Capítulo 17

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-¿Puedes decirme a dónde vamos?-pregunté por enésima vez.

-Ya lo verás.-me dijo con una inocente sonrisa. Puse los ojos en blanco y suspiré.

-Te voy a matar. Al menos dame una pista.

-Ya lo verás.-repitió. Bufé audiblemente y me cruce de brazos.

-Te odio.-escupí.

-Sé que me amas.-me dijo acariciando una de mis sonrosadas mejillas. Tenía razón, le amaba, pero me ponía de los nervios no saber a donde iba. ¿Y si pensaba secuestrarme? Me reí en silencio, ¿de verdad había pensado que Harry querría raptarme?

-Ya hemos llegado al aeropuerto.-anunció sacándome de mis pensamientos sin sentido.

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Nos sentamos en nuestros asientos correspondientes en el avión. Entonces la azafata dijo en voz alta y clara como el agua:

-Espero que paséis un buen vuelo a Francia. No dudéis en llamarme cuando...-pero ya no la escuchaba. ¿FRANCIA? ¿Había oído bien? Harry se rió y pasó un brazo por mis hombros para después besarme. Pero yo seguía en estado de shock.

-¿Vamos a Francia?-casi grité. Tenía los ojos muy abiertos y las mejillas ardiendo. Harry asintió y yo chillé de la emoción. Todos fijaron la mirada sobre mi, pero no le dieron importancia al darse cuenta de que no ocurría nada malo.

-Ohh Harry.-mis ojos brillaban con fuerza.

-Eres mi princesa, debo llevarte a los mejores lugares del mundo.-le besé. No podía evitarlo, era como respirar. Sus labios se habían convertido en algo que necesitaba para vivir, y no sólo eso, sino él en sí. Le necesitaba.

-Pensé que serías un sapo más. Pero cuando te besé por primera vez supe que eras un príncipe... mi príncipe.

Me besó con tal pasión que pensé que haríamos el amor en aquel momento. Me separé de sus labios y sonreí.

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Ya habíamos llegado a Francia. Estábamos en un taxi de camino al hotel.

Estaba muy cansada por el viaje, así que aprovecharía para dormir.

En aquel momento los suaves dedos de Harry rozaron mi mentón, alzandolo para que le mirase.

-Estás muy callada, ¿te encuentras bien?-preguntó enarcando una ceja mientras me miraba con la preocupación pintada en sus ojos esmeralda.

-Estoy cansada, eso es todo.-dije encogiendome de hombros, no mentía. De verdad que estaba cansada.

-¿Seguro que no es otra cosa?-preguntó mirándome de soslayo. ¿Qué otra cosa podría ser? ¿A dónde quería llegar?

-No te miento, Haz.-susurré, la voz me tembló. Entrecerró los ojos y clavó la mirada en los míos, como buscando en ellos la verdad. Seguramente la encontró, ya que asintió y se acurrucó a mi lado.

Poco rato después el taxi aparcó frente a la puerta de entrada del hotel. Era increíblemente enorme y lujoso por fuera, así que por dentro debería ser más de lo mismo. ¿Harry podía permitirse eso? ¿Estaba saliendo con un niño de papá estúpido y consentido?

Harry colocó la palma de su mano sobre mi espalda, mientras me empujaba levemente, incitándome a entrar al hotel.

No me equivocaba, era enorme. En un principio me pareció estar dentro del lujoso Titanic, pues a primera vista se parecía mucho, aunque el hotel era más moderno y lujoso.

-¿Podría llevarnos las maletas a la habitación, s'il te plaît?

El botones asintió sin pronunciar palabra y recogió las maletas para llevarlas a la habitación.

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-No acabo de acostumbrarme a esto.-le dije a Harry ccn la mirada perdida.

-¿Esto?

-Sí, tanto lujo. No sabía que tuvieras tanto dinero para que pudieras permitirte todo.

-Es una de las ventajas de tener padres millonarios.-se rió.

-No me lo habías contado.

-No lo creí necesario. El dinero no es algo que tenga en mente en todo momento. Es cierto que al tener tanto puedo tener lo que quiera sin preocuparme pero no le presto demasiada atención.

-Haces bien al pensar así. Por eso me gustas tanto.-me besó fervientemente. Coloqué las manos sobre su cuello y succioné su labio inferior. Desabrocho mis vaqueros para luego quitármelos.

-Para...-coloqué ambas manos sobre su pecho, apartándole.

-¿Qué pasa?

-No quiero hacerlo. Al menos, no ahora.

Pensé que se enfureceria y comenzaría a gritarme. Pero no lo hizo.

-No pasa nada.-sonrió. Le devolví la sonrisa y me acurruqué en su pecho.  

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Estaba en la ducha cuando Harry colocó sus manos en mi cintura, pegándome a su cuerpo. Besó mi cuello repetidas veces. Se separó un poco de mi y comenzó a lavarse al otro extremo de la ducha.

Suspiré y me quede quieta bajo el agua, que recorría mi cuerpo relajando mis músculos. Noté la insistente mirada de Harry en mi cuerpo y me giré con brusquedad.

Ambos salimos de la ducha. Me puse un albornoz blanco que había en el baño y me tumbé en la cama.

-Prepara tus cosas. Nos vamos de aquí.-la voz de Harry sonó más grave de lo habitual. Lo sabía, se había enfadado por no haber hecho el amor con él. Debería haberle dejado...

Lancé una rápida mirada a las maletas. Apenas había sacado el neceser y una muda de ropa.

No me fue difícil meterlo todo de nuevo.

Adiós Francia...

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Ni siquiera habíamos pasado un día completo en el hotel, ni en Francia... y nos íbamos a ir enseguida.

Harry apenas me miraba, no supe como reaccionar, si debía hablarle y pedirle perdón. Dejarle...

-Ya hemos llegado a Armagnac.-anunció el taxista. ¿Armagnac? ¿Entonces seguíamos en Francia?

Harry me miró con una sonrisa de oreja a oreja y abrió la puerta. Primero salió él, y luego salí yo. Cerró la puerta y pagó al taxista. 

Alguien vino corriendo hacia nosotros. Al ver a Harry hizo una reverencia, abrí los ojos al máximo. ¿Cuánto dinero tenía para que las personas fueran haciéndole reverencias? Abrió el maletero del taxi y se apresuró a coger las maletas.

Harry me agarró de la mano y me hizo avanzar junto a él. 

Habían muchas cabañas, me hizo acordarme de Noah y del campamento. Pero aquellas cabañas eran tres veces más grandes que las del campamento. Estaban mejor cuidadas y eran mucho más bonitas.

-Pensé que te gustaría recordar las cosas buenas del campamento.-susurró en mi oído.

-Es incluso mejor.-sonreí.

-Sabía que te gustaría.-me devolvió la sonrisa.

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-Buenas tardes señor Styles.-saludó un hombre enorme y robusto. Las arrugas surcaban su rostro. En su cabello comenzaban a aparecer canas. Llevaba un peto vaquero, estaba algo sucio, al igual que sus botas altas, me extrañó que estuvieran así. ¿Dónde me había traído Harry?

Save my heart (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora