Harmless [Star Trek 2009]

Parte IV

— ¿Por qué se hará esto, señor?

—Ya se lo mencione, quiero ver si eso tiene algún efecto en su situación actual. No tiene sensibilidad física, ante cualquier estímulo de dolor. Su sangre está infectada…

— ¿Y cree que con esto se descontaminará?

—Es lo más probable, pero quiero tener un informe cada mes. Recuerde que no se encuentra mentalmente estable

 

Las transfusiones de sangre tenían que ser cada mes, y cada cambio en mi estado de salud, física y mental debía ser informado de inmediato al Almirante Marcus. Bones se encargaba de eso, en realidad era sólo eso… y yo no era la que pedía toda esta atención, en realidad, todo era gracias a Alexander Marcus.

Pase más de dos horas en la enfermería, recibiendo sangre. Jamás entendí el por qué, pero desde que tenía memoria… eso siempre pasaba cada mes.

Tuve un ligero sueño… una parte de mi sabía él porqué de esto, pero sólo recordó aquella conversación entre Bones y el Almirante. Se suponía que estaría inconsciente, más lo escuchaba todo. De nuevo, la misma pregunta me retumbaba en  la cabeza ¿Qué era yo? Y él único en tener las respuestas era Marcus. Los demás sólo sabían pequeñeces al igual que yo, fragmentos de pláticas con Marcus.

Nina tenía razón, pero no me sentía que este lugar era donde debía pertenecer ¿Y sí la verdadera razón es por qué debo hacer algo qué alguien no puede y me está usando? Una vez más estaba confundida y en eso era en lo único en lo que pensaba. En realidad, no me había preocupado en que Jim no estuviera o que estábamos en una situación crítica. Estaba vagando en mis propios pensamientos, teniendo sueños que en realidad no tenían coherencia, o quizás sí, pero no me tocaba interpretarlos.

—Vamos, Munro… Despierta —escuche un susurro—. Munro, Spock te necesita…

— ¿Qué? —Dije apenas audible.

—Te quedaste dormida, como siempre… Spock te está buscando…

Pasaron unos minutos para hacerme a la idea de que estaba de vuelta en la realidad. Sacudí la cabeza un par de veces antes de reincorporarme e ir al Puente. Miré a mi alrededor y todo era lo mismo ¿qué esperaba que cambiara? La verdad, estaba muy confundida que la cabeza me daba vueltas. Salí de la enfermería y noté que Bones comenzaba a escribir. Conocía muy bien en donde escribía. Era parte de mi expediente, Bones siempre lo tenía, sólo para escribir. Era como una libreta y después la enviaba a Marcus, pero siempre tenía una libreta para “mi caso”.

Antes de llegar al puente me encontré con Spock.

—Pensé que te vería… —me callé cuando vi su expresión— ¿Pasó algo?

— ¿Qué se siente? —dijo sin mirarme.

— ¿Disculpa?

—Emery… tú perdiste a tu madre y a tu padre, no has vívido con tu padre, dime… ¿Cómo puedes lidiar con eso?

Me quedé pensando en sus palabras. Había perdido a mis padres y sobre Thomas, a él lo quería como un padre, pero no sabía cómo sentirme. Intente recordar aquel día en el que Marcus me separo de él.

—La verdad… era muy pequeña cuando ellos murieron, y sobre Thomas, puedo decir que me sentí sola por un par de meses. Spock… ¿qué pasa?

—Me siento así en estos momentos, además de una rabia incontrolable…

—Lo más lógico es guardarse los sentimientos y olvidar, pero no eres Vulcano del todo, recuerda tu lado humano, no dejes que eso te afecté  de verdad…

—Tiene razón —intento sonreír un poco y comenzó a caminar—. Supongo que Kirk te querrá en el Puente.

Me limité a decir algo y lo vi irse. Entendía sólo un poco de cómo se sentía Spock, pero nuestros casos eran totalmente diferentes en cada punto de ello. Camine hacía el puente. La cabeza aún me daba vueltas pero hice un esfuerzo de mantener la concentración. Al entrar, Nina me intercepto.

—Lo siento… —musitó.

— ¿Qué?

—Lo siento, reaccione impulsivamente…

—Descuida, me hiciste pensar, gracias

—Y sobre Jim… lo siento mucho… No me pude controlar

—Nina, basta… las cosas pasan, no te puedo odiar por eso. Tú tranquila

— ¡Munro! —Jim grito desde el centro de la nave—. No sabes cuánto me alegra verte de nuevo… Nina, tu siempre tan linda —le guiñó el ojo—. ¿No debías hablar de aquello con Chekov? Tiempo, Nina… no tenemos mucho…

Nina me sonrió un poco, antes de ir con Chekov, mientras Jim se sentaba de nuevo en la silla del Capitán.

—Siento que me perdí de mucho…

—No mucho, sólo que como verás soy Capitán ahora y supongo que has de intuir que es lo que haré ahora.

— ¿Darle fin a esto? —sonreí dando a entender el sarcasmo.

—Exacto pero te necesito en el puente, y justo de eso quiero hablarte

—Lo que tú digas… —Alcé los hombros un poco mirando a mí alrededor confundida— ¿Para qué?

—Es muy obvio, Munro. Te necesito, sin ti no podría hacerlo… digo, con todos ellos puedo, tengo una gran responsabilidad pero tú… Tú haces las cosas diferentes, haces que me olvide de todo

—Ajá…

—Vamos Munro, te lo digo de verdad…

—Lo sé… y yo sólo estoy contestando. Dime ¿qué paso en Delta Vega?

— ¿A qué te refieres?

—Sabes a lo que me refiero, se cuando ocultas algo…

—No puedo decirlo

—Oh vamos, Jim… No le diré a nadie. Sabes que no lo haría.

—Te lo diré, cuando esté seguro de que nada, absolutamente nada pasará. Ahora, ve con Nina y Chekov… necesitan tu mente.

Cuando me acerque a Nina y Chekov, Nina decidió irse, alegando que tenía que preparar algo. Le pregunté a  Chekov de que estaban hablando pero él no contesto. Insistí un par de veces hasta que lo hice hablar.

—Termino —dijo con ese acento que lo caracterizaba.

— ¿Qué? —pregunté confundida.

—Vamos, no lo hagamos más difícil. Aunque lo es para mí y no para ti, pero es mejor así, sin que fuera doloroso del todo…

—No comprendo…

—Te estoy dejando libre… como se dice… siempre es difícil hablar contigo. Estoy terminando contigo, es lo mejor para los dos… Siempre estará Jim presente.

Solté una ligera risa y bese su mejilla. Chekov era más un hermano que algo más. Sólo no quería que resultara una confesión como la de Nina. Me sentía mejor… pero aún quedaban más preguntas sin contestar y siento que en un momento, todo había cambiado y yo seguía siendo la misma.