Elsword: Crónicas del Caos

Epílogo

Me levanté temprano por la mañana y con mucho cuidado de no despertar a Eve, me dirigí a la planta baja. Este sitio es pequeño; nuestro hogar es sencillo. Dudo mucho que pueda ofrecerle a Eve lo que una reina se merece, pero ella me ha dicho que no le interesa. Ante mí, se extiende la acogedora imagen de un hogar, un paraíso para nosotros dos. Algunos arreglos florales, cuadros y puzzles decoran las paredes.

Sobre la mesa yace un regalo. Algo de mí para mí.

La tenue luz del sol comienza a aparecer en el horizonte. Pero no será lo suficientemente fuerte como para derretir la nieve acumulada afuera. Ya nos encargaremos de ello más tarde.

Afuera, los árboles se han quedado completamente lampiños. Pero dentro de dos meses más, la primavera volverá...al menos para nosotros.

Me decido y seleccionó la hora con mucho cuidado. Abro el Reverse Circle. Y me seguro de entrar con mucho cuidado.

Al otro lado, ese característico tono azulado inunda todo el lugar. Un azul que me sumerge en recuerdos...la mayoría de ellos, desagradables. Sin embargo la vista panorámica que se ofrece aquí, es sumamente tranquila. Me ayuda a controlar la marea de recuerdos que amenaza con apoderarse de mí. Mi pulso baja. Las memorias son una carga...en cuanto una de ellas surge, las otras regresan a la mente, como una reacción en cadena.

Mis padres y mi otro yo, aun duermen. Llevan un tiempo viviendo dentro de esta biblioteca.

El niño ha crecido. Ya tiene dieciséis años. Difícilmente puedo seguirlo viendo como a un crío, y cada vez es más fácil bromear con él. Soy el Esper loco todopoderoso al que molesta constantemente.

Con mucho cuidado, dejo el obsequio sobre una de las repisas vacías. Después de todo, hace un par de días, fue nuestro cumpleaños.

Él ya ha creado su propio Sistema Dínamo.

...

Salgo en silencio de aquel lugar y cuando vuelvo a casa, Eve ya está despierta. Vino a buscarme, sus ojos lucen preocupados.

-¿Estas bien?- es todo lo que dice.

-Si- le confirmo -hoy es ese día...al menos para él-

Para nosotros no ha transcurrido mucho... otro año. Decidí esperar hasta echar un vistazo al Nuevo Mundo y ver hacia aquella fecha. Aunque en realidad, no importa cuando lo haga, para ellos el resultado es el mismo siempre. Esto de los enigmas espacio-temporales le revolverían la cabeza a cualquiera.

Él saldrá de la biblioteca hoy. Tal y como estaba planeado.

Las Pesadillas apenas han comenzado a aparecer en aquel Elrios. Mis padres y él están bien. Si no sale hoy, Eve y los demás tendrán problemas...se lo advertí. 

Dejo la ventana dimensional abierta, pero solo disminuyo el tamaño de esta un poco, queremos ser discretos. Eve y yo deseamos ver este nuevo inicio.

Veo al adolescente levantarse. Tiene los cabellos ligeramente más cortos a lo que yo solía estilizar. Observa en derredor con ojos perezosos y ahí sobre la repisa encuentra su regalo. Una chaqueta que diseñé para el. Con afelpado en la parte alta, y cuello alto color lila. No es una chaqueta larga como la que usaba yo al comienzo de esta locura. Es una chaqueta oscura, corta y con un diseño sumamente cool. Observo su rostro.

Le ha fascinado.

Eve me toma de la mano.

-Te dije que le agradaría- la miro dulcemente y la estrecho más fuerte contra mi mientras observamos la escena.

Mis padres se levantan. Saben que ha llegado el día. Su hijo finalmente ira a cumplir con su destino. Mamá suelta un par de lágrimas que intenta ocultar al comienzo, pero sabe que yo estaré bien. Ese chico es fuerte...

Almuerzan rápido. Ellos ya han vuelto de la biblioteca su hogar.

