Y si tú me quisieras bajaría el cielo al suelo para ti
Y si tú me quisieras y me permitieras hacerte más feliz
Me estoy muriendo por tenerte aquí para mí
Para vivir la vida para ti
Y llenar la mía ven a mí
Y aunque tal vez tú pienses que es un poco arriesgado
Quiero decirte que también estoy temblando
Y tengo miedo que quizá todo sea en vano
Al menos yo te digo que hay que intentarlo-LU
Harry volvió a quedarse profundamente dormido, gloria había llegado y se había marchado de nuevo mientras yo esperaba a louis para que me ayudara a escribir ya que mi mente se bloqueó por tantas cosas juntas que habían pasado, mi mejor amigo estuvo en pocos minutos ya que vivía en el mismo edificio, portaba ropa cómoda y un gorrito gris que yo le había regalado en su cumpleaños, venía en calcetines cabe mencionar.
-pasa, ¿quieres algo de comer o de beber?- Lou negó y se aventó literalmente al sofá, existía esa confianza entre nosotros.
-gloria me dijo la razón de que no hayas ido a clases, ¿tan enamorada estás?- me senté junto a louis y puse mis piernas encima de las suyas, no sabía que contestar puesto que louis no sabe que todo esto es una farsa y si lo supiera probablemente me mate.
-está enfermo, no podía dejarlo solo, el cuidó de mi ayer cuando me sentía mal- lou frunció el ceño sin entender, tendría que explicárselo desde el principio.
-¿te sentías enferma?- asentí recostando mi cabeza en el sofá.
-ya sabes, mi periodo- ahora él tenía una cara horrorizada.
-pobrecito, vino a cuidarte y de seguro tú estabas en tu peor modo, te conozco, ¿sigue vivo el pobre?- me sentí ofendida pero no podía reclamar por aquellas acusaciones, todo es verdad, soy muy pesada, y cuando estoy en mi primer día de periodo ni se diga, soy mala en todos los sentidos habidos y por haber.
-si hablamos de modos tú no te quedas atrás- él me sonrió y me dio un abrazo amistoso.
-por algo somos amigos, nos soportamos, pero que él te aguante ya es ganancia, pido ser el padrino de la boda, es más, yo la pagaré- le propiné un golpe en la cabeza que le tumbó el gorro y lo dejé completamente despeinado.
-finn solía soportarme igual- comenté sintiendo un dolor en el pecho al recordarlo, aún pensaba en él de vez en cuando, sobre todo estando sola y reflexionando lo frívola que puedo ser en algunas ocasiones, a lo mejor y no di todo de mí, por eso finn corrió a los brazos de Hannah, como la odio, es una mald.ita zorra roba novios.
-finn es un idi.ota, ¿no recuerdas todo lo que te dijo cuando terminaron?, ¿Por qué estando con un chico que te cuida y te quiere sigues pensando en ese tipo?- si tan solo louis supiera, a los ojos de todos harry era perfecto, pero no es así, tiene un gigantesco defecto que es invisible a los ojos de los demás… toda su fachada conmigo es falsa, así como lo fue finn, aunque de este último estoy segura que en algún punto de nuestra vida juntos fue real, yo lo sé, lo quiero creer y lo que queremos creer se vuelve en algo doloroso cuando a veces resulta no ser cierto.
-sí lo recuerdo, aún duele, no es tan fácil Lou, han pasado dos meses, llevábamos seis meses juntos, él era todo para mí, sabes lo difícil que es para mí hablar sobre esto cuando odio parecer vulnerable, me doy asco, este lado de mí da asco- Lou hizo una mueca y recargó su cabeza en mi hombro, olvidamos por completo a lo que en realidad venía y comenzamos a conversar.
-¿entonces harry que es?, ¿estás con él pero sigues enamorada de finn?- me encogí de hombros, siento que si no lo digo explotaré, tengo la verdad atorada en la garganta burbujeante por salir.
-harry es… falso, es un actor al que le pago para que finja salir conmigo y así poder escribir un guión que se base en una historia de amor de la vida real ya que mi patética vida está llena de fracasos amorosos- sentí mis ojos aguarse, pero no quería llorar y menos por finn y esta situación ridícula en la que yo solita me metí, mi mejor amigo acarició mi cabeza y no dijo nada por unos minutos.
-hey tu vida no es patética, solo no has amado al hombre correcto, cuando lo conozcas entonces verás lo que es una historia de amor y recuerda que no todas estas historias tienen finales felices- me dolía que louis tuviera razón, pero yo no quería conocer al chico correcto ahora, no estaba lista, no cuando aún tenía en mi cabeza al patán de la novela, no se me hacía fácil odiarlo cuando al mismo tiempo lo seguía queriendo, pensé que con todo lo que me dije a mi misma de olvidarlo iba a ser suficiente para creérmelo, pero no era así, finn era mi tortura día a día, verlo a diario junto a Hannah haciendo las mismas cosas que nosotros solíamos hacer, abrazarla, besarla, y luego sus crueles palabras rondar mi cabeza, yo no era tan mala, tampoco tan sarcástica, bien dicen que el sarcasmo es amigo del enojo, de un momento a otro me volví en un monstruo insensible, y por más que tratara de ser amable no podía, si de por si nunca he sido del tipo cariñosa mucho menos ahora, mi madre es muy realista, mi papá y mis hermanos son hombres, ellos me tratan como si yo fuera un niño más, pero recuerdo también con fervor lo mucho que desee ser la protagonista de esas cursis películas de comedia románticas, en el fondo me gustaban las princesas y los cuentos, pero aprendí a vivir en el mundo real donde todo eso no es más que puras mentiras, cosas que uno le vende a la gente para que crean que existe algo a lo cual podemos aferrarnos y ser felices con ello sin necesidad de nada más, no digo que el amor sea falso, porque lo he sentido, mi punto es que es un sentimiento peligroso y lleno de obstáculos igual que el odio, y lo falso de estos radica en que ambos sentimientos son perfectos, cuando lo único verdadero es que todas las personas tenemos un poco de ambas en nuestro ser, y a veces podemos llegar a amar el odio y a odiar al amor.
-¿Qué hice mal Lou?, te juro que no hice nada para que el me tratara de aquél modo, no le importó ni un poco escupirme todo lo que sentía hacia mí, y no puedo odiarlo… aún lo quiero, y mucho… lo amo- me abracé fuertemente a mi amigo y dejé que me acariciara la espalda, sus abrazos eran de los mejores, me recordaban a mi hermano Roger.
-no puedo creer que te hayas guardado esto durante tres meses, ¿me dejas darle una paliza bien dada a finn?, prometo no dejarlo tan irreconocible- negué, jamás dejaría que le hicieran daño, incluso aunque lo mereciera, yo tenía la culpa de alejarlo de mí, recordé todas aquellas veces en que le armé escenas de celos y poco a poco me fui convirtiendo en la que soy ahora.