Dame otra oportunidad

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Narra Cristall:

Me siento triste por Michael, creo que a pesar de todo lo amo.

Después de haberlo entregado me arrepentí, mi hijo se quedaría sin papá. Michael en verdad me amó, hizo todo lo posible por estar conmigo, porque lo aceptara, y sí, es difícil cambiar o dicimular siendo un ladrón, tarde o temprano tendría que haberlo descubierto.

Su mansión, no me dan muchas ganas de seguir viviendo aquí, ¿qué tal si también la robó? Mi padre y mi tía dicen que van a investigar si es robada o no, y si los dueños de dicha preciosidad están muertos, la prisión hará que Michael la pague con todos sus robos, claro, tampoco sería honesta la compra, pero al menos no sería tan incómodo vivir en un lugar que ya es mío.

Pienso pedirle el divorcio a Michael, no es porque ya no lo ame, al contrario, con el trato que me brindó ¿cómo dejarlo de amar? Sería una ingratitud, pero no quiero que mi hijo tome su ejemplo y yo no quiero tener un ladrón y un prófugo como esposo...

-Nena tranquila -estaba llorándo en el hombro de Miranda.

-¡Es que no es justo! Me mintió...

-Porque te amaba y estoy segura de que te sigue amándo.

-Hija, ese hombre se enamoró profundamente de tí. No sabes de lo que somos capaces cuando nos enamoramos de una chica.

-Me costará trabajo ir a la prisión a cuidar a mis reclusos.

-Lo sé, pero intenta soportarlo.

Narradora:

***Con Michael***

-¿Qué pasa? Pareces niñita lloriqueando por una vieja traicionera.

-No es ninguna vieja traicionera, soy un peligro para mi hijo. -le dijo a un compañero de celda; luego se dirigió a la policía- Catlyn, por favor, déjame salir, cambiaré por amor a mi hijo. -Puso ambas manos entre las rejas.

-Mira Michael -se paseaba por la celda de Michael agitándo su macana- yo puedo darte una oportunidad porque mi sobrina, cuando era tu novia, me contaba maravillas de tí, le dejaste un buen sabor de boca, pero ahora, gracias a ese viaje tan costoso y sospechoso, la decepcionáste, dudo que quiera verte, le será difícil aceptarte otra vez en su casa, que tu hijo se entere de quién es su verdadero padre. Yo puedo, ella no.

Entonces llegó Cristall a trabajar, su nariz estaba roja, sus ojos hinchados y rojos, Michael la hizo sufrir mucho al final de esa hermosa relación que habían construido, las expectativas de Cristall estaban totalmente erradas.

Narra Cristall:

Por desgracia tengo que pasar por las celdas de los presos adultos, donde se encuentra Michael. Corrí y me dirigí a mi área, pero al pasar por la celda de Michael escuché su voz que me llamaba, lo ignoré. Me senté a llorar enfrente del tutelar de menores, mi área, cuando veo que mi tío, el jefe de policía me toma del hombro, se arrodilla a mi lado y me dice:

-Sé que es difícil saber que tu esposo es un ladrón, pero un hombre por amor es capaz de cambiar -me tomó de la barbilla e hizo que lo mirara. - ¿Crees que puedas darle otra oportunidad?

-¿Y si no cambia?

-Me llamas y lo detendremos más tiempo -asentí.

-Cristall, ¿crees que puedas ir con Michael? -me dijo mi tía.

-¿Para qué? -dije sin importancia.

-¿Puedes, sí o no? Gerardo se quedará con ellos.

-Está bien -dije de mala gana, mi tía me llevó a su área, su mano la había posado en mi espalda y caminamos hacia allá.

Me alejé de la celda de Michael, y divisé que con un trozo de ladrillo estaba escribiéndo en las paredes: "Te amo Cristall", "No puedo vivir sin tí", etc. Cuando en una pared, a lado de su cama decía: "One more chance" ("Dame otra oportunidad") Me quedé sorprendida al leer lo que decía, parecía un poema o una canción (que ese suele ser su pasatiempo preferido). Decidí acercarme, él dejó de escribir, se levantó y me miró, sus ojos se abrieron y sus pupilas se dilataron, sacó una mano de entre las rejas e intentó tocarme, pero yo no quise tocarlo.

-Supongo que ya viste lo que estoy haciendo. -asentí.

-¿Qué es eso?

-Una canción que escribí para tí.

-Me gustaría oirla -"Mierda, ¿qué es lo que dije

Michael empezó a cantar, su voz se oía hermosa; decidí acercarme y nos tomamos de las manos, él tras las rejas y yo fuera de ellas, los dos comenzamos a llorar.

-Te amo Michael y no dejaré de hacerlo-le susurré.

-Te amo más Cristall. ¿Crees que puedas darme otra oportunidad? Ya habló el jefe conmigo.

-¿Ya no te esconderás más?

-No nena, cambiaré, por Prince y por tí.

-No quiero que Prince se quede sin papá y menos que sepa que su padre es un ladrón.

-Haré todo lo posible por cambiar, mi Prince jamás sabrá que su padre fue un ladrón y si tú decides, tampoco se quedará sin papá.

-Mi amor, si caes en lo mismo ahora sí te pido el divorcio.

-Eso significa que...que ¿me darás otra oportunidad? -Apreté los labios para no llorar y asentí.

-¿Abres tu la reja mi niña?

Mi tía me ofreció las llaves de la celda de Michael, las tomé y abrí su celda; nos abrazamos y lloramos, aunque no me crean, todo un día sin él es difícil de soportar. Salió de su celda y la cerré. Los demás presos que se encontraban allí me gritaban:

-¡Yo también te amo Crisal!!! Sácame de aquí!!

Michael, mi tía y yo echamos a reír.

-Eres libre siempre y cuando cambies Michael.

-Gracias Catlyn y perdón por lo que te hice.

-No me afectaba, no me hiciste nada grave, ahora cuida de mi niña y de mi sobrinito, e intenta ser un buen padre, un buen esposo y un excelente ejemplo.

-Lo haré Catlyn.

-¿Amor, qué pienas hacer con todo lo que robáste?

-Ya pensé en eso nena...

El PrófugoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora