Capítulo 4

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-Es él. - dije en voz alta, Majo y Vale me vieron confundidas, en eso aquel celular comenzó a sonar de nuevo. Después de un minuto dejo de sonar y yo solo sonrei Majo sólo vio raro y Vale siguió con la revista, de nuevo se escucho sonar un celular pero esta vez era el de Valentina, contesto de inmediato y salio del cuarto.
-Ese celular que sonó no es el tuyo.- soltó de golpe Majo, ella era mi mejor amiga claro que le iba a contar lo que pasó.
-No, es de él.- señale la revista donde estaba aquel chico del centro comercial.
-¿Qué? .- su cara era de confusión.
Pero en eso entró Vale y ya no le dije nada.
-Marijo puedes llevarme a casa de la abuela mi mamá ya me espera.- le dijo un tanto fastidiada.
-Claro.- dijo parándose de mi cama.- vienes conmigo.- me dijo.
-Si, sirve le dices a tu mamá que te quedaras a dormir esta noche.- le hice una seña a manera que aceptará para así poder contarle.
-Oh! Si buena idea.- sonrió ampliamente.

Antes de salir guarde el celular en uno de mis cajones privados, nadie abría esos cajones, siempre estaban con llave, ahí tenía cosas especiales recuerdos de Bernardo.

-Vale puedes aprovechar para decirle a mi tía que nosotros iremos contigo a ese dichoso casting, al final es solo para modelar tenis, además  para que te de permiso.- le decía Majo a Vale mientras íbamos de camino a casa de su abuela.
-Si, espero y no se niegue.- hizo una mueca.- saben a veces me gustaría que mi mamá fuera como mi tía o como tu mamá Ana Lucía.
-Todos quisiéramos que nuestros padres fueran como los de Lucy.- yo solo reí y era verdad casi todas las chicas que conocía decían eso aunque los papás de Majo eran tanto parecido a los míos, la única diferencia era su mamá que en ocasiones la obligaba a ir a ciertos lugares o a llevar Buenas calificaciones, bueno ella era muy inteligente así que por eso no había problema.
- Majo tus papás también son lindos.- ella alzó una de sus cejas desaprobando lo que yo le había dicho.
-Mí papá si, mi mamá también pero después de que me obliga acompañarla a recorrer todo y ya me deja libre.
-A mi ni eso.- hablo Vale haciendo puchero, Majo y yo solo nos reimos.
-Bueno eso sí, mi tía se pasa y pues mi mamá es un amor, aveces si logro safar me de ella y más cuando se trata de ir contigo, volteo a verme.

Llegamos a la casa de la abuela y por alguna extraña razón sentí una presión en el pecho, Majo se estacionó en el porche, la casa de su abuela era grande y con un gran patio, bajamos de auto y Vale se aproximó abrir la puerta a lo lejos vi una foto de Bernardo, sentí un nudo en la garganta y pare en seco, Majo lo sintió y volteo a verme, me abrazo.- lo siento.- susurro en mi oído.- no recordaba que la abuela tenía eso ahi.
-No te preocupes estoy bien.- ella soltó y en eso apareció su madre.
-Ana Lucía.- me abrazo y yo correspondi a eso.
-Maricarmen, que gusto verte.- me solte de ella.
- Ma.- hablo Majo.- me quedaré esta noche a dormir en casa de Lucy.
-Claro no hay problema.- dijo como si nada.- sólo mañana tienes que llegar temprano tenemos cosas que hacer.- ella asintió y volteo a verme.
-Lucy?.- yo la mire fijamente y asentí.- yo, bueno mi mamá y yo queríamos pedirte que si mañana podrías ayudarnos arreglar unas cosas en casa.- se me hacia raro esto sigo ellas jamás me piden estas cosas pero aun aún si acepte.
-Si, con gusto.- Maricarmen me vio con ternura pero a la vez con tristeza y después comenzó hablar.
-Son cosas de Bernardo que aun no hemos podido sacar y cosas de su cajón secreto como decía él. -sonrió ligeramente fue ahí cuando entendí el porque me pidieron ayuda, recordé que yo tenia una copia de ese cajón en el mio.
-Está bien, no hay problema.- había olvidado ese cajón ahí él guardaba sus tesoros, así los llamaba él, sus secretos y nuestros recuerdos.

Vale llegó de nuevo con nosotros, al parecer tenía Buenas noticias.
-Chicas la próxima semana, para ser exactos el sábado no hagan planes, mi madre acepto que me me acompañarán.- dijo con entusiasmo.
Nos despedimos de todos para después ir a casa de Majo.

Ya habíamos ido a casa de Majo por su ropa, ya estábamos en mi casa, ahora si le contaría a todo lo que paso.
-Bien ahora si, dime de quien es ese celular.- solte un pequeño suspiro.
-Bien.
Le conté lo que paso en el centro comercial, le hable de como había ayudado aquel chico y como es que su celular había llegado a mis manos y como fue que lo vi en la revista.
-Y eso fue lo que paso.- me acoste sobre la cama.
-Ahora tienes que buscarlo para devolverselo.- me dijo ella acostándose a mi lado.
De nuevo empezó a sonar el celular, lo saque de inmediato del cajón y voltee a ver a Majo.
-Tienes que contestar.- Asentí y deslice la pantalla, estaba nerviosa.
-Hola!.- Escuché del otro lado, era aquel chico, pude reconocer su voz y de inmediato me tense.

No Soy Yo  (Bryan Mouque)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora