Diario de una Reina |Jelsa|

Capítulo 4: El Rey de Arrendelle.

-Soy un rey-Murmuro nuestro abuelo.

Okey, por ahora..nada va normal. Acabo de descubrir que mi abuelo del que cuya existencia NUNNCA supe viene y me dice que un REY. Por ahora, todo lo esperado en un dia martes..un segundos..¿¡Martes!? ¡La escuela! ¡LLEGARÉ TARDE!!.

Me paré del sillon donde me encontraba, jamas he llegado tarde.

-Anna-La llamé-La escuela-

Un golpe en la puerta me interrumpió ¿Quien podria ser? Y al segundo siguiente, la puerta se abrió dejando a la vista a un chico de creo mi edad de cabello gris casí blanco, ojos grises claros, llegaba un traje de guardaespaldas pero sin los anteojos oscuros, tambien un mini auricular blanco el cual estaba en su oído.

Norte se dio la vuelta mirando al joven.

-Aster ¿Que sucede?¿No vez que trató de hablar con mis nietas?-Le preguntó Norte algo indignado.

Aster me miro de los pies a la cabeza, luego fino su vista en Anna y en mis amigos. Al final volvio a Norte.

-Perdoname señor, pero deben ir a clases-Le informó con cara seria. Me robandome las palabras de la boca.

Norte se paró y nos miro a mi y los demás.

-¿Y que esperan? Van a llegar tarde si no se apuran-Nos dijo poniendo las manos en su barriga. Con una gran sonrisa.

Yo sonreí agradecida y salí corriendo escaleras arriba hacia mi cuarto. Me puse rapido el uniforme desaciendome de la ropa del funeral de mis padres, me la quede mirando un segundo ¿Enserio estoy lista para seguir sin ellos?.

-¡Elsa apurate!-Gritaron Anna y Merida desde el otro lado de la puerta, posiblemente llegemos tarde, mierda.

Abrí la puerta de la habitación ya lista y las deje pasar para que se pongan en uniforme tambien, Eugene y Hiccup ya estaban listos tambien. Los tres bajamos donde Norte miraba la falda de mi uniforme con desaprobación.

-¿No esta muy corta?-Me pregunto cruzado de brazos. Detras de el se encontraba Aster quien tambien miraba mi falda con cierta desaprobación.

-Creeme que lo sé y lo odio-Dije riendo, jamas habia tenido este tipo de charla.

Norte se fijo en los torpes que tengo por mejores amigos, quienes peleaban por quien iria a la cabeza hoy con las patinetas. Siempre pelean por eso, aunque siempre termina siendo Anna quien va a la cabeza.

-¿Alguno de estos jovencitos es tu novio?-Pregunto Norte de la nada.

Mis ojos casi se salen de sus orvitas, elijo cortarme un brazo antes de salir con Hiccup o Eugene. Ellos tambien se miraron, me miraron y explotamos en carcajadas.

-¿¡Novios!?-Pregunte sostiendo mi estómago-¡Jamas en la vida sería novia de estos decerebrados!-

-Oh..lo siento-Se disculpó Norte, sera difícil llamarlo abuelo a decir verdad...tal vez..

Anna y Merida bajaron, todos teníamos nuestras petinetas a mano ya listos para irnos. Cuando estabamos en la puerta Norte nos detuvo.

-No creo que vayan a necesitar eso-Nos dijo señalando nuestras patinetas.

Lo miramos raro.

-¿Porque?-Pregunto Anna con una mano en su cadera.

Aster abrió la puerta dejando ver una limosina de color blanco con bordes negros hermosa, había paparazzis afuera y en cuento nos vieron no tardaron en sacarnos fotos con esos molestos flashes cegadores.

-¡Vamos suban!-Nos dijo Norte mientras Aster abria la puerta de la limosina-Y no respondan a nada-

Los paparazzi empezaron con sus preguntas y suposiciones del inframundo.