El Reencuentro

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Cuenta Janis.

Dos días han pasado desde que tuvimos que dejar el colegio. Nuestros padres nos dan clase a nosotros, los Weasley, los Malfoy, Nott, los Zabini, los Potter, los Scamander, los Groungdown y María Carpenter.
Todos vienen al principio del día y ellos nos han cambiado el horario para que los viernes y los sábados hagamos prácticas de DCAO avanzadas y duelos. Yo creo que se pasan demasiado, pero ellos han vivido la guerra, por lo tanto deben notar que algo muy malo pasará.

Llegó la cena de Navidad y todos fuimos a la Madriguera. Los adornos se veían por todas partes y las habitaciones estaban muy llenas.
Nos sentamos en la mesa en una carpa fuera de la casa y empezamos a saborear los manjares que la abuela Molly y los dos elfos habían preparado.
-Os ha quedado la comida muy rica.- dijo Lily.
-Gracias querida.
-¿Qué tal las nuevas condiciones de clase?- preguntó tía Daphne
-Bien mamá, pero extraño el colegio.- contestó Daniela.
-Sobre eso hay una buena noticia. Cuando acaben las vacaciones de Navidad se podrá volver al colegio.- anunció papá
-Qué bien.- exclamó James
-Pero recordad que queremos que los tengáis bien vigilados- dijo tía Ginny.
-Descuida, pero debes tener en cuenta que tu hijo tiene sangre de mis abuelos, se más benévola.
-Son los tres iguales.
-¿Por qué siempre se me añade?- preguntó Anne cruzándose de brazos.
-Por qué siempre te añades, querrás decir.- corrigió Xavier.

Por fin en nuestra habitación. Nos pusimos los pijamas y nos sentamos todas en círculo. Estábamos Lily, Rose, Molly y Lucy, Angie, Roxanne, Mery, Domi, Vicky, Sam, Dani, Tala, Azu An y yo.
-Me alegro de estar por fin todas juntas.- dijo Vicky.
-¿Por qué será?- comentó Domi fastidiando a su hermana.
-¿Qué tal con los chicos?- preguntó la rubia ignorando a su hermana pelirroja.
-Vicky, nosotras somos demasiado pequeñas como para tener novio.- le dijo Lily a su prima.
-Pero os puede gustar alguien.
-Pues a mí no.- me excuse.
-A mí tampoco.
-Ni a mí.
-Lo siento chicas. Pero si vais a seguir hablando de esto yo prefiero leer algo.
-Ja la aburrida, Ja la aburrida.- empezaron a canturrear las Merodeadoras y Domi que les había dejado su 'legado', como ella dice.
-Callaos y seguid con vuestro juego.
-¿Y si jugamos a la botella?
-Está bien- no sé cómo está chica no fue a Slytherin.
Hizo aparecer una botella y la dejó en el suelo. Vicky al ser la mayor la giró y terminó apuntando a Mery.
-¿Verdad o Reto?
-Verdad.
-¿Te gusta alguien?
Nos miró a todas y su cara cada vez se ponía más roja. Miró al suelo y soltó un suave murmullo.
-Sí.
Todas la rodearon.
-¿Quién?-preguntó Lily.
-Yo... esto...- respiró hondo. -James.
-¡Lo sabía! ¡Mi hermano va a estar muy contento cuando se entere de...
-Lily, no digas nada.
-Está bien, cuñada.
-Serás de la familia oficialmente.
-Bienvenida.
-Pero si... no creo que me quiera.
-No tires la toalla, siempre debes tener esperanza.
-Sigo.- Azu cogió la botella y le dio la vuelta. Se fue parando y señaló a Anne.
-¿Verdad o reto?
-Reto.
-Vete a la habitación de los chicos y canta el himno de Hogwarts.
-Vale. Seguidme.
Bajamos todas las escaleras y al llegar a la puerta del cuarto de los chicos y allí mi hermana llamó a la puerta. Todo el griterío paró de inmediato y la puerta se abrió dejando ver la cabeza de todos los Merodeadores.
-Pensamos que era la abuela.
-Tranquilos. Sólo queríamos pasar.
Todas entramos a la habitación. Todos los chicos estaban allí. Encima de las camas, en el suelo y Teddy y Louis estaban de pie apoyados en la pared.
-¿Qué pasó para que todas esteís en la habitación?
-An, tu turno.
Respiró y empezó a cantar mientras yo hacía los coros para que no se sintiese sola.
Cuando terminamos toda la familia estaba allí aplaudiendo.
-Vuestras voces son preciosas.
-Gracias.- respondimos las dos a la vez.
Todas subimos otra vez y después de jugar unas dos horas más los adultos nos mandaron a la cama.
-Buenas noches.
-Qué soñéis con hechizos esta noche.

Corría y corría pero no podía avanzar. Todo a mi alrededor era borroso pero una sombra me seguía. Cuando se fue acercando más pude notar que era un fantasma. Pero no se podía distinguir nada de él, solo que era una mujer.
-Nos vengaremos de lo que tu madre hizo.
-¿Quién eres? ¿Qué quieres?
-No te haré nada, aún estás a tiempo de unirte a nosotros y no tener ningún problema.
-¡No me uniré a ti!- del bolsillo saqué mi varita y apunté con ella a la forma humana.
-No tienes elección, solo así podrás salvar a tus seres queridos.
A su lado aparecieron mis hermanos, mis padres, primos, tíos y los dos jóvenes Groungdown.
-¡Déjalos en paz!
-Hasta que te unas a mí no.
-Vete, no nos pasará nada.
-Nunca os dejaré.
Mis seres queridos sonrieron de una forma psicópata y me miraban mientras de todos salía una especie de nube negra y ellos desaparecían. Tenían garras y ojos rojos.
-No escaparás de nosotros.
-Debes unirte a ellos, así podrás sobrevivir a la guerra que se avecina.
-Jamás.
Levantó su varita y caí al suelo retorciéndome.

Cuenta narrador.

Mientras tanto todos los hermanos de Janis estaban teniendo la misma pesadilla y la señora Longbottom estaba teniendo una parecida.

Todo estaba oscuro, no se veía nada. Pero de repente un foco se encendió y apareció una figura enmascarada, vestida con una capa negra y en el brazo el símbolo del peor mago tenebroso de la historia. Alzó su varita y apuntó a la persona con vestimenta totalmente negra.
-¿Qué quieres?
-Solo te quiero a ti.
-¿De qué hablas?
-Es sencillo tu acabaste con el Señor Tenebroso y de no ser una acción que nadie, excepto tú, haría él no volvió, pero todos nosotros te debemos una venganza.
-¿Por qué? Porque acabé con una amenaza a la paz o porque hice que todos los mortífagos fuesen a Azkaban por sus crímenes.
-Por todo. Una maldita mestiza.
-Te recuerdo que tu Señor era también mestizo. Nació gracias a a la poción Amortentia que le daba su madre a su padre. La progenitora murió en el parto y quedó en un orfanato. Demostró haber elegido el camino oscuro desde muy joven y acabó con muchas familias, entre tantas la mía.
-Haberte unido a él. Si no ganamos en el mundo terrestre lo haremos en el de los muertos.
-No si no lo permitimos.
Los padres de Lily estaban en el lugar con las varitas apuntando a la figura encapuchada.
-No le harás daño a nuestra familia.
-Evanescant.
La figura despareció en un humo blanco.
-Solo así podrás acabar con ellos. Las maldiciones imperdonables no les afectan.- me explicó mi padre.
-Esto solo ha empezado. Ellos quieren venganza.
-¿Podría conseguir que os viesen los demás?
-Tus hijos lo hacen, pero no deben vernos ninguna persona más porque sino los demás estarán en peligro.
-Ahora una persona quiere verte.

Vivir No es Para Siempre  #Wattpad QualityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora