No puedo permitir que te vayas...

608 23 10
                                    

Después de los impactantes acontecimientos de la noche, en los que Dana y Saevin parecían haber servido como un vínculo entre los vivos y los muertos, Fenris decidió llevar a Dana a una habitación especial en la cima de la  Torre.

La habitación en cuestión era diferente a las demás de la Torre. Estaba ubicada en un nivel superior, accesible solo a través de una escalera de caracol y estrecha que ascendía hasta lo más alto de la estructura. La puerta de la habitación era de madera antigua y tallada con unas palabras en arcano( sala de desván) en lengua tradicional de la magia.

Las paredes estaban revestidas de estanterías llenas de pergaminos, libros y objetos antiguos. Una gran cama de dosel se encontraba en el centro de la habitación, cubierta con sábanas de seda blanca. En ella posicionaron a Dana y decidieron dejar solo a Fenris para evitar que se desconcentrará mientras realizaba múltiples hechizos para salvar la vida de la archimaga.

Después de varias horas, Fenris salió de la habitación y anunció las noticias. "Dana está viva, pero ha caído en coma. Aún vive gracias a la magia", dijo con tristeza. En ese momento, Kai reaccionó de manera violenta y salió volando, causando alarma entre todos. Fenris trató de tranquilizarlos, asegurando que Kai regresaría y que estaba pasando por un momento difícil.

En ese momento, un silencio se abarco de la sala, en la que poco a poco fueron abandonando uno a uno.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Jonás Decidió entrar en la habitación y se acercó al lado de Dana. Con ternura, tomó su mano entre las suyas y comenzó a hablarle con voz temblorosa pero llena de cariño.

Dana, ¿por qué hiciste eso?", susurró Jonás, dejando que las lágrimas brotaran de sus ojos. "Siempre has sido como una madre para mí, has cuidado de mí desde que entre en esta Torre. No puedo permitir que te vayas...

Sus palabras eran un susurro cargado de sinceridad y devoción. El sonido de su voz temblorosa llenaba la habitación, llevando consigo todo el cariño y la gratitud que sentía hacia Dana.

"Haré todo lo que esté en mi mano para ayudarte, Dana. No descansaré hasta verte sana y llena de vida de nuevo. Te lo prometo", agregó Jonás, aferrándose aún más a su mano y dejando que las lágrimas se apoderan de el.

En ese momento, Salamandra entró en la habitación. Se acercó a Jonás y lo abrazó, mostrando su apoyo y comprensión. "Sé lo mucho que querías a Dana, que la considerabas como una madre, Lo siento", expresó Salamandra.

Jonás se sorprendió por la dulzura y amabilidad de Salamandra en ese momento. Siempre la había conocido como una chica valiente y aventurera, pero nunca esperó que fuera tan reconfortante en situaciones delicadas. La miró a los ojos, quedándose en silencio por un momento, antes de que Salamandra rompiera el silencio.

"Tendremos que irnos, los demás también quieren ver a Dana", dijo Salamandra. Jonás asintió y salieron de la habitación. Se sentaron afuera junto al resto del grupo. Estaban todos en silencio, observando el valle. Salamandra estaba inquieta, moviendo las piernas. Jonás la miró de arriba abajo, notando cómo seguía igual que hace años, aunque más madura y desarrollada. El viento jugaba con su cabello rojizo y Salamandra se dio cuenta de que la observaba. Se voltearon para mirarse mutuamente y, tímidamente, sonrieron.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

La noche cayó ,el cielo estrellado se desplegaba sobre la Torre,  Los lobos aullaban en la lejanía, las estrellas ofrecían un espectáculo de majestuosidad, y el coma  de Dana dejaba una huella imborrable en cada alma que la había conocido.

Fenris decidió tomar el control de la situación asignándole a cada uno una habitación en la que podría pasar la noche.

Crónicas de la Torre 5: Salamandra y JonásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora