Capítulo 12

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-Creo que será mejor que entremos.-propuso Harry. No era una mala idea estar en la cabaña.

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Una vez dentro recogimos las películas y Harry las metió entre sus cosas.

-¿Qué quieres hacer?-me preguntó, me encogí de hombros sin saber que decirle.

Alguien abrió la puerta de sopetón, grité y corrí a refugiarme en los brazos de Harry.

-Tranquila, soy yo.-dijo Noah, cerró la puerta lentamente y se sentó en su cama.

Gotas de sudor perlaban su frente y pecho. Pues no tenía ninguna camiseta puesta. Tenía los abdominales bien marcados, se notaba que iba al gimnasio. Me sorprendí a mi misma babeando por el físico de Noah, el cual siempre estaba tapando por camisas largas y pantalones cagones. Rezaba para que ninguno de los dos se hubiera dado cuenta de mi insistente mirada sobre Noah.

-Me acabo de enterar de que van a organizar otra fiesta.

Bufé, no quería morir incinerada esa vez. Puse cara de estar interesada en la fiesta, pero ambos se dieron cuenta de que no me importaba.

-No estáis obligados a ir claro.-repuso Noah con rapidez.

-Pues yo quiero ir.-comentó Harry. Me separé de él como si estuviera apestado. Él me miró algo extrañado, pero luego se dió cuenta del porqué de mi reacción.-Oh vamos, Cecily, ya no hay peligro alguno.

-Eso dices tú.-bufé y me alejé más de él de espaldas, di un traspiés y caí al suelo de culo.

-¿Estás bien?-preguntaron los dos a la vez.

Ambos se acercaron a ayudarme a levantarme, pero rechacé la ayuda y me levanté sola. Me apoyé en el armario que estaba al lado de mi cama y les miré de soslayo.

-¿De verdad que sí?-preguntó Harry acercándose a mi. Me moví hacia la puerta del baño, Harry entrecerró los ojos, siguiendome con la mirada.

Asentí y entré en el baño, cerré la puerta con llave para que nadie pudiera entrar.

-Le pasa algo, se le nota.-dijo Noah.

-Ya lo veo.

Me apoyé en la puerta del baño y me dejé caer lentamente hasta quedarme sentada en el suelo. Podía oirles hablar perfectamente metida en el baño, así que me quedé allí.

-Creo que ha sido culpa mía.-comentó Noah.

-Que va. He sido yo, he dicho que quería ir a la fiesta y por eso ahora está así.

-En realidad hemos sido los dos.-dijo Noah.

Apoyé la cabaza en la puerta y cerré los ojos. Oí pasos acercarse y supe que se trataba de Harry.  

Tocó la puerta con los nudillos.

-¿Puedes salir? No estás obligada a ir a ninguna fiesta.

Sabía en todo momento que no estaba obligada a ir, pero que Harry quisiera ir a la fiesta a penas habiendo pasado un día del incendio me hervía la sangre.

-No iré a ningún sitio si tú no quieres.

Abrí los ojos y miré al frente, no pronuncie palabra alguna.

-Hasta Noah no irá.

-¡Eh!-se molestó Noah, supe que Harry le lanzaba una mirada de <Ayudame, ¿no?>-Quiero decir... claro que no iré a ninguna fiesta.

Me reí y me levanté del suelo, abrí la puerta y miré a Harry.

-¿Lo ves?

Solo sonreí. Coloqué los brazos en jarra y les miré a los dos con los ojos entrecerrados. Ellos sostuvieron la mirada casi sin peatañear. Desde fuera parecíamos tontos, personas con tan poca vida social que se divertía sosteniendo la mirada de varias personas.

-¿Queréis ir a la fiesta?-hablé por fin.

Se miraron mutuamente, sabiendo perfectamente lo que tenían que decir.

-No.-dijeron al unísono.

-Mentirosos.-solté una risa desenfadada.-Iremos a esa fiesta.

-¿Y ese repentino cambio de pensar?-preguntó Harry.

-No voy a amargarme pensando en ese incendio. Ocurrió, sí, pero es el pasado. Debemos aprovechar eln poco tiempo que nos queda y divertirnos. ¿O no?

Rieron y asentieron con la cabeza, Harry me abrazó.

-¿Cuándo es la fiesta?-le pregunté a Noah cuando Harry dejó de abrazarme.

-Dentro de dos días.

-¿Tan sólo quedan cuatro días para que termine el campamento?-pregunté muy sorprendida, apenas sin poder creerlo.

-Es increíble lo rápido que pasa el tiempo.-dijo Noah.-¿Me dejáis pasar? Necesito darme una ducha.

Nos alojamos del baño y nos tumbamos en la cama, miramos el techo, estaba hecho un asco. Incluso una diminuta araña correteaba de un lado a otro.

-Deberían darle un cambio de imagen a las cabañas. O a todo el campamento. Esto está hecho una porquería.

-Pasarán años antes de que arreglen todo esto.

-Mejor tarde que nunca.-musité y apoyé la cabeza en su pecho.

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Noah salió de la ducha únicamente con una toalla enrollada en la cintura. Seguía mojado, el pelo húmedo le caía sobre los ojos, sus mejillas estaban rojas por el calor del agua.  

¿Desde cuándo dejaba que se le viera tanta carne? ¿Había alguna chica especial?

-Oye Noah.-me miró.-¿Hay alguna chica que te guste en el campamento o tienes alguna en tu ciudad?

La pregunta le pilló por sorpresa porque abrió los ojos como platos.

-La verdad es que no.-su tono de voz parecía sincero.

-Pero seguro que hay miles de chicas derritiéndose por tus huesos.

Noah rió con fuerza.

-No lo creo, pero gracias de todos modos.-me guiñó un ojo y yo le saqué la lengua.

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Apenas quedaban tres horas para que comenzara la fiesta. Los dos días habían pasado a una velocidad de vértigo.

Seguía sin poder decirme entre dos vestidos. Uno era negro, muy pegado al cuerpo, sin asillas y escote en forma de corazón. El otro era más suelo, de color azul, tenía asillas finas, y escote en forma de corazón.

-¿Cuál es mejor?-le pregunté a Harry. Necesitaba ayuda para poder decidirme.

-Mmm... el azul.-me alegré de que escogiera ese, en el fondo lo prefería. Era más fácil bailar con él.

Me hice tirabuzones en el pelo, pero dejé algunos mechones lisos para que contrastara mejor. Me maquillé y coloqué algunas pulseras doradas en mi muñeca. También me puse mi perfume favorito, que también era el de Harry.

-Madre mía.-soltó Harry al verme.-Estás mejor que la otra vez.

-Gracias.-me sonrojé un poco y entonces le miré. Él si que estaba mejor que la otra vez.

Iba vestido de traje negro, con una camiseta de botones blanca y una corbata a rayas de color azul y blanco. Zapatos de vestir negro. Olía increíblemente bien.

Más tarde, apareció Noah, que iba vestido casi igual que Harry, pero sus zapatos eran incluso más negros que los de Harry y la corbata era de color roja.

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Al llegar a la fiesta a penas había gente.

Miré a Harry, y luego a Noah, que estaban tan sorprendidos como yo.

¿Acaso tenían miedo de otro incendio?

Al terminar de preguntármelo comenzó a llegar gente a tropel. Subieron la música tanto que apenas oias a la persona que tenías al lado.

-Voy a buscar unas copas.-dijo Harry, asentí y me arrimé a Noah. Pero él había desaparecido. Se estaba yendo con Harry.

Suspiré, genial, estaba sola.

Save my heart (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora