Vasallaje

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Aconteció que, tal cual se tenia previsto,  Aarón asigno misiones en Altera para el equipo. No eran misiones complejas; podría decirse que, tenían una labor sencilla que les ocupaba tiempo y les remuneraba bastante bien económicamente hablando. Elsword ocupaba su tiempo barriendo con criminales de talla chica para no tener que pensar en Aisha o en Elesis. Con el pasar de los días, parecía el mismo de siempre. En ocasiones, ocurrían de nuevo, los ya conocidos entrenamientos entre él y Raven, salvo que en estas ocasiones, intervenían también Ciel y Chung. El chico de la melena pelirroja había mejorado súbitamente en todos los aspectos. Se hacía llamar a sí mismo, un caballero protector, pero no descansaría hasta estar al nivel de Elesis. Así, entre combates y misiones simples y paseos ociosos en la villa, se fueron las siguiente cuatro semanas, acompañados de las ultimas ráfagas del calor abotagante del verano.

Una mañana, las primeras corrientes de aire frio, se comenzaron a colar por toda Altera. Las hojas de los arboles dejaron de lucir su espectacular color verde. Los arboles entendían que, con esta primera ráfaga de aire helado, estaban a muy buen tiempo para comenzar su mudanza de hojas anuales. Eso llevaría un tiempo más. Para estas fechas, Add se encontraba ya bastante aventajado en sus teoremas y ambiciosos proyectos. Hacía poco que no salía a completar misiones con los demás. Sabía que, no lo necesitaban para hacerse cargo de una situación pequeña y además, no le interesaba aumentar más su carga monetaria. De momento, tenía mas que suficiente para si mismo. Si se llegaba a quedar sin dinero, solamente tendría que encargarse de estafar discretamente a alguno de los otros miembros. Cosa que no era dificil.

Tres días antes del cambio de temperatura, Elsword, Rena, Raven, Ara, Chung y Ciel salieron a buscar a un par de ladronzuelos. Se dividieron en grupos de dos, y aconteció que, más temprano que tarde Ara estuvo en peligro real debido a sus regulares muestras de torpeza. Sin embargo, Chung estuvo ahí para cubrirle las espaldas. Desde ese momento, Ara había estado sumamente extraña, pero parecía mucho más confianzuda hacia la rata de laboratorio (Príncipe) . Rena por su parte, no dejaba de inventar juegos estúpidos que, por lo general, involucraban a gran parte del grupo.

Menuda lata.

Si de algo sirvió haberse mantenido en cautiverio a lo largo de esos días, y evitando de manera tosca a los demás, rindió sus frutos para el joven inventor. Pues aprovechaba cada vez que Eve estaba cerca para reunirse con ella y trabajar de manera conjunta en sus proyectos. Add decidió, poner una tregua temporal por su parte al tratar de hallar una forma de hacerse con los sagrados códigos de la reina y tratar de convencerla de que le echara una mano de vez en cuando. Cosa que, a la larga fue beneficiosa para ambos. Pero a pesar de eso, Eve seguía teniendo el mismo problema, un catalizador de energía potente y sobre todo, fácil de estabilizar sin grandes problemas.

-Mira- le comentaba Eve –Si utilizo un fragmento del Éldrit de esta proporción- sus manos activaban un panel holográfico –la energía se vuelve inestable llegado cierto punto-

Add miraba atentamente intentando hallar una solución.

-¿Y qué tal si intentas estabilizar tu núcleo primero?-

-Inservible. Terminaría por estallar-

Al parecer todavía no había una manera viable.

-Bueno- comentó Add -¿Qué tal si me acompañas a probar estos encantos?- dijo refiriéndose a sus Dínamos.

-Bien-

Ambos chicos salieron de la casa.  A Eve también le venía bien la ayuda de Add. Era un científico Nasod, y en la materia, sabía mucho más que Raven al respecto. Era como si tuviera una enciclopedia dentro de su cerebro. Aprovechaban que los demás se largaban para que no comenzaran a circular más cotilleos sobre ellos. De vez en cuando, Lu se quedaba y cuando se aburría, salía a jugar con insectos a cualquier parte. De esa forma, no lucia tan sospechoso que el par de chicos se reunieran casi todos los días para trabajar. Sin embargo, tras su charla con Ara y Rena, Eve aún se sentía intrigada. En cierto modo apreciaba las horas que pasaban en adhesión a su compañero. Add soltaba de vez en cuando una risilla desdeñosa, pero parecía ya no ser el mismo chico que se reía de todo, pero de igual forma, parecía inestable emocionalmente, al menos en términos relativos. Por su parte Add, sentía que rendía un poco más cuando era ayudado por la Nasod. Y otra cosa más curiosa, era que sus pesadillas habían disminuido.

Elsword: Crónicas del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora