorita?-Comento fingiendo estar molesto.

-¡Sí!-Dice abrazándose el estómago de tanto reír.

-Es usted una mal educada-Me cruzo de brazos.

Sin Mirar Atrás...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora