Capítulo 1

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Coloqué las maletas sobre mi cama correspondiente, era blanda y olía muy bien, sonreí y salí fuera de la cabaña. Había decenas de personas, incluso más que años anteriores. Suspiré y caminé por los alrededores ya conocidos.

Me acordé, de repente, de la existencia de un pequeño lago al lado de las cabañas de los monitores. 

Cerré los ojos e inspiré profundamente. Sentí una precencia detrás de mí y me dí la vuelta.

-¡Cecily!-gritaron antes de que yo pudiera ver a la persona.-¡Sabía que eras tú!

Abrí mucho los ojos y me apresuré a abrazar a Megan, una de las personas que ya conocía de años anteriores.

-Cuanto tiempo...-susurré con una sonrisa.

-Pensé que no ibas a venir, me tenías olvidada.-ella rió y yo me uní a su risa cantarina.

-No seas boba, nunca me olvidaría de tí.

Hablamos un par de minutos más antes de decidir irnos del lago.

-¿Y qué, tienes novio?-la pregunta me pilló por sorpresa, no acostumbraba a responder ese tipo de cosas.

-No.-dije con rapidez.

Megan vió que no quería seguir hablando del tema así que no insistió.

Comenzaba a oscurecer y decidí ir a la cabaña. Cuando entré ya habían varias personas con las que tendría que compartirla. Sin embargo, todavía quedaba una cama libre.

Me presenté a las dos de tres personas con las que tenía que convivir la mayoría del tiempo. Me recosté en mi cama cuando noté que alguien abría la puerta. Miré con atención.

Era un chico de más o menos mi misma edad, brillantes ojos verdes y pelo rizado de color castaño. De estatura alta y de peso normal, sus músculos eran notables.

-Hola.-hablé vergonzosa. Me miró y sonrió, haciendo aparecer hoyuelos en sus mejillas.

-Hola, soy Harry.-se presentó y me dió dos besos, los cuales yo correspondí.

-Yo Cecily, encantada.-sonreí. Estaba segura de que estaba sonriendo como una tonta.

No hablamos más, era noche cerrada y los monitores nos obligaron a dormir, pues había que despertarse temprano por la mañana.

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Una monitora nos despertó a todos haciendo tocar una corneta. Maldecí por lo bajo & me libré de las sábanas para ir al baño. Estaba ocupado.

-Mierda.-resoplé.

-Esas no son buenas palabras para una señorita.-dijeron en mi oído.

Me giré con brusquedad. Era Harry.

-Me has asustado.-dije mirándole a los ojos. El sólo se rió y se apoyó en la pared, imitando mi posición.

-¿Qué haces? 

-Esperar a que Noah salga del baño.-respondí con rapidez. Me ponía nerviosa que estuviera tan cerca de mí.

-Pues esperaré contigo.-informó sonriendo, de nuevo aparecieron esos hoyuelos en sus mejillas. Le miré con atención, Harry era hermoso. Pero no quería enamorarme de nadie, y menos en verano. Esos amores de verano no duraban nada y lo único que hacías era sufrir, lo sabía por experiencia.

Esperamos en silencio. Noah abrió la puerta de sopetón y yo me metí en el baño con rapidez. Harry no dijo nada, se limitó a seguir sobre la pared.

Una vez que hube terminado abrí la puerta lentamente, esperando que Harry no estuviera allí, pero ocurrió todo lo contrario. Me estaba mirando con una sonrisa.

-Hola.-saludó.-¿Te vas a quedar ahí mirándome?

-Eh... no.-salí del baño rozando su hombro. Se giró para mirarme, sacudió sus rizos & cerró la puerta del baño.

Salí de la cabaña, pues ya estaba preparada. Megan se acercó a mí, nos saludamos y nos acercamos a una de las actividades del campamento. Me había olvidado de Harry cuando divisé sus ojos verdes mirándome entre la multidud.

Hice caso omiso y seguí entretenida con Megan.

-Hola, Cecily.-oí en mi oído. Supe que era Harry por el tono grave de su voz.

-Hola, Harry.-dije sin mirarle. Gruñí cuando no pude alcanzar las latas que se cernían sobre mi cabeza. Harry se rió.

-¿Te ayudo?-estiró la mano y agarró con desición las latas para después entregármelas.

-Gracias, pero no hacía falta.-comenté mirándole con atención.-Si me ayudan ya no tiene gracia.

Harry frunció el ceño y carraspeo. No pronunció palabra, pero se quedó a mi lado. Alguna que otra vez oí la aguda risita de Megan burlándose de mí.

-¿Quién era ese?-preguntó cuando estuvimos a solas.

-Un compañero de cabaña, se llama Harry.-dije en un tono normal, pero en realidad estaba algo nerviosa al hablar de él.

-Es muy guapo.-dijo Megan. Lo era, increíblemente guapo.

-No lo es.-mentí.-¿Podemos dejar de hablar de él, por favor?

Megan se rió con fuerza y me guiñó un ojo. Pusé los ojos en blanco y me dirige al lago, Megan iba a su cabaña.

Me senté en una de las enormes piedras que había alrededor, observando el agua. Estaba tan metida en aquello que no me dí cuenta de que Harry estaba a mi lado.

Se sentó a mi lado, rozando nuestros muslos. Clavé mi mirada azul en su rostro.

-¿Qué te pasa?-preguntó.-Parece que no soy de tu agrado.

-Te quivocas, es que quería estar sola.-se acercó más a mí. Luego se levantó y cojió una piedrecilla y la tiró al lago, ésta rebotó en el agua un par de veces.

-¡Ey!-exclamé.-¿Cómo has hecho eso? Nunca he logrado hacerlo.

Harry me agarró de la mano, haciendo que me pusiera en pie.

-Es muy fácil.-dijo sin soltarme la mano, cojió otra piedrecilla y la colocó en mi mano. Se pusó tras de mí y guió los movimientos de mi mano.-Cuando yo te diga la sueltas.

Asentí y dejé que tuviera el control sobre mi brazo.

-Ya.

Solté la piedra y observé con entusiasmo como rebotaba en el agua. Sonreí y me giré para mirar a Harry, que también sonreía. Le abracé, pero luego me arrepentí de aquello.

-Creo que va siendo hora de que vayamos a la cabaña, los monitores estarán buscandonos dentro de un par de minutos.

Harry asintió y caminamos en silencio, sin embargo, él había colocado un brazo sobre mis hombros. Alcé la mirada para mirarle a los ojos. Me miró y sonrió.

Yo bajé la mirada, sentía como mis mejillas adquirían un tono rosado. 

Save my heart (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora