El Prófugo

Un nuevo miembro llega a la familia

Narradora:

-Ese muchacho me pareció un buen chico, aunque noté algo raro cuando Cristall me entregó el dinero.

-¿Qué notáste amor?

-Le llama la atención el dinero, pero...no, no creo... -pensativo.

-¿No crees qué Victor?

-Que sea un ladrón...no, mi hija no es tan fácil para estar con un mal chico. ¿Tú qué opinas de él?

-Pues es muy apuesto, tal para cuál.

-Sí, mi hija es hermosa...

*Con Michael y Cristall*

-¿Qué opinas de mi padre Mike?

-Es un buen tipo.

-¿Y de la zorra de Miranda?

-Con todo respeto mi amor, pero me molestó que estuviera de arrastrada conmigo.

-Lo sé, ¿crees que a mi no? ¡Siéndo TÚ mi novio y ella MÍ madrastra!

-No sé por qué las madrastras siempre odian a sus hijastras, o bueno, la mayor parte de los casos.

-¿Estereotipo de Cenicienta?

-Quizá sea un estereotipo -se encogió de hombros

-Pero esto no es odio, es falta de respeto a mi pareja, a tí.-se quedaron callados por unos segundos hasta que Cristall decidió romper el hielo.- Oye amor, tenemos que trabajar, hoy tengo medio día de trabajo.

-Yo igual, pero yo trabajo en la tarde.

-Y yo en la mañana -Michael tragó saliva -¿Te gustaría acompañarme? -Negó rápidamente con la cabeza.

-Es que tengo que hacer un papeleo en la mañana para que puedan ascenderme.

-Ok, está bien, entiendo que no te agrade mucho la cárcel, ni a mi me agrada, pero es en el único trabajo en el que me aceptaron y así podría mantener a mi padre y a mi

-¿Y Miranda? Ella puede mantenerlo, ¿por qué tú?

-Porque soy su hija

-Y ella su esposa, tiene más dereho de mantenerlo que tú.

*****3 años después...*****

Narradora:

Cristall salió del baño de la recámara principal cubierta con una bata de baño y el cabello suelto; Michael, su ahora esposo, estaba semidesnudo recostado en la cama.

-¿Estás listo? -Tomó las cintas de la bata para abrirla.

-Nunca he estado más listo.

Cristall se abrió la bata y la dejó caer al suelo, dejándo al descubierto su sexy cuerpo semidesnudo, sólo quedaba su braga y esa hermosa barriga mostrándo a un bebé en plena formación. Michael quedó sorprendido.

-¿Y?

-Sé que eres hermosa, me sorprendiste desde el primer día en que te vi desnuda, esa perfecta cintura, tus curvas, tus piernas largas y torneadas. Pero nunca había estado tan sorprendido como ahora. Luces hermosa con ese bebé en tu vientre.

-¿Tal como una ballena? -se fue acercándo a la cama.

-No te ves como una ballena Cristall, te ves preciosa, sigues teniendo esas curvas perfectas y tus pechos... -se sentó en la cama acercándose a Cristall, quien seguía de pie, tocó sus grandes pechos con esos hermosos pezones erectos. Cristall gimió.

-Oh Michael, me encanta que me toques.

-He disfrutado mucho estos días de tu incapacidad.

-Y yo, adoro hacer contigo el amor todo el día y toda la noche -Bajó la mano y tocó el miembro erecto de Michael aún cubierto por el boxer.

--No oigas esto mi amor -tocó el vientre de Cristall mientras le susurraba a su hijo.

--Déjalo, tarde o temprano se enterará de nuestras travesuras adultas. -Michael tragó saliva nervioso, la palabra "travesura adulta" la ligaba con delincuencia e ilegalidad. --Estás temblándo y empezáste a sudar -Michael asintió y se limpió el sudor con su muñeca izquierda.

-Lo siento amor, tu cercanía me intimida, al igual que tu cuerpo...