No Soy Yo (Bryan Mouque)

Capítulo 1

-Junio 2013-

Ana Lucía:
Hoy me desperté y me sentía realmente diferente a pesar de haber soñado de nuevo con él, no había despertado llorando o triste, yo sabía que su recuerdo no hacía bien pero no podía dejar de pensarlo, ni dejar de amarlo.
Hoy había quedado con Majo en ir al panteon, me costó trabajo convencerla aunque fuera su hermano ella no estaba de acuerdo que yo estuviera atada a su recuerdo, hoy estaríamos cumpliendo 4 años juntos, solo quería dejarle un detalle.
Baje a desayunar, ya estaba arreglada al parecer mis papás se habían ido temprano, ya que solo vi a Lucio desayunando.
-Buen día.- lo salude.
-Buenos días primita.- correspondió.- mi tía dejo fruta ¿quieres que te sirva un poco?.- hice un gesto y asentí, esperaba que mi mamá hubiera dejado alguna otra cosa, un omelet con tocino no se algo más rico para desayunar, dejó el plato enfrente de mi y se sentó de nuevo en su lugar.
-Gracias.

Termine de desayunar y subí al baño a lavar mis dientes, me baje de nuevo, me despedí de mi primo y salí hacia mi auto, empecé ahorrar desde que tenia 12 años para comprar me uno cuando cumpliré la mayoría de edad, inclusive llegue a trabajar en vacaciones de verano, ayudaba a las vecinas con ciertas cosas, mi mamá no estaba de acuerdo pero yo quería hacerlo, eso que junte de ahí más aparte lo que me daban mis papás me ayudó a juntar suficiente dinero, mi papá me ayudó con lo que restaba.
Llegue a casa de Majo y solo toque el claxon y ella de inmediato salió y subio.
-Buenos días Lucy.- saludo.
-Buenos días.- saliendo del panteon crees que puedas acompañarme al centro comercial.- le dije.
-No, tengo que acompañar a mi madre a casa de la abuela.- bufo.
-Bien creo que tendré que ir sola.
Ya habíamos llegado, bajamos y compramos unas flores, nos adentramos a ese lugar, llegamos a la tumba, sentía una presión en el pecho, pero esta vez no quería llorar, nos quedamos en silencio por un momento hasta que Majo decidió decir algo.
-Bien yo solo vine a dejarte esto, te dejo con Lucy que ella es quien quería venir.- me causó gracia no se porque pero reí.- te espero en el auto.- me hizo una media sonrisa y se fue.
Me senté a un costado de la lapida.-Bien pues hoy estaríamos cumpliendo 4 años de novios, te extraño mucho, casi todos los días recuerdo todos aquellos momento que pasamos juntos, anoche soñé contigo, bueno eso lo sabes, recordé el día en que me pediste que fuera tu novia.
*Flashback*
Estábamos en un jardín muy hermoso, hace dos días había sido mi cumpleaños, Bernando me invito a comer para festejarlo, yo no le veía el caso, ya que mi cumpleaños ya había pasado, el me vio fijamente hasta que hablo.
-Yo Bernando quiero pedirte a ti Ana Lucía que me con sedas el honor de ser mi novia.- una enorme sonrisa apareció en mi rostro desde que tengo conciencia él me había gustado, era el hermano mayor de mi mejor amiga.- Si, acepto concederte ese honor Bernando.- el me abrazo y me alzó un poco, me bajo y lentamente se acercó a mi dándome un lindo y hermoso beso, mi primer beso.
**

Sabes ese fue el mejor día de mi vida, y él peor fue el de tu partida. Le conté como había pasado mi cumpleaños hace unos días.
Ya había pasado casi un hora desde que llegue ahí y me puse a recordar mi vida a lado de él, era raro no había llorado como otras veces que lo recordaba. Ya era momento de irme, de seguro Majo ya estaba desesperada.

Ya iba en camino al centro comercial, había dejado a Majo en su casa, llegue al centro comercial, me estacione y baje para entrar, tenia que comprar cosas personales que necesitaba, aparte tenía que comprarle un detalle a mi papá en unos días sería su cumpleaños.
Visite varias tiendas hasta que al fin escogí un regalo para mi papá, le había comprado un saco muy mono, esos que puedes usar con pantalón de mezclilla, mi papá amaba esos sacos, aparte se vendían todo el año ya que bueno en el D.F no hace un calor inmenso como en otros estados del país, salí de la tienda saque el saco de la bolsa checarlo y evitar que de maltratar a ya que la señorita de la tienda no se había molestado en meterlo bien, de pronto sentí que alguien me quito el saco se lo puso encima de su vestimenta tomó mis brazos los colocó en su cuello y me abrazo, yo no sabía que hacer, el tipo me estaba abrazando y colocó su rostro en mi cuello.

-No te asustes porfavor.- me dijo al oido, yo solo asentí, la verdad no n lo estaba sólo se me hacia raro esto.- Cuando pase la chica rubia de vestido verde me dices y te suelto. - volví asentir.
-Ya.- le dije aquella persona, Poco a poco se separó de mi, cuando lo vi quede totalmente anonadada, era un chico guapo que se me hacia algo conocido.