Wolves.

[4] La silla.

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Saber que probablemente te queden 28 días de vida puede ser intimidante. Y bueno, para mí lo es, pero sólo un poco en realidad. Han pasados dos días desde el trato que hice con Louis, y me he excusado diciendo que estoy "preparándome" para el viaje, cuando en realidad he estado en el sofá de mi departamento, viendo la temporada nueve de How I Met Your Mother y llorando como una desgraciada.

Pero hoy tuve la resolución de que en serio podría morir en España. A pesar de eso, no puedo evitar entusiasmarme al saber que voy a España, es decir, ¡Es España! ¿Saben cuantos chicos guapos hay allí? Aunque quizá ni siquiera tenga tiempo de explorar, porque según sé, Los Lobos hablarán con un tal Rodríguez o algo así, sobre un trato de droga y esas cosas.

Y de repente caigo en cuenta de que acepté ser una criminal, y lo primero que hago es tomar mi celular y googlear; cómo ser una criminal experta en treinta días.

Espero que Google sea un buen compatriota y me muestre información confiable, pero cuando carga la página, sólo salen cosas que no tienen nada que ver con robar, asesinar, o alguna de esas cosas. Suelto un suspiro y desplomo la cabeza contra el sofá, maldiciendo porque debo recordar que no es nada mullido como los normales. Es otra de las cosas que me confirman que la decisión que tomé fue la mejor.

Hoy es miércoles, por lo tanto tengo que ir al club de nuevo, pero especialmente a trabajar. Ruth no está, por lo cual me veo inhabilitada de pedirle ayuda o consejo, al igual que Liam. La única persona que posiblemente podría ayudarme es Harry, y las pocas veces que lo he visto esta semana, siempre está bailando en la pista del club con alguna chica, e incluso, lo vi ponerse cómodo con un chico demasiado atractivo para ser real, ¿Será bisexual?

Por otra parte, Los Señores Hielo —el apodo que le he puesto a Zayn y a Louis—, han estado haciendo lo mismo que desde que me conocieron, mirarme con mala cara e ignorarme completamente. Cada vez que estoy alrededor, Zayn se muestra altamente fastidiado por mi presencia, y aunque considero eso como algo absolutamente grosero e inmaduro, no le presto demasiada atención. Ni un sola vez he visto al chico sonreír fuera de lo sarcástico y fastidioso, parece tan severo que hay veces que me da miedo. Oh, y también que siempre está detrás de Louis, probablemente oliendo los gases, porque parece ser su perrito faldero.

Aunque, para ser honesta, han estado juntos desde pequeños, son como hermanos, y es normal que los dos se lleven, son igual de idiotas y misteriosos, tienen la combinación perfecta. No es secreto decir que los que más se han mostrado limitadamente considerados conmigo han sido Ruth, Liam y Harry, pese a que pocas palabras he cruzado con éstos últimos, no me tratan como los otros dos.

Me doy una corta ducha y me deslizo en mis jeans, me coloco un top y mi antigua chaqueta de cuero, y sobre todo esto, una bufanda color café. Últimamente ha hecho un frío de mierda, y es algo que tengo que soportar hasta caminar las cuatro cuadras que separan a mi departamento de club. Todas las noches hay gente distinta, clientes recurrentes y otros que bien parecen recién salidos de prisión. La otra noche, un chico algo extraño pero extremadamente adorable - tal vez haya sido su cabello rojo chillón, envidio que le quede tan malditamente bien-, me pidió reproducir una mezcla de una canción de Foster The People que sin duda me gusta. Realmente no soy experta en ello, pero no he recibido quejas en las pocas noches que llevo trabajando.

Esa noche va igual que las otras, me encargo de la música y me muevo al ritmo de la música desde mi lugar, Ethan siempre se encarga de mirarme de soslayo con la cara roja de rabia, y yo solo me aseguro de sonreír y presumirle lo que él intentó quitarme. Siento una puntada en el hombro y me quito el auricular para mirar a la persona que me solicita, espero encontrarme con otra persona, pero hago una mueca que termina en una sonrisa, cuando veo al mismo chico pelirrojo de la otra noche. Utiliza una camiseta personalizada que muestra una frase peculiar, y en sus labios cincelados desfila una sonrisa de lado, que aún bajo las luces de neón, me dejan echarle un vistazo a su perfecta dentadura blanca. Él es del tipo realmente lindo.