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El trayecto al centro comercial se hizo largo, me lo pasé en silencio, y Alex de vez en cuando me enviaba miradas preocupadas y llenas de angustia.

Me siento impotente, no estoy enojada en lo absoluto, solamente tengo impotencia, de haber creído que esto era para siempre. Me quede consumida en mis pensamientos, y Snap out of it sonaba de fondo en la radio. Forever isnt for everyone, is forever for you?.

Las letras de la canción resuenan en mi cabeza. Yo fui la inepta que creyó que seria para siempre, que se quedaría a mi lado, tal como planta en la tierra, clavando sus raíces en mi, y sujetándome con fuerza, sin dejarme ir. Debería aprovechar los días que le quedan acá, no conmigo, en algún bar, con alguna otra mujer que de verdad merezca su amor.

—Ya llegamos—dice Alex parando el auto. Desabrocho mi cinturón de seguridad y me bajo del auto. Cierro la puerta, y Alex bloquea el auto. Alex rodea el auto hasta llegar a mi y me abraza. Unas lágrimas se acumulan en mis ojos, pero las alejo.

—¿Todo bien, pequeña?—dice acariciando mi cabello. Yo niego con la cabeza y Alex me suelta inmediatamente. Sujeta mi cara con sus manos y mis ojos se ponen llorosos, Alex suspira y cierra los ojos. Vuelve a abrazarme mientras me consuela.

—No quiero que te vayas, te he agarrado mucho cariño, y tengo miedo de perderte, Al. En este poco tiempo que llevamos juntos me di cuenta de que te amaba, y no quiero que llegue otra mujer, y te conquiste, no quiero perderte para siempre, y me cuesta aceptar que me seguirás amando por el resto de tu estancia aquí—digo entre sollozos.

—Cariño, mi amor por ti es inigualable, ninguna mujer ni hombre romperá el enlace de nuestros corazones. Nada podrá separarnos, y yo me asegurare de estar cada día a tu lado, amándote y cuidándote, y queriéndote cada día más. Sorprendiéndote con detalles tan pequeños que alegraran tu día. Me hice una promesa de no emborracharme ni drogarme. De no engañarte con ninguna mujer hasta que te vuelva a ver. Hacerte mía todos los días y noches, de todas las maneras posibles. Nunca dudes esto, te amo—dice finalmente y me besa lentamente. Sus labios suaves como el terciopelo danzan con los míos, mientras entrelazo mis brazos en su cuello. Sus manos van a mi cintura y me apretan más contra el. Nos quedamos sin aire y nos separamos. Lo abrazo fuertemente por un largo rato, y luego decido arreglar mi cabello y mi ropa. Arreglo un poco la ropa y cabello de Al y tomo de su mano, para comenzar a arrastrarlo al centro comercial. Fuimos a una tienda y ahí compre una polera y una falda.

—¿Solamente comprarás eso?–dice Alex mirándome confundido.

—No me gusta comprar mucho.

Alex me sonríe.

—Eres bastante especial, me gusta.

Me encogí de hombros.

—Así soy yo.

—Cada vez te amo más—me dice sonriéndome. No puedo evitar sonrojarme. Terminamos de pagar y lo tomo de la mano. Salimos de la tienda y una horda de fotógrafos nos aborda. Flashes por todos lados y preguntas.

Alex toma con fuerza mi mano y me mira, yo lo miro y sonrio.

—¿Son novios?—pregunto un periodista y el resto se quedo callado, esperando la respuesta de Alex. El suspira y se arregla el cabello con la mano restante.

—Si, ella es mi novia—dice con total seguridad y me da un piquito. Luego de eso me arrastra hasta el estacionamiento y entramos al auto.

—Lo hice, ahora todos sabrán que somos novios—dice mirándome y sonriéndome cansado. Yo asiento y tomo su mano, sonriéndole cálidamente. El me sonríe de vuelta y arranca el auto.

Do me a favour {Alex Turner}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora