El brillo de la varita de Aisha resplandecía con la luz del sol de media tarde. El cielo comenzaba a teñirse de esos característicos matices anaranjados y rosas. Las corrientes de aire llegaban secas, y plagadas de una enervante sensación de peligro.
Para Add, Aisha también era una persona molesta. Una hechicera que ni siquiera podía entender el potencial de su propio poder, ni usarlo sin apoyo; era tanto o mas ruidosa que Elsword, pero a diferencia de su contra parte, a veces solía ser mas prudente. Sus cabellos lilas delataban que provenía de un poderoso linaje de magos. Todos ellos portadores de un gran poder mágico...
Salvo ella por su puesto.
Sea como sea, su aparición fue oportuna. Les acababa de salvar el trasero.
Aun así, la dama vaporosa tenía en su posesión el cetro con el cristal. El ataque de la maga pelos-morados-voz-molesta claramente la dejó dañada. Sin embargo, mientras el cetro aun estuviese en su poder, o éste tuviera el fragmento del Él, sería muy difícil detenerla. Aún usando ataques de magia pura. Una vez se dispersó la nube de polvo que se levantó tras el proyectil mágico, se pudo revelar que la criatura tenía diversos rasguños y arañazos por todo el cuerpo. La mayoría de los demonios emplean un tipo de magia muy específica. Una magia que no tiene ni pies ni cabeza. En cambio la magia en estado puro suele ser como un veneno. Pero, la cornamenta grisácea en el cráneo de la mujer, indicaba que era una demonio de alto rango. Necesitarían mas que eso. Pero el resto del grupo seguía sin poder recuperar la movilidad. Elesis estaba herida, y Chung había recibido algunos impactos. No podía arriesgarse a regresar si Elesis estaba herida.
Pese al espantoso dolor, Add rápidamente encontró la relación: Banthus roba a los Pongus, Banthus hace tratos con los demonios, los demonios ofrecen inmunidad a Banthus. Era mas que obvio que ellos deseaban estar en posesión de los fragmentos, aquel cetro mágico era la prueba mas clara. Sin embargo, los demonios siguen siendo demonios. Desleales, desordenados y ademas, unas completas escorias. No son mejores que los seres humanos ¿Para qué confiar en ellos? Además, estas regiones son asoladas por toda clase de espectros desde hace tiempo. Add lo sabía. El poder de los fragmentos del Éldrit mantenía las villas a salvo. Si estaban tan interesados en obtenerlas, era porque ocurría algo mucho más grave. Quizás, trataban de apoderarse de la Tierra, tal y como lo hicieron alguna vez.
¿Para qué iban a cooperar los humanos con ellos? Al final serian los que peor acabarían. No tenia sentido.
El flujo de sangre continuaba. Add sentía como si le hubieran arrancado media cara. Ya antes habían estado en otras misiones y nunca antes habían corrido tanto peligro.
"-De no ser por ese mocoso, mis experimentos me habrían dado Dínamos más veloces-" se lamentó.
-¡Vaya vaya! ¡miren que tenemos aquí!- dijo Aisha, dirigiéndose a Elsword
-Oye chico ¿no te importa que me haga cargo de esto por ti, verdad?- preguntó burlona.
Elsword todavía sufría conmoción por la parálisis. Puso los ojos en blanco y le dirijo una mirada asesina a su compañera. Esto sólo puso más feliz a la maga.
Add miró a su alrededor.
"-Parece que el poseer un artefacto Nasod, no le ayudó mucho-" pensó Add mirando a Raven, quien estaba inmóvil como una estatua, eso si, siempre prestando atención de Rena. Esos dos siempre terminaban liados en algo.
La entidad sobrenatural se irguió con coraje sobre sus dos piernas. Lanzó un gemido de dolor al incorporarse, pero tras sobreponerse, estaba claro que lo peor había pasado para ella. Aisha no se inmutó.
-No subestimes el poder del Éldrit, maga de quinta-. La voz de la mujer con cuernos había perdido su elegancia. Sonaba débil, rasposa y sumamente siniestra. Estaban por combatir nuevamente cuando alguien tiró de la ropa de Add. La mano de Eve tenia un tacto suave pero firme. Add no pudo ignorar ese pequeño detalle.
