HAILEE STENFELD - ROCK BOTTOM
La casa se encontraba sumida en ese silencio que tan bien conocía. Seguro dormía. Dejó sus cosas en los primeros peldaños de las escaleras y se dirigió a la cocina. Moría de hambre.El lugar era amplio, aunque viejo, sin embargo, contaba con todo lo que siempre necesitó y más si era sincera. Se acercó al microondas, sonrió. Un plato bien servido estaba justo ahí. Agradeció en silencio y lo puso a calentar el tiempo justo. Cuando el aparato avisó que la comida estaba lista, la sacó y comenzó a ingerirla de pie mirando a su alrededor sin prestar atención. Esa noche debió ir a los ensayos, faltar no le agradaba. Eso, junto con su profesión, era lo que más amaba. De pronto la imagen de ese hombre retornó.
Aún podía recordar el día que Carolina se lo presentó. Sus palmas sudaban y aunque sabía que el puesto ya era suyo, si él se negaba, nada podría hacer al respecto.
Había escuchado un poco de su vida años atrás, salió en todos los diarios y cadenas televisivas, fue una bomba mediática de enormes proporciones, jamás pensó que poco más de dos años después lo tendría justo frente a ella.
Entró un tanto temblorosa, pero disimulándolo a la perfección. Torció la boca y respiró hondo. Casi se detiene en seco al verlo. Lo conocía de las noticias, pero en serio, nada le hacía justicia, el tipo que tenía en frente era un modelo de alguna marca famosa; guapo, varonil y con la mirada más escalofriante que jamás hubiese visto, emanaba hielo sin el menor de los esfuerzos. Sonrió como suele y continuó hasta llegar al escritorio mientras su jefe la escrutaba de forma despectiva y sin mucho interés.
-Aquí la tienes, tu próxima asistente, Cristóbal.
Él enarcó una ceja asintiendo. La joven extendió la mano a forma de presentación con esa enorme sonrisa pintada en el rostro.
-Buenos días, mi nombre es Kristián Navarro.
Sin responder al gesto, miró a Carolina riendo con despotismo. La nueva asistente no comprendió de qué venía eso.
-¿Ese es su nombre?, Carolina. -La rubia pestañeó descompuesta. ¿A qué se refería?
-Sí -Se levantó serio y la señaló con incredulidad.
-¿Kristián? Ese nombre es de varón. Así que no me hagan perder el tiempo, cómo se llama -cuestionó entornando los ojos mientras se metía las manos en los bolsillos de su pantalón negro.
-¿Perdón? -¿Quién mierdas se creía? Controló su carácter, molesta, no le convenía montar una escena ahí, justo con él. Por otro lado, esa no era la primera vez que alguien le decía algo similar. La experiencia que da años de tolerar estupideces sobre ello, hizo que se cruzara de brazos y enarcara una ceja, retadora. Cristóbal adoptó la misma postura. Ambos se miraron confrontándose.
-Ese es su nombre, Cristóbal... -dijo Carolina, pálida. Hacía un par de días la contrató definitivamente, pero si hacía memoria no le mencionó cómo se llamaba, pues se refería a ella como: la chica nueva, o la suplente. Maldición. El hombre no movió ni un poco la expresión.
ESTÁS LEYENDO
Atormentado Deseo © ¡A LA VENTA!
RomanceCompleta versión borrador. Un hombre que, años atrás, creyó entregar su corazón y al hacerlo, lo perdió todo. Sin saber, Cristóbal Garza, en su juventud, unió su vida a una mujer llena de resentimiento y carente de escrúpulos. Al quedar esa maldad...