No estoy segura

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Al día siguiente, Fenris despertó y buscó una túnica para vestirse. Se puso una capa sobre sus hombros, protegiéndose del viento que soplaba fuerte ese día. Cepilló su largo cabello rojizo, intentando domar sus rebeldes mechones.

Decidido a despertar al resto, Fenris tocó en la puerta de Conrado, pero no hubo respuesta. Supuso que Conrado ya había salido a ver a Dana o que simplemente se había levantado temprano. Sin perder tiempo, se dirigió al cuarto de Jonás y golpeó suavemente la puerta.

"Pom pom", sonaron los golpes en la puerta de Jonás, quien despertó de golpe.

- ¡Ah, sí!", respondió con somnolencia Jonás

-"Jonás, despierta ya". respondió el elfo

-"¡Buenos días, Fenris! Claro, espera un momento", contestó Jonás mientras se desperezaba y se levantaba de la cama.

Decidió bajar por la escalera hacia la cocina para hablar con el resto de sus amigos sobre cómo recuperar a Dana. En su camino, se encontró con Salamandra, quien parecía estar incómoda y distante. Jonás se detuvo para saludarla y preguntarle cómo se sentía después de lo ocurrido la noche anterior. Salamandra no parecía dispuesta a abrirse y apenas lo miró, respondiendo con un débil "fue un día difícil, gracias por preocuparte". Aunque intentó forzar una sonrisa, Jonás, que la conocía bien, sabía que había algo más que le preocupaba a su amiga.

-"Oye, ya sabes que, pase lo que pase, siempre estaré aquí para ti", le aseguró Jonás con sinceridad. Salamandra estaba a punto de responder, pero fueron interrumpidos por Nawin, quien los miró con curiosidad.

-"¿Qué caras tenéis? ¿Ha sido una mala noche?" dijo Nawin

-"Sí, algo así. Me costó conciliar el sueño, pero ya estoy bien". contesto Salamandra algo incomoda

Continuaron su camino y se reunieron en la cocina junto con el resto de las personas que se encontraban en la Torre. Fenris tomó la iniciativa y habló sobre las decisiones que debían tomar. Mencionó que Dana no mostraba señales de despertar pronto, lo cual les llevaba a buscar soluciones y planificar cómo enfrentar la situación. La mirada de todos se posó en Jonás, quien era el que mejor conocía a los alumnos de la Torre. A pesar de su inseguridad, Jonás decidió asumir la responsabilidad de comunicarse con ellos y encargarse de la Torre.

-"Creo que puedo comunicarme con los alumnos, los conozco a todos y confío en que puedan entenderlo. Pero encargarme de la Torre... sinceramente, no estoy seguro si seré capaz". dijo Jonás algo inseguro

Iris, que no había hablado mucho durante la reunión, afirmó que Jonás era perfectamente capaz y que los alumnos, incluyéndola a ella misma, confiaban en él. Una sonrisa de agradecimiento se dibujó en el rostro de Jonás al escuchar sus palabras.

Fenris también brindó su apoyo y mencionó que se quedaría unos días más en la Torre para ayudar a revivir a Dana, contando con el apoyo de todos mientras estuviera allí. Sin embargo, aclaró que debía regresar pronto y contarle lo sucedido a Gaya, su compañera, y reunirse con sus compañeros lobos. Nawin también mostró su apoyo, pero señaló que ella no disponía de mucho tiempo debido a su papel como Reina de los elfos, y que debía regresar y resolver asuntos urgentes en su reino.

Conrado, por su parte, expresó que haría todo lo posible por ayudar, pero que la Torre no era su lugar. Tenía muchos proyectos, investigaciones y hechicería por explorar. No obstante, dejó en claro que siempre estaría allí cuando lo necesitaran.

La única que no pronunció palabra fue Salamandra. Por primera vez, no tenía claro cuál sería su próximo paso. Había sido traicionada por Hugo y su grupo de aventureros, y su objetivo de encontrar a Fenris ya se había cumplido. Quedarse en la Torre no parecía ser el plan al que aspiraba, pero tampoco tenía un destino claro en mente. 

Después de la reunión, cada uno fue levantándose y abandonando el lugar. Solo quedaron Jonás y Salamandra en la mesa. Jonás estuvo a punto de levantarse e irse, pero Salamandra lo detuvo al agarrarle del brazo. Jonás se sorprendió por la reacción de la chica y, a la vez, se llenó de ternura al sentir el roce de su piel.

-"¿Qué ocurre, Salamandra?" pregunto el

-"Jonás, gracias por lo de ayer. Estoy segura de que te harás cargo de la Torre de manera excelente". dijo ella de manera tímida

Jonás mostró una sonrisa, aunque se notaba que estaba un poco molesto y desmotivado por la falta de interés que Salamandra había mostrado previamente al no acompañarlo o brindarle apoyo. A pesar de eso, le devolvió una sonrisa de calidad y estuvo dispuesto a irse. Sin embargo, Salamandra lo detuvo al agarrarle del brazo nuevamente.

-"Jonás, yo...". En ese momento, Fenris pasó por la sala y Salamandra no pudo apartar la vista de él.

Jonás se mostró algo incómodo ante la situación: "Salamandra, nunca te he pedido nada, y aunque te vayas a perseguir a Fenris por todo el mundo, nunca te lo recriminaré. Pero lo único que necesitaba era tu apoyo..."

-"Jonás, yo... sí, creo en ti y confío en que eres capaz de todo".

-"Pero, ¿por qué no eres capaz de decírmelo antes, Salamandra?" contesto el algo molesto.

-"Para mí, todo esto es nuevo y complicado, Jonás. No sé si quedarme siempre en la Torre es lo que realmente quiero".

En ese momento, Jonás se acercó a ella con una expresión llena de alegría.

-"Espera... ¿te estás planteando quedarte en la Torre para ayudarme? ¿Lo dices en serio? Pero, ¿y Fenris? ¿Y tus  aventuras?"

- "Bueno, ya encontré a Fenris y Hugo me traicionó, así que podría quedarme una temporada y ayudarte..." En ese instante, Jonás la abrazó con fuerza y le dirigió una sonrisa radiante.

- "De verdad, mil gracias. Por cierto, ¿Qué te pasó anoche?"

Salamandra pareció ruborizarse y Jonás la miró con curiosidad. Aunque la conocía muy bien, no lograba entender el motivo por el cual se había puesto tan roja. En su mente, solo se le ocurrió pensar que tal vez había algo de lo que ella se avergonzaba. "No tienes de qué avergonzarte, Salamandra. Puedes contármelo, sea lo que sea".

Sin embargo, Salamandra no parecía segura de lo que podía llegar a sentir por Jonás. Aún era orgullosa y sabía que lo apreciaba, pero no estaba segura de si debería retomar una relación con él. Por ello, se apartó de él y respondió de manera fría.

-"Todavía no estoy preparada para hablar de esto, Jonás". Y se alejó de él, dejándolo con una mezcla de confusión y preocupación en su mirada.

Crónicas de la Torre 5: Salamandra y JonásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora