Capítulo 5

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-Hola!.- Escuché del otro lado, era aquel chico, pude reconocer su voz y de inmediato me tense.
-Hola!.-respondí un tanto nerviosa
-Al fin alguien contesta soy Kevin, ¿con quién hablo? Eres la chica del centro comercial? Si eres tu verdad.- se escuchaba algo exaltado
-Oh! Si, tu celular se te cayó en mi auto, me di cuenta de eso Hasta que llegue a mi casa, pero no sabia donde encontrar para devolverlo.
-Te veo mañana temprano en el centro comercial.
-Temprano no puedo, te parece si al medio día, en el estacionamiento.
-Está bien, gracias, adiós.- me colgo.

-Bien ya esta, mañana le devolveré su celular a ese tipo y fin.-me avente a mi cama.
-Cómo es que lo vas a ver en el estacionamiento.- me dijo indiganda.
-Que querías, que lo invitará al café, me sentara a conversar con él cuando ni siquiera lo conozco y no interesa, solo se que es un tipo superficial que modela para una de mis revistas.- dije seria.
-Solo haz cruzando