Sin Mirar Atrás...

Capítulo 29

Me despierto sintiendo las caricias de mi preciosa novia en mi pecho. Abro los ojos con lentitud y lo primero que veo es su precioso rostro observar el mío con una sonricita de ternura.

-Buenos días-Me saluda.

-Buenos días, preciosa-Le respondo acariciando su mejilla.

Al recordar lo sucedido ayer por la noche, mi corazón enseguida se llena de una alegría exagerada.
¿Cómo es posible que ella me haga tan feliz?

-Hoy es el último día que estamos aquí-Dice con cierta tristeza en su voz.

-Tranquila, mi amor, no será la última vez, volveremos, te lo prometo-

-¿Con Katherina?-

Sería genial y muy divertido, esa mujer todo llena de diversión con su simple presencia.

-Sí-

Para no desperdiciar las horas que nos quedan de estar aquí, nos damos una ducha rápida. Desayunamos en un restaurante alejado de la casa, Shailene y yo caminamos mucho para llegar al restaurante, pero ha valido la pena, la comida ha estado fenomenal.
Shailene esta muy contenta, ella es una mujer diferente, ella es mi centro, es el amor de mi vida.

Mientras ella me habla, yo la observo detallando cada detalle de su precioso rostro. Es hermosísima, es sexy, y ella es mi novia, oh sí. Rodeo sus hombros y sin dejarla terminar lo que sea que estaba diciendo la atraigo a mis labios, besándola con vehemencia. Toma mi rostro entre sus manos y profundiza el beso con su lengua.

Mi preciosa...

-Hmm...-

Dios, como la amo.

Separamos nuestros labios al sentir la necesidad de aire, le sonrió y ella me sonríe a mí.

-Veo que no me estabas poniendo atención-Dice acariciando mi mejilla.

-Lo hice por unos minutos-

-¿Ah sí?-

-Sí-

Se ríe y niega con la cabeza.
Se recarga de nuevo en el respaldo de la silla y suspira.

¿Sin ella cómo estaría? ¿Qué estaría haciendo? La verdad es que son preguntas que siempre me hago, pero jamás intento contestarlas, porque en realidad no tiene impotencia para mí, lo único que me importante es el presente, mi Shailene.

Terminamos nuestro desayuno, luego caminamos de regreso a la casa tomados de la mano, platicando de cosas tontas.
Estos momentos con ella son mas interesantes de lo que podría imaginar. Cada vez conozco más de ella y cada vez voy amándola más.

Le rodeo la cintura pegándola a mi cuerpo. Ella es hermosa, y acepto que me pongo celoso cuando otros hombres la miran, pero me tranquiliza que ella solo tiene ojos para mí, así como yo los tengo solo para ella.

-Ya no quiero irme-Dice cuando llegamos a casa.

-Yo tampoco, pero ya mañana tienes que ir a la universidad y yo tengo que trabajar-Le digo besando su frente.

-Lo sé, pero quisiera que este día nunca terminara-

Se abraza a mí con fuerza. Acaricio su cabello y beso su coronilla.

-Volveremos-

-Lo sé-

Después de un largo rato de estar abrazados, comenzamos a recojer nuestras cosas mientras escuchamos música, bailamos y reímos de todas las tonteras que hacemos. Ambos parecemos adolescentes, pero en este momento no nos importa en lo absoluto. La confianza que nos tenemos ya es mucha y esas actitudes de adolescentes que estamos teniendo no son motivo para modificar nada.

Ya que terminamos, nos acostamos en la cama, ella encima de mí, dándome suaves besos que demuestran todo el amor que me tiene.

Ya que se tranquiliza se mete a bañar y yo voy metiendo nuestras maletas a mi auto.
Tenemos un largo camino que hacer, así que es necesario irnos temprano.

El día esta de lo mejor, el clima es perfecto, y me extraña, debería de estar nevando... Maldita contaminación.

Navidad se acerca, y eso me emociona, porque la navidad pasada la pasé en un hospital junto a una preciosa muchacha y su triste familia. Este año, esa muchacha y yo pasáremos las fiestas juntos y cumpliremos un año de conocernos, lo cuál es hermoso.

Me quedo en el balcón esperando a que Shailene termine, mirando la mar con mucha tranquilidad.
De pronto, mi celular comienza a sonar.
Es Katherina.

-Katherina-

-¡Hola, Theodis! ¡Ya los extraño muchísimo! ¿Ya me diras a dónde te la llevaste?-

Me rio. En estos últimos dos días, no le he llamado, y ahora imagino que Shailene tampoco.

-¿Recuerdas que te conté que había comprado una casa con vista al mar?-

-¡La llevaste ahí! ¡Que bello! ¿Por qué no querías decirme?-

Vuelvo a reír. ¿Cómo decirle la razón sin ofenderla? Bueno, eso es imposible, así que lo diré así como así.

-Tenía planeado pedirle que fuera mi novia, y sé que no hubieras podido quedarte callada por la emoción-

-No me enojaré porque sé que tienes razón-Dice con cierta amargura-¡Pero dime! ¿¡Le preguntaste!?-

Uh, no tiene ni la menor idea. Se ha perdido de mucho...

-Se lo he pedido y a aceptado. Han pasado muchas cosas-

-¡Tuvieron sexo!-

Dios, que rápida es.

-¡No puedo creerlo! ¡Te ama! ¡Te ama!-

La adoro, pero me desespera que grite tanto. Aunque, ¿quién sería ella si no gritara? A ella la puedes describir como una persona gritona.

-Le he comprado un celular-

-¿No le diste mi número? No me ha llamado, bueno, ninguno de los dos-Su reproche me hace reír y ella solo gruñe al escucharme reír.

-Casi no lo usa, solo toma fotos con él-

-¿En dónde esta ahora?-

-Esta bañándose, ya pronto nos vamos-

-Ya los extraño-

-Y nosotros a ti-

Nos despedimos entre risas. Ya la extrañaba. Es una loca.
Entró a la habitación y veo a mi preciosa cepillarse el cabello.
Me acerco a ella, le quito el cepillo para yo terminar con su tarea. Su sonrisa logra alegrarme el alma, más de lo que ya la tenía.

-¿Estas listo?-Me pregunta.

-Ajá-

-¿Todo bien?-Pregunta.

-Sí, estaba hablando con Katherina-

-¿No esta enojada?-Pregunta con cierto tono de preocupación. 

-No. Ella entendió-

Me siento muy tranquilo, más de lo normal, quizá sea porque por fin tengo a alguien con quien compartir mis lujos, por fin tengo a alguien que me vuelve loco con una simple mirada, con un minúsculo roce. Ahora que la tengo a ella, lo daría todo con tal de no perderla, y jamás había estado tan seguro de mi amor hacia alguien como lo estoy con Shailene, ella me ha dado todo lo que tiene, y yo se lo agradezco profundamente, pues yo le doy todo lo mío.