La música retumba en mi estómago mientras nos adentramos al bar. Nos acercamos a la barra y Alex pide una cerveza, y yo agua gasificada. No tenía ganas de tomar alcohol, ni menos salir borracha de acá.
—Iré al baño—me dice Alex después de haber tomado su cerveza y yo asiento. Sigo tomando de mi agua hasta que un chico me interrumpe.
—Hola guapa, ¿tan linda y sola?—me dice sonriendo. Es un poco más alto que yo, de ojos verdes y barba de pocos días. Tenía el pelo un poco corto y lo llevaba levantado ligeramente. Yo sólo lo miré y seguí tomando de mi bebida.
—Vamos pequeña, no te hagas la difícil—dice ocupando el puesto de Alex y poniendo su mano en mi pierna.
—Si no me sueltas ahora mismo, gritaré tan fuerte que sangrarás por los oídos y tus testículos—dije mirándolo fijamente.
—Yo se que no puedes resistirte—dice acercando su cara a mi oído y respirando en mi nuca.
—¡Aléjate de mi!—grité empujándolo lejos de mi inútilmente. El volvió a acercarse de mi pero fue interrumpido.
—Ya te dijo que te alejes, suéltala—dijo una voz desconocida para mi. El chico que me estaba acosando se da vuelta a enfrentar a una chica rubia de pelo corto y de ojos verdes. El chico se para y se pone frente a la chica. Este le saca más de una cabeza de altura, pero la chica se mantiene tranquila. Mueven sus labios pero por la música no logro escuchar lo que dicen. Finalmente el chico me mira y bufa, y camina hacia la pista de baile. Un suspiro sale dentro de mi y la chica se sienta a mi lado.
—Gracias—digo sonriéndole. La analizo un poco y no puedo evitar llevarme una sorpresa.
—¿Eres Arielle Vandenberg?—exclamo fuertemente. Ella se ríe y asiente. Yo chillo y me lanzo a abrazarla.
—Dios, te amo—digo hiperventilando. Ella suelta una risa y toma mis manos.
—Me halagas querida—dice soltando mis manos.
—Me parto de risa con tus vines, son geniales.
—Gracias—exclama. Una figura detrás de ella hace que me quede en silencio.
Alex toca el hombro de Arielle, y esta se da vuelta lentamente.
—Arielle—dice Alex fríamente. Ella se queda en silencio y se levanta lentamente del asiento. —Alex—le responde Arielle. Ella me vuelve a mirar y se inclina hacia mi.
—Fue un gusto hablar contigo—exclama cerca de mi oído. Yo le sonrío y ella se va no sin antes lanzarle una mirada a Al. Alex se sienta y pide una cerveza más. No me mira.
—¿Alex?—digo agitando su brazo. Me ignora.
—¿Ahora te enojaste?—exclamo con el ceño fruncido. —¿Sabes quien debería estar enojada?, ¡Yo!—digo levantándome de mi asiento y enfrentandolo. —Me dejaste aquí sola, y casi me violan—grito en su espalda y el se endereza y me mira.
—¿De qué hablas?—exclama mirándome.
—¡Arielle me salvo Alex, un chico estaba abusando de mi!—le grité. El se quedó en silencio y yo gruñí frustrada. Arreglé mi chaqueta y caminé hacia afuera del bar. Mire hacia ambos lados de la oscura calle y me abracé a mi misma. No di dos pasos, y una voz me detuvo.
—Vaya vaya, sabía que no te resistirías—era el mismo chico del bar. Había un pequeño callejón al lado derecho del bar, y este chico estaba apoyado en la pared fumando. Intenté correr de vuelta al bar, pero me atrapó y me llevo hacia el callejón.
—Sueltame—dije intentando liberarme de sus manos. Sujeto mis muñecas sobre mi cabeza y me empujó hacia la pared. Acercó su cara a centímetros de la mía y me miró. Levanté mi pierna, lista para golpearlo en la entrepierna, pero la detuvo, y la enredo entre las suyas. Escupí en su cara y el se alejó un poco para limpiarse mi saliva. Miré hacia la salida del callejón y no veía a nadie. Necesitaba a Alex ahora. Unas lágrimas comenzaron a salir de mis ojos e intente contener los sollozos. Forcejeé entre sus brazos y aleje su cara de la mía. La fuerza producida en mis muñecas se redujo al sentir un montón de vidrios quebrados. El chico cayó al suelo y me dejó a la vista a Alex.
Me lancé hacia el y lo abracé fuertemente.
—Dios Alex—comencé a llorar en su pecho. El sólo me abrazaba y besaba mi cabeza.
—Perdón—repetía mientras me besaba la cabeza constantemente.
—Sacáme de aquí porfavor—dije respirando profundo. El asintió y tomó mi mano guiándome hacia la calle.
Alex llamó un taxi y le dió las direcciones al chofer. Al rato llegamos al hotel y tomamos el ascensor. Alex me abrazó en todo el trayecto hasta que llegamos a nuestra habitación.
—Iré al baño—dijo caminando hacia el baño. Me senté a la orilla de la cama y miré hacia el balcón.
Río de Janeiro brillaba en la noche. Había mucha vida nocturna, era como en Nueva York. Me saqué los zapatos y mi chaqueta. Escondí mi cara en mis manos y respiré hondo. Alex puso su mano en mi espalda y yo me sobresalté fuertemente. Lo miré y cerré los ojos soltando un suspiro.
—Disculpa—dice acercándose a mi y abrazándome por detrás. Escondió su cara en mi cuello y no pude evitar sonreír.
—Vamos a dormir—le dije suavemente. El inhaló y se separó de mi. Nos deslizamos entre las sábanas lentamente y quedamos frente a frente.
—¿Puedo?—dije apuntando a su pecho.
—¿Qué pregunta es esa? Claro que puedes—dijo sonriendo. Yo sonreí de vuelta y me acerqué a él. Pasé un brazo por su cintura y me apoyé en su pecho. Enredé mis piernas con las suyas y recosté mi cabeza en su pecho. El acariciaba mi cabello a medida que me iba quedando dormida. El sonido de su teléfono me despertó.
—Disculpa—dijo separándose de mi y estirando su brazo para recoger su teléfono. —Es Matt—me dijo. Yo asentí y el puso el teléfono en alta voz.
—¿Alex, en donde estás viejo?—dijo Matt gritando. Aún se escuchaba música de fondo. De sólo recordar el bar se me retorcía el estómago.
—Estoy en el hotel con Arianne—dice mirándome. Yo miro al teléfono fijamente.
—¿Y no era que venias?—exclamó un poco confundido.
—Si, ib..—interrumpí a Alex.
—De hecho fuimos, y casi fuí violada Matthew—dije levantando un poco la voz. Alex puso el teléfono en altavoz.
—¿Qué? ¿Estas bien Arianne?—gritó Matt exasperado.
—Si, Alex me ayudó—levanté la mirada y Alex me seguía mirando. Volví a bajar la mirada al teléfono y lo único que se oía a través del teléfono era la música.
—Discúlpame Arianne—dijo finalmente Matt.
—No es tú culpa Matt, no te preocupes—dije sonriendo.
—Si fue mi culpa—dice un poco triste. Ruedo los ojos y niego.
—No importa Matt, ahora dormiremos con Alex. Disfruta y cuida a Breana porfavor.
—Lo haré, buenas noches chicos—dice y noté una sonrisa en su cara. Yo corté y miré a Alex, que seguía mirándome.
—¿Qué miras?—dije frunciendo el ceño.
—¿No puedo mirarte ahora?—dijo levantando una ceja y dejando el teléfono en la mesita de noche. Volvimos a arroparnos y apoyé mi cabeza en su pecho nuevamente.
—Disculpa por haberme enojado contigo pequeña—dice acariciando mi espalda.
—No importa—dije cerrando mis ojos, y sintiendo como cesaban las caricias en mi espalda mientras caía dormida.
Ugh disculpen la ausencia umu estoy comenzando a quedarme sin inspiración, pero hoy, es el cumpleaños de Alex, la razón por la cual escribo esta novela, el es mi inspiración y su música siempre me levanta los ánimos. Es un genio de las letras y se que lo seguirá siendo. Y además de eso falta poco para TLSP
oSEA, ESTARÁN EN COACHELLA, MILEX FOREVER
ok me bajo de la mesa
disfrútenlo y bai, hasta en unas semanas más(lo que me demoro en escribir un cap🌚) y por cierto, ya casi somos 2k, muchas gracias:)
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Do me a favour {Alex Turner}
FanfictionArianne no se esperaba la pesadilla que venía tomada de la mano con su gran sueño. Quizás no fue tan malo, pero de verdad quedó marcada por siempre; por aquel hombre de apariencia dura, cigarros por doquier y esos besos que tanto la vuelven loca. '...