Wolves.

[10] Conocer al enemigo.

¿Existía una persona más idiota, confusa y bipolar como Louis Tomlinson? No, mejor ni se atrevan a responder esa pregunta porque si la respuesta es afirmativa, prefiero continuar ignorante en lugar de saber que cabía la posibilidad de encontrarme con otra persona igual que él. 

¡Era exasperante! 

Juro que si pudiera me arrancaría el cuero cabelludo con las uñas con tal de aliviar la jugarreta de pensamientos que desencadenaba en mi ingenua cabeza, odiaba que pudiera manipularme tan fácil y simplemente pretender que nada había ocurrido. ¿Quién demonios se creía para posar sus asquerosos y oh-tan-suaves labios e irse como si ese fuera un acto completamente normal? ¡Oh, si, porque ahora un beso era como un saludo entre amigos! 

Cada vez que intentaba ignorarlo, Louis buscaba una forma para aparecerse y luego desaparecer, era un ciclo que había impuesto y que al parecer, le divertía. Pues las cosas no iban a ser tan fáciles, yo no era una de esas chicas resbaladizas que fácilmente se metía en el bolsillo, yo definitivamente era mucho mejor que eso. Yo tenía a Michael, y el hecho de que, aunque hubiera sido en contra de mi voluntad, había besado a otra persona que no era él. 

Agradezco que al menos me he salvado de la culpa de mirarlo a los ojos después de lo que pasó, y así sería hasta que regresara de su corto viaje a Manchester, dónde supuestamente tenía una presentación con su banda. Me había invitado a acompañarlo, pero no estaba segura de como terminaría ese viaje, además de que luego de que hubieran tiroteado el club, todos estábamos obviamente tensos y alertas ante otro posible ataque. 

Gracias al cielo no hubo daños mayores que unos cuántos rasguños en algunos, afortunadamente nadie demandaría con lo ocurrido, y el único que estaba un poco más cabreado que nosotros era Harry, quien al parecer contaba con una suerte de miseria porque una bala le había rosado el brazo y ahora debía permanecer en reposo, sin hacer muchos esfuerzos. 

El que había salido librado de todo aquello era Zayn, quien de por casualidad, no estaba en el club cuando todo el embrollo se desató. Trataba de no considerarlo como un sospechoso, porque parte de mi se negaba a creer que él sería capaz de lastimar a sus propios amigos haciendo algo tan peligroso como lo que ocurrió, y aún no lo hacía, porque la preocupación notoria que demostró al enterarse y al ver a Harry ensangrentado logró que mi intriga hacia él se apaciguara por los momentos. Si él los estaba traicionando, yo no iba a ser quién se los dijera. Si Los Lobos eran realmente inteligentes, lo descubrirían ellos mismos. 

Mi vida se estaba convirtiendo en un drama, y en uno bastante peculiar. Pasé de ser la chica aburrida en busca de nuevos horizontes a la que ahora corría el peligro de morir en una esquina. Oh, y que además, estaba envolviéndose en un círculo no-tan-amoroso con un pelirrojo encantador y un castaño irritante. ¿Acaso no era mi vida como un tesoro? 

Todos sabían quiénes habían sido los responsables del ataque y las propuestas de una venganza comenzaban a parecer tentadoras para Los Lobos. Yo, por otra parte, ponía en duda el éxito de esa operación. 

—¿Qué? —escucho, pero estoy ocupada pensando en otra cosa como para percatarme de que se dirigen a mí. Alguien chasquea los dedos frente a mí y eso es suficiente para sacarme de mi ensoñación, parpadeo un par de veces y cruzo miradas con Liam, quién me mira con un atisbo de estrés en los ojos ante mi falta de participación en la reunión. —Adelante, di lo que no te parece bien. 

Suspiro y espero que la irritante voz de Zayn haga presencia en contra de mi intervención, pero sorprendentemente él me mira tan curioso e interesante como los demás. Y de repente quiero esconderme, es cuando eres observada por un gran grupo de personas que evalúan cada movimiento que hagas, como una exposición o entrevista.