Sailor Moon Re-escribiendo el Destino

Capítulo 18

ADVERTENCIA

Este capítulo tiene contenido Lemon, si no son mayores de edad no se recomienda que lo lean...

Es mi primer lemon asi que espero que les guste, sean buenas conmigo, comentrn porfa, sugerencias, comentarios e ideas son bienvenidas... Espero que lo disfruten...

CASA AINO:

Mina: Yaten, muchas gracias por mi malteada, esta deliciosa.

Yaten: Es todo un placer, en tanto tu sonrias...

Mina: No pense que podrías tener un lado tan tierno sabes, pero me agrada mucho, siempre te portas de un modo tan gruñón y arisco que, bueno creí nadie podría ser lo suficientemente buena para ti...

Yaten: Mina, quiero ser honesto contigo, todo esto es nuevo para mí de acuerdo, y tampoco quiero que pienses que no te quiero si a veces me olvido de las cosas, como un aniversario o el día de San Valentín o cosas por el estilo, nunca acostumbre a recordar esas cosas y pueda que se me escapen a veces, tampoco se portarme muy romántico...

Mina: Esta bien Yaten, sabes, también es la primera vez que me enamoro de esta manera, antes lo estuve de un chico, pero nunca paso nada serio entre nosotros y el término enamorándose de mi amiga. Aunque eso no fue tan intenso cómo lo que tu me haces sentir... Además tu me gustas por ser quien eres y tampoco pretendo que cambies.

Mina estaba roja como un tomate, sabia muy bien que Yaten tenia un ego casi tan grande como el de Seiya, pero no le importa decirle cuales son sus sentimientos.

Yaten: Gracias por entender. Oye y te gustaría ir al cine mañana?

Mina: (dando un enorme salto) Siii, claro que me gustaría...

Claro la elocuente Mina Aino siendo imprudente. Lo que Mina no tuvo en cuenta al saltar de esa manera es que su malteada terminaría bañandolos a ambos...

CASA MIZUNO:

Ami: Asi que por eso estuve estudiando el caso de la mononucleosis, me pareció un tema muy interesante en ese libro de medicina.

Taiki: Pues a mi también me ha llamado la atención, si no es molestia podrías prestarme ese libro?

Ami: Claro, con mucho gusto, aquí lo tienes...

En el momento en que los chicos rosaron sus dedos en el intercambio del libro, una sensación de electricidad los asalto, ambos se veían detenidamente a los ojos, con una intensidad increíble y muchos sentimientos sin expresar con palabras, sin poder apartar la mirada. Sin siquiera pensarlo sus rostros se fueron acercando hasta que sus labios se unieron en un suave beso. Aunque el beso era lento y pausado ambos tenian la sensación de querer más, por lo que el beso se fue intensificando poco a poco, a tal punto de dejarlos sin aire... Mas sin embargo, cuando Taiki abandono los labios de Ami para poder respirar, siguió besandola por el cuello, bajando a su hombro y recorriendo la curva del cuello hasta su oído. Ami por su parte echo su cabeza atrás para poderle dar mejor acceso a Taiki.

Taiki subió nuevamente hasta los labios de Ami, como exigiendo más, mucho más, Taiki se sorprendió al sentir que la mano de Ami guiaba la suya y la depositaba en su pecho y luego esa misma mano se enredaba con los mechones color chocolate de su cabello apretandolo más contra ella. Este comenzó a estrujar el pecho de la chica arrancandole suspiros y pequeños gemidos que se ahogaban en su boca, sentia el cuerpo de Ami estremecerse con cada una de sus caricias, sus lenguas se enredaron en una deliciosa danza. Taiki sentia los estragos que los besos de Ami provocaban en su cuerpo.

Ami metió las manos por debajo de la camiseta de Taiki, sintiendo cada músculo formado y definido tensarse ante el contacto de su mano. Aunque era una sensación deliciosa no era suficiente por lo que en un solo movimiento le quito la camiseta. Taiki a su vez, comenzó la seductora tarea de desabotonar cada botón de la blusa de Ami, hasta dejar al descubierto un par de hermosos senos escondidos tras un sujetador, Ami estaba tan roja como un tomate, pero era un perfecto contraste en su piel. Sus respiraciones estaban agitadas, aunque también estaban deseosos de continuar. Taiki desabrocho el sostén de Ami, era una suerte que se hiciera del frente, pues así pudo admirar a su novia en todo su esplendor.