-Mueve la cabeza- le ordenó con los ojos fijos al frente.
-¿Que?- protestó Add.
-Mueve la cabeza- repitió Eve -Estás tapándome -
Aisha ya estaba preparada para lanzar un potente ataque, cuando uno de los módulos de Eve salió disparado y le arrancó el cetro de la mano a la mujer albina. Esto impediría que el fragmento del Él se destruyera. En ese instante, Aisha disparó una poderosa ráfaga de magia en estado puro. La criatura esquivó por poco. Era poderosa. De eso ni duda.
El modulo blanco llevó el cetro hasta Eve. Quien lo tomó con mucha precaución. Era un fragmento del tamaño de la palma de su mano. Lo examinó a profundidad; tenía una forma parecida a la de un rombo. Debido al poder demoníaco con el que fue forjado el cetro, lucía un fuerte destello carmesí. Sin embargo, el color gradualmente iba apagándose. El artefacto era de mármol, con tallados en un idioma antiguo; reservado para los blasfemos.
Add nunca tuvo una fascinación especifica por los fragmentos del El. Sabia que eran los responsables de traer estabilidad a las zonas habitadas, pero a él no le interesaba adquirir poder mágico. Sólo quería sabiduría de la raza Nasod. Sin embargo, al mirar a Eve tan concentrada en el artilugio, se olvidó por un instante del dolor, de la suciedad, de sus harapos y de momento...de los códigos almacenados en la frente de la joven monarca, sólo mirándola tan interesada en lo que sostenía en sus manos, los fragmentos del Éldrit tenían un sentido. Aunque no sabia muy bien cual. Además, se dio cuenta de una cosa:
El cristal, ademas de perder fuerza, reaccionaba ante la presencia de la reina.
Eve notó eso.
Con cuidado, desarmó la base. Y tomó el cristal entre sus manos. El color rojizo había desaparecido casi en su totalidad. Estaba casi totalmente transparente.
De nuevo, las miradas de todos se centraron al frente. Donde todavía había conmoción.
Claramente, perder el báculo debilitó al demonio femenino. Pero todavía se mantenía de pie, exhausta y lastimada.
►►►►►
Un fuerte destello comenzó a emanar de repente.
Era una luz blanca. Cálida. Era diferente a cualquier otra luz. Normalmente, las luces blancas son duras. A pesar de eso, esta luz era como un toque de seda.
La Nasod estaba juntando su código con el fragmento del Éldrit.
De pronto, todo su cuerpo se convirtió en un haz de luz. Add se volteó para mirar lo que estaba ocurriendo desde el mejor ángulo. Eve estaba transmutando. Cambiaba de forma. Tal como Aisha una vez lo hizo antes. Tal como Raven. Sin embargo, el espectáculo que ofrecía era mucho más impresionante.
Era una iluminación que ofrecía algo: Esperanza.
La transformación duró solo unos segundos, pero para Eve, aquello fue bastante largo.
El chico de los Dínamos jamas había visto semejante brillo. Quedo atónito. Era como estar frente a una especie de criatura divina.
El equipo vio a una transformada Eve, de cabellos largos con una diadema blanca, a juego con su ropaje, que lucia unos vivos rosas y azules. Matices dorados, y una coqueta trenza, ademas de una flor de cinco pétalos adornando su pálida cabellera.
El cristal del Él, yacía en el centro de su pecho. Había tomado un hermoso color azul. Además, sus Módulos Nasod habían cambiado. Sin pensarlo, liquido al ser que les dio tantos problemas con un solo ataque.
║Otro fragmento largo. A partir de este punto dejare de actualizar tan seguido. Ojala lo hayan disfrutado mucho, yo me apresurare tanto como pueda a continuar este Fanfic n.n (por cierto, si se preguntan por que es tan épica la transformación de Eve, era porque oía el Track musical del Trailer de Star Wars VII) se despide Moriko ║
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Elsword: Crónicas del Caos
Fanfiction||:. Elsword; Chaos Chronicles Project.:|| ║Se están editando algunos errores de ortografía y redacción║ Desde el punto de vista de Add, el resto de su grupo de acompañantes, son sólo un inconveniente, salvo por cierta Nasod, a quien debe obtener...