Narra ________*
Bill nos había mirado extraño, y no quería imaginarme cómo reaccionarían las chicas al ver a harry conmigo, afortunadamente solo estaba gloria en el departamento y zayn se encontraba con ella.
-hasta que te dignas a llegar, ¿harry?- gloria hizo una pausa en su sermón, agradecía aquella atención a harry y no a mí por lo que me escabullí por el pasillo y me encerré en mi habitación, tomé unos jeans, una blusa blanca holgada y un gorro color rosa, me di una ducha rápida y traté de estar lista lo más pronto posible una vez que salí mi mejor amiga, su novio y harry estaban conversando animadamente, me miraron y me sentí cohibida.
-ya estoy lista- harry se levantó del sofá y me tomó de la mano, afiancé mi bolso y di un beso en la mejilla a gloria y a zayn.
-diviértanse- gritó gloria antes de que cerráramos la puerta.
-¿Qué quieres comer?- mi estómago rugía de hambre, después de todo lo que había subido de peso gracias a la depresión supongo que lo más sensato es ir a comer alguna ensalada.
-¿Qué tal si vamos a la ciudad de las ensaladas?, dicen que son muy buenas- harry se encogió de hombros y asintió, era un amor, definitivamente, finn jamás me dejó escoger, e incluso odiaba el tipo de comida que a mí me gusta, como la italiana, o también las ensaladas, jamás fui a la ciudad de las ensaladas porque él no quiso llevarme, tampoco es que sea gran aficionada pero sí, y amo el pescado, a él tampoco le gustaba.
Subir a Vicky ya no me parecía tan malo, estaba acostumbrándome a este tipo de adrenalina, ver el paisaje y casi poder palparlo, sentir el aire golpeando mi cuerpo era… una experiencia increíble.
-te ayudo- harry me cargó literalmente hasta adentro del local, no dejaba de abrazarme o tomar mi mano constantemente y ni si quiera prestó atención al coqueteo que le hizo la cajera.
-quiero una ensalada grande, de pollo por favor y una bebida de té helado- harry me tomó de la mano una vez que le dieron el ticket de compra y pasamos a la barra de ingredientes para hacer nuestra ensalada.
-¿Qué tipo de pollo desean?- miré detenidamente, había un tipo de pollo que parecía bastante grotesco, definitivamente ese no.
-no lo sé, ¿a ti cual te gustaría?- pregunté a harry, él señaló el mismo en el que yo pensé, por lo menos estábamos de acuerdo.
-bien, ¿de aquí que desean añadir?- así fuimos por toda la barra, harry y yo peleamos un rato tratando de persuadir al otro del tipo de aderezo, pero al final la chica del mostrador que nos atendió se decidió por regalarnos dos platitos con aderezos diferentes.
-¿te gusta la ensalada?- pregunté a harry cuando nos sentamos en una de las mesas de afuera en la terraza.
-sí, mi abuela hace una de frutas y semillas, luego te llevaré a que la pruebes, seguramente la amarás- ¿harry estaba pensando en presentarme a su abuela?, esto es tan extraño, creo que debí quedarme en casa a descansar y aclarar mis ideas, solo logro sentirme aturdida y…feliz.
-claro… ¿ella es agradable?- harry sonrió y asintió.
-es la mejor abuela del mundo, es como mi madre- su mirada se ensombreció y de un momento a otro parecía tenso y sin ánimos, le tomé la mano por encima de la mesa para tratar de darle un poco de consuelo.
-estoy segura que si es tu abuela es buena persona, estaría encantada de conocerla- harry volvió a sonreír y se acercó para besarme, ahora cada vez que lo hacía me siento de una forma diferente, más acelerada, relajada, feliz, realizada.
-ella también estará encantada de conocerte a ti, y también mi abuelo- me quedé un segundo viéndole, que luego se convirtió en minutos, sus ojos, su perfil, sus hoyuelos, su cabello desordenado y bastante largo para mi gusto, todo me gustó de pronto, así de repente me había dado cuenta de que estoy enamorada de harry, mi corazón se acelera porque él está cerca, mis manos sudan porque él me pone nerviosa, mi sonrisa está ahora marcada en mi rostro porque estaba ahí compartiendo una tarde con él, y él único problema que yo veo es que él no me ama ni un poco, solo lo hace porque le pagaré.