Save my heart (Harry Styles)

Capítulo 2

Bostecé audiblemente, me frote los ojos, al girar la cabeza, vi a los pies de mi cama a Harry. 

-¿Harry?-le llamé preocupada. Él no movió ni un músculo, tenía los ojos cerrados y el pecho le subía y bajaba con intensidad.-Harry, ¿te encuentras bien? 

Apoyé mi mano derecha en su hombro, abrió los ojos y se levantó de la cama. 

Me quedé boquiabierta. No grité su nombre por miedo a despertar a los demás. Así que me levanté de la cama para ir a la suya. 

Harry me miró y yo me senté a su lado. Le aparté los rizos de la sien, sin poder de dejar de mirar sus ojos verdes. 

-¿Te ocurre algo?-pregunté en un susurro, temí que Harry no me hubiera escuchado.  

-Tuve una pesadilla.-su voz grave me hizo temblar.-Pero estoy bien. 

-¿Estás seguro?-no me fiaba de sus palabras. Harry sonrió y asintió levemente con la cabeza.-En ese caso me voy, todavía no son las 8. 

Al levantarme noté el brazo de Harry alrededor de mi muñeca.  

-No te vayas...-suplicó.  

-Pero si estamos casi al lado el uno del otro. 

-Por favor.-sus ojos brillaban en la oscuridad, sus labios se abrieron para volver a hablar, pero antes de que pudiera me recosté a su lado.-Gracias.  

Apoyé mi cabeza en su pecho, que había recuperado el ritmo normal, pasó un brazo por mi cintura y con el otro acarició mi pelo oscuro. 

No podía dormir, y notaba que Harry tampoco podía. 

Cerré los ojos e inspiré su aroma. Noté como los rayos del sol traspasaban los huecos libres de las cortinas. Supe que la monitora nos despertaría en pocos minutos. 

Al instante tocó la corneta y yo me apresuré a irme de la cama de Harry. 

-Cecily.-me llamó. 

-No.-corté. No quería que nos pillaran y se pensaran que había pasado otra cosa. 

Me encogí de hombros al oir el fuerte suspiro de Harry.  

Me metí en el baño, no me apetecía esperar a nadie. 

Al poco rato oí unos nudillos impactar repetidamente contra la puerta de madera.  

-¡Ocupado!-grité mientras peinaba mi enmarañada cabellera.  

Los golpes se repitieron. 

-Está ocupado.-dije perdiendo la paciencia.  

Coloqué mis cosas dentro del neceser, con la mano izquierda agarré la ropa interior sucia y con la derecha el neceser. Abrí la puerta como pude y miré a la persona que había tocado la puerta.  

-Harry.-susurré.  

Inclinó la cabeza a modo de saludo y entró en el baño.  

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Jugueteé con las puntas de mi pelo, absorta en mis pensamientos.  

El monitor explicaba por tercera vez las reglas de un juego. 

Megan estaba indispuesta, así que hoy no podía verla. Maldecí por lo bajo. 

-¿Cuántas veces tendré que decir que las malas palabras no son dignas de escucharse en una señorita?  

Puse los ojos en blanco.  

-No te importa, Harry.-espeté.-¿A ti que más te da? 

El monitor se acercó a nosotros.