Different - Kellin Quinn - PAUSADA.

31- Zoológico imaginario después de una larga noche de invierno.

Capítulo 31: Zoológico imaginario después de una larga noche de invierno.

Narra Jane:

Cuando salimos del lugar, el frío golpeó mi rostro.

- ¿Qué hora es Kell?- Le pregunté.

- Son las 5: 26.

- Tengo que volver.- Le dije. - Si se llegan a enterar que me escapé, me van a castigar por más tiempo.

- Lo sé, preciosa. Te acompaño. - Me dijo juntando mi mano con la suya.

- Kell, no hace falta. Tu casa queda para el otro lado de la ciudad.

- Pero yo quiero acompañarte.- Dijo y besó me frente como si se tratara de una niña de cinco años.- Además, ¿Cómo subirás otra vez sola al balcón? La última vez casi te doblas el tobillo.- Bromeó, haciéndome sonreír. Le di un leve golpe en el brazo, sin soltar nuestras manos y sin dejar de sonreír.

El cielo era oscuro. Una capa de hielo se había formado en el pasto de los jardines del barrio. Había unas cuantas nubes que no dejaban ver claramente las estrellas.

- ¿Crees que le agrade?- Pregunté, rompiendo el silencio que se había formado entre nosotros.

-¿A quién?- Preguntó Kellin mirándome fijo.

- A Annie. No sé, no se mostró molesta por mi comportamiento del otro día, pero las apariencias engañan, ¿No es así, Quinn?

-Por supuesto que le caes bien. Me imagino que debe pensar lo mismo que tu piensas. Ambas están confundidas, pero les agrada tener una hermana. No lo digo por defenderte, pero si se enoja con alguien, que sea con Kai. El sabía sobre ella y aún así no fue a la fiesta.

-¿Cómo lo haces?- Le prgunté. Una sonrisa se deslizó por sus labios.

-¿Hacer qué?

-Esto. Sabes exactamente qué decir para que me sienta bien, para sacarme una sonrisa. Siempre me dices qué hacer.- Dije frstrada.- Me encanta sentirme así contigo, pero ¿Y yo? ¿Yo que hago por ti? ¿Yo qué hago para que no te alejes de mí? Desde que te conozco todo giró en torno a mí. Mis problemas, mi familia...- Kellin me calló poniendo sus labios sobre los míos. Todo pensamiento coherente se escapó de mi mente.

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Eran las ocho de la mañana. No había podido dormir nada. Parecía un zombie, estaba al tanto de ello. Mis ojos estaban hinchados y tenía unas grandes ojeras bajo mis ojos.

Había llegado con Kellin antes de las seis. Desde ese momento no podía pensar en otra cosa: Kellin me había besado.

Había intentado dormir pero no podía. Hace poco tiempo me había dado cuenta que era inútil.

Además, si me dormía, terminaría durmiendo hasta mañana como hombre con resaca y mi tía me mataría por estar todo en Sábado en cama y ella también sospecharía.

Había muchas razones más porque no debería dormir. Hoy terminaba mi castigo. Y saldría con los chicos, conocería a Jesse. Todo sería perfecto, pero si me quedo en cama eso no ocurriría.

Al revisar otra vez esa lista mental era obvio que ganaban los "Pros", ya que solo había un "Contra".

Estaba decidido, no dormiría. Si total, para algo existe el maquillaje, ¿No es así?

Como ven, había tenido tiempo de pensar. Sólo esperaba que el sueño no me ganase, suelo ser como los niños pequeños con falta de sueño. La diferencia es que yo comenzaba a ilusionar, en vez de portarme inadecuadamente.