Con la mañana ya bien pronunciada, el adolescente anuncia que volverá pronto. Por todos lados hay libros, apuntes, números y porcentajes. No parece tan obsesivo, sus ojos no lucen tan locos, pero vaya que se le formado un carácter complicado a ese mocoso.

Él se equipa sus Dinamos y su Armadura Nasod. Se despide una vez más de ambos. En ese lugar ellos estarán seguros. Los abraza y les corresponde diciendo que son lo más valioso que tiene en el mundo. Que gracias a ellos y a Aniki, él ha podido lograr tanto.

-¡Ay!- le comento a Eve mientras hago un ademán de corazón roto –sus palabras me hacen llorar-

-Sí, sí, cuanto dolor para ti, mi pobre Add- poco a poco va comprendiendo mucho mejor el sarcasmo.

Emprende el vuelo y escapa de la ancestral biblioteca.

Lo razono con cuidado. Estuve al borde la muerte cuando niño, y ¿Cómo fue que acabe ahí? Todo esto ya estaba decidido, no era coincidencia.

Tengo el portal asignado a él todo el tiempo. Ni Eve ni yo queremos perdernos de este momento.

En la pared, yace una imagen que me parece tan antigua como mi propia vida. Es la foto que tomaron al finalizar los acontecimientos en Velder, con una cámara vieja. Ya pasaron tres, años. Pero han ocurrido tantas cosas desde entonces que ahora me parece una eternidad.

El chaval se interna entre los bosques de Rubén. 

Localiza la fuente  del ajetreo mas adelante. Y ahí, hay varias personas...

  Hay caras nuevas y mucho alboroto.  

Usa tres de los Dinamos para formar un cañón eléctrico. Ahuyentando a lo que parecía ser, una siniestra figura humanoíde, oscura como el alquitrán.

Varios ojos atentos lo observan. Sus rostros...para nosotros, caras familiares, para él, muchos rostros nuevos.

Ahí, a no más de cinco metros del chico, hay un espadachín pelirrojo, un ser élfico de apariencia elegante, una hechicera de cabellos lilas...veo a Raven...luciendo un brazo Nasod...

¿Será que en este mundo, Raven y Eve pudieron llevarse bien desde un comienzo? Nunca lo sabré.

Hay una portadora de lanza...no sé qué haya sido de Eun en este mundo...ni que motivos la habrán impulsado a Ara a unírseles...¿Belm...Aren de nuevo?

Los ojos de mi yo joven se centran en una figura pequeña, al extremo del grupo. De cabellos plateados y con un par de Módulos Nasod, ovalados y con adorables apariencias, flotando junto a ella.

Las ropas de todos son distintas. Las de la Eve de aquel mundo también.

El canto de las aves inunda los parajes, creando ritmos hermosos y únicos. Una melodía que parece repetirse una y otra vez. Me parece que la he escuchado tantas veces, que podría silbarla completa.

El pelirrojo lo saluda, agradeciéndole también por haber desviado a la sombra oscura...y como si ya supiera por adelantado que hacer...le ofrece unirse; intercambian nombres. Junto a mí, Eve se estremece y la piel se me pone de gallina.

-El Éldrit -menciona el espadachín -ha sido sellado dentro de uno de estos hombres sombra...él portador original de esta cadena de desastres...-

-Tal y como pensábamos, Add- me dice Eve. Asiento en silencio. El Éldrit fue sellado, dentro del mundo de las pesadillas. De nuevo, aquella gema mágica y misteriosa responsable de toda la vida, está en manos de los malignos. Los hechos se repiten. 

Todos ellos, unidos por una causa noble, como al comienzo de todo. La Nasod de aquel mundo observa a mi otro yo con mucha atención. Y él, le devuelve la mirada.

Este reinicio...es mejor de lo que cabría esperar...aunque sumamente inquietante. Lo que le quede por delante...es tarea de él.

El chico se integra y todos juntos, caminan a la luz del sol naciente.

Su viaje acaba de comenzar. De ellos depende aquel futuro. Vuelvo a mirar la fotografía. 

...

Ellos son...y serán para siempre, los salvadores del Éldrit.

Somos y seremos...los defensores de Elrios.