27. No hay garantías.

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RED - NEVER BE THE SAME

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RED - NEVER BE THE SAME



Llegó puntual, el sitio contaba solo con algunas mesas ocupadas, caminó entre ellas verla. La chica tecleaba algo en su móvil con un capuchino en frente.

-Buenos días, Paloma -alzó la mirada de inmediato. El hombre era intimidante, asintió pasando saliva, intentando sonreír.

-Buenos días, Cristóbal -lo tuteó ya sin más. Él se sentó con gesto serio. La joven se recordó respirar, pero era difícil, unos segundos después lo consiguió. Estaba ahí por Kris y no se iría hasta que el futuro de su amiga quedara claro. Ya estaba cansada de verla así, sin lograr pasar la hoja, sufrir cuando ella no solía ser de esa forma. Una camarera se acercó, tomó su orden y se alejó.

-¿Qué sucede? -preguntó recargando su enorme espalda en el respaldo. Paloma resopló jugando un poco con su celular. Ahí iba.

-Supe lo que ocurrió ayer con Kris, lo que ha venido ocurriendo desde la semana anterior, y antes... -Él asintió sin hablar, atento-. No me gusta entrometerme, pero ella ya luce rebasada con todo esto y... es como mi hermana, no me agrada verla así.

La camarera llegó con su café, sonriendo coquetamente. Paloma notó que él ni siquiera la miraba, era gélidamente indiferente. Demasiadas facetas ya le conocía y en definitiva con su amiga era todo lo contrario.

-Escucho -musitó con su voz gruesa. Atento. Paloma sonrió sacudiendo la cabeza.

-Debes saber que eres un hombre impresionante, y bueno, intimidas -confesó tomando de su capuchino. Cristóbal sonrió al ver que lo decía con sinceridad y sin doble mensaje-. En fin, mira... Seré sincera, y espero no lo tomes a mal, después de todo ustedes harán los que se les venga en gana, pero mi sobrino va de por medio en esto y siento que debo hacerlo -Al escucharla hablar de su pequeño, sintió ese vuelco que lo matizaba todo, ese ser, que aún no conocía, ya lo llenaba de ternura, de ansiedad y tanto como la madre, ya eran sus pilares, por lo que estaba luchando-. Cuando todo esto que... ya sabes, pasó entre ustedes, bueno, sabía que no terminaría bien. Kristián es una chica que da todo, nada a medias, ese... "juego" no lo podría llevar a cabo, y como ya sabes, no erré. Ella está enamorada de ti, tú lo sabes, tú de ella. Eso podría ser lo mejor, lamentablemente no lo es. Kristián siempre ha sido optimista, una mujer que ve el lado bueno de la vida, pero también ha sufrido cosas, trae su carga. ¿Sabes? Ella también conoció a un hombre que le hizo daño, ya hace varios años, el muy imbécil le hizo creer que era soltero, y nada más falso y además la dejó pensando que estaba embarazada, no era así, mi amiga tenía desajustes hormonales, pero el tipo huyó sin siquiera saber si era verdad... a los días se enteró de que tenía esposa gracias a la madre de él. ¿Humillante, no? -Cristóbal la oyó asombrado. Qué clase de hombre era ese-. Después de eso ella no volvió a abrir su corazón a nadie, y antes de él, tampoco. Hasta que... apareciste. Mira, sé que son sus problemas, sin embargo, lo de ayer no ayuda, no debiste. Kristián te vio la semana pasada besando a una mujer en tu oficina y no te lo reclamó, ni lo hará jamás -Cristóbal casi escupe el café, hizo a un lado la taza arrugando la frente.

Atormentado Deseo  © ¡A LA VENTA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora