Siendo un monstruo a ella no le importó y me ofreció su amistad, descubrió lo tierno que puedo llegar a ser a pesar de mi apariencia. Conforme ella iba creciendo nuestra amistad también se fortalecía y yo ya no estaba solo y ella tampoco lo estaba, pero como siempre la vida es injusta para aquellos que buscan ser felices. Ya todo estaba llegando a su gran final, sólo sostuve su mano mientras ella decía sus últimas palabras, ''Gracias por ser mi gran amigo, yo...'', de pronto ella dejó de respirar y su corazón dejó de latir, no alcancé a decirle lo mucho que ella significaba para mí. Prometí jamás apartarme de ella sin importar las circunstancias que se presentara jamás la dejaría sola recordando los bellos momentos que junto a ella pude lograr y encontrar la felicidad habían quedado atrás, extraño sus abrazos, extraño sus sonrisas, la extraño a ella, a mi amiga. Un mar de llantos no hará que ella vuelva, no hay nadie que me consuele y que me diga que todo estará bien, volví a estar completamente solo.
