Save my heart (Harry Styles)

Capítulo 18

-Oh Pierre, no me llames así.-rió Harry. El hombre, Pierre puso cara de sorpresa pero en seguida se rió con Harry. Su risa era muy grave y fuerte.

-Está bien, Harry.-tenía un acento francés muy marcado.-Pensé que no llegarías a tiempo.

-Ya bueno... Ésta es Cecily, mi novia.

-Hola.-saludé con una pequeña sonrisa.

-Encantado, señorita.-alargó el brazo y nos dimos un apretón de manos.

-Lo mismo digo.-sonreí de nuevo. Harry pasó un brazo por mis hombros.

-No es por interrumpir pero, ¿qué cabaña es la nuestra?

-La de siempre. Nº 16.

Harry me hizo avanzar junto a él tan rápido que ni el más rápido coche de carreras podría alcanzarnos.

Al llegar a la cabaña los recuerdos invadieron mi mente, llenándola de buenos, pero malos recuerdos. No supe como me sentía en aquel momento. Sentía que me invadía la felicidad, pero que también había tristeza y rabia entre toda aquella felicidad.

Entramos en la cabaña y no pude reprimir una enorme sonrisa.

-Huele exactamente igual...-inspiré profundamente con los ojos cerrados, recordando a Noah tumbado en la cama mientras me miraba con su tierna sonrisita de no haber roto un plato nunca. Noah era un amigo especial, le quería mucho. Pero eso no quería decir que cambiaría a Harry por él, que le olvidaría, que si no estuviera con Harry estaría con Noah. Aunque eso no lo sabía.

Los brazos de Harry rozaron mis hombros y pronto me pegó a él, como tantas otras veces. Estaba acostumbrada a ese abrazo, y me encantaba.

Algo húmedo recorrió mis mejillas.

-¿Estás llorando?-preguntó poniéndose frente a mi.

-No...-aparté la cara, limpiando las lágrimas.

-Estás llorando.-afirmó cogiéndome del mentón para que le mirase.-¿Por qué? Dime que he hecho ahora...-comenzó a encogerse de hombros. Me apresuré a besarle en los labios.

-Nada, no has hecho...-volví a besarle de nuevo mientras colocaba los brazos alrededor de su cuello.-nada...

-Pero...

-No lo sé, nadie había hecho esto por mi. Te quiero Harry, y que tú puedas dármelo todo y yo apenas pueda darte nada me rompe el corazón.

-No digas eso nunca, por favor. Me lo das absolutamente todo, pequeña. Siempre he deseado tener a esa princesita de cuento que es perfecta en todo, aunque le salgan las cosas mal. Siempre he querido que esa princesita me hiciera cambiar a mejor. No me digas que no me das nada cuando tú lo eres todo para mi. El dinero no puede darme nada si tú no estás conmigo, Cecily.

Las lágrimas aparecieron de nuevo. Ahora lo sabía. Era él, la persona con la que quería pasar el resto de mi vida, con la que no me importaría estar sola durante décadas e incluso siglos. Estaba enamorada del mejor hombre que había pisado la tierra.

-No llores más...-me pidió limpiando las lágrimas.

-Es imposible que no lo haga si me dices cosas tan bonitas, Haz.

Me abrazó con fuerza, cerré los ojos y bebí de aquel contacto. 

-Te quiero demasiado.-susurré.-No me dejes nunca...

-Jamás.

Nuestros labios se rozaron con timidez, pero luego se unieron en un apasionado beso que nos dejó sin aliento a ambos.

-Lo siento.-dijo bajando la mirada.-Pero necesito que te pongas una cosa, nos vamos a ir.

-¿Qué? ¿Otra vez?-pregunté sin poder creerlo.

-Sí, lo siento...

Me separé de él.

-Y bien... ¿qué tengo que ponerme?-Harry comezó a caminar hacia uno de los armarios. Cogió la muda de ropa y la colocó sobre la cama.

-Esto.

-¿Vamos a...?

-Sí.-me cortó. 

-¡Gracias!-grité corriendo hacia él, le besé de nuevo y me apresuré a vestirme.