Capítulo 22: Llamada.

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¿Nunca has sentido nervios por volver a la escuela? ¿si? Bueno, multiplica eso por el ser una futura reina. Mi suerte cada día cambiaba de humor y a veces las cosas me salen locamente mal... o bien. Depende de lo que pase... creo...

Pero hoy, justamente hoy, solo una cosa me ha salido bien. El copo de nieve que llevo en la mano, ¡y yo no lo hice!"

-¿Pero que...? ¿¡Dónde está todo el mundo!?-gritó Anna mirando alrededor-¡Solo hay estudiantes!

Y era verdad. No había ni un fotógrafo a la vista. Solo los estudiantes que solíamos ver a diario todos los días. Todos nos miraban de manera muy extraña. Algunos se nos acercaron. Mi mente no podía estar más confusa en ese momento.

-¿Acaso es alguna especie de milagro divino o qué?-se ría Mérida mientras ajustaba el bolso sobre el hombro.

-A esto le llamo yo un golpe de suerte-comentó Eugene quien inmediatamente chocó los cinco con nuestra pelirroja amiga.

-A eso "golpe" o "milagro" lo llamaría Norte.

Me voltee y una pequeña sonrisa creció en mi cara.

-¡Aster! ¿no se supone que debías volver a casa?-le pregunté mientras intentaba evitar no sentir las miradas de todos los demás detrás de mi.

-Norte se quedará con ellos-respondió cruzando los brazos-Y eso fue una bendición, no quería estar cerca de Frost...

-¿Qué pasó con los fotógrafos y los de la tele y todo el circo ese?-preguntó Hiccup haciendo gestos raros con las manos mientras hablaba.

-Norte les hizo que ustedes-no señaló a Anna y a mi-estaban en otro lugar. Y le pidió a su viejo amigo, quien su director, que ningún estudiante diga una sola palabra de esto o sería expulsado.

-Espera, ¿qué?-Anna sonrió-¿¡Hoy vamos a poder hacer lo que queramos sin que esos molestos de la televisión nos molesten!?

-Anna, ¿qué te dijo Punzie sobre gritar en lugares públicos?-le preguntó Aster sonriendo de manera burlona hacia ella.

-Una princesa no hace eso.

Me reí.

-Pero Punzie no está aquí-le dije mientras apoyaba una mano sobre su hombro-y como tu hermana mayor te doy todo el derecho de gritar como la loquita que eres.

-¡No soy loquita!-sonrió ella-Soy normal a mi manera.

-¡Elsa, Elsa, Elsa, amiga mía!

Me doy la vuelta y veo a quien creí que a estas alturas ya ni estaría en esta escuela. Justo cuando creí que algo bueno iba a venir.

-Tooth-gruño Anna mirándola. Nunca se llevaron bien.

-¡Anna!-sonrió ella y miro a mi hermana de arriba a abajo.-Te ves... mejor que nunca. De echo, nunca te había visto tan bien arreglada. Antes parecías una vagabunda.

Mérida agarró a Anna del brazo para calmarla y le susurró algo para que se le bajaran los humos. Tooth sonrió complacida y me miró.

-¡Elsa! Justo a quien estaba buscando. Ven-me tomó del brazo y comenzamos a caminar hacia la escuela. Todos comenzaron a miran y susurran. Algunos ni nos miraban y eso me alegraba.-Dime, ¿cómo haz estado? Seguro estás agotada de tantas cosas sobre que eres una futura reina y... ¡A quien engaño! ¡Tiene que decirme todo acerca de ser una reina!

De acuerdo. Esto ya me esta dando mucho miedo. Me solté del agarre de Tooth y ella me miró extraño.

-Tooth, ¿qué diablos te sucede?-le pregunté.

Diario de una Reina |Jelsa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora