Capítulo 4

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-Cecily, es por aquí.-Noah me agarró de la mano y me hizo seguirle.

-¿Seguro?-pregunté no muy segura.

-Llevas viniendo al campamento 5 años seguidos y no sabes donde está la enfermería.

-Nunca me ocurrió nada para tener que ir...-dije muy bajito.

-Anda, sígueme.-dijo y asentí, su cabello rubio se movía con el viento, al igual que el mío.

Estaba preocupada por Harry, apenas nos habíamos separado media hora y ya estaba en la enfermería. Según me había dicho Noah, se había hecho un leve esguince de tobillo.

Toqué la puerta despacio, no quería dar a entender que estaba desesperada por verle.

-Hola, chicos.-saludó la enfermera sonriendo.

-Hola.-saludamos Noah y yo al unísono.

-Está al fondo.-nos indicó la enfermera. Asentí y caminé rápidamente hacia la camilla en la que se encontraba Harry.

-Oh, Harry.-suspiré y le abracé con cuidado de no hacerle daño.-¿Te duele?

-Solo un poco, pero es normal. Al parecer debo tener este yeso durante una semana y media. No podré hacer absolutamente nada.

-Puedo quedarme a cuidarte.

-Me encantaría.-se mordió el labio inferior y me miró con picardía.

-Sigo aquí.-dijo Noah entre risas.

Harry y yo reímos también.

-Creo que aquí sobro.-dijo pasándose la lengua por los labios.-Adiós chicos.

-Adiós, Noah.

-Hasta luego.-suspiró Harry.

Me senté en la cama, observándole el tobillo escayolado.

-¿Seguro que no te duele?-pregunté recorriendo con mis dedos su pierna.

Harry sonrió y negó con la cabeza.

-Ya nada...-respondió él acariciándome la mano.

Le miré y me quedé callada, en aquellos momentos no sabía como debía actuar. No sabía ligar, pero Harry parecía todo un experto, parecía que había nacido para ello.

La enfermera se acercó a nosotros, Harry siguió acariciándome la mano, sin molestarle la presencia de la enfermera, yo, incómoda quité la mano y le miré cabizbaja.

-¿Puedo quedarme cuidándole?-el preguntar hizo que mis mejillas comenzaran a arder, nunca había querido cuidar de un chico cuando se encontraba mal, ni siquiera de mi hermano pequeño y ahora quería cuidar a Harry. ¿Qué clase de brujería estaba utilizando semejante hombre para atraparme de esa manera?

-Claro, estaría encantada.-sonrió de medio lado, rebuscó algo en su bolsillo derecho: una llave.-Toma; es una cabaña para vosotros solos. Dejareís de ocuparla cuando se recupere.

Asentí y cojí la llave con recelo, imaginando la de cosas que se le habría pasado a Harry por la cabeza al saber que íbamos a estar solos durante casi dos semanas.

Al irse la enfermera Harry me agarró de la mano.

-¿De verdad quieres cuidarme? Voy a ser un estorbo.

-Bueno... sí, no puedes hacer mucho por ti mismo, así que yo te ayudaré.-me mordí el labio inferior y miré su cálida mano haciendo círculos pequeños en la palma de mi mano.

-En ese caso... ¿nos vamos ya?

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Empujé la silla de ruedas en la que Harry estaba sentado, ese sería su medio de transporte durante algunos días.

Save my heart (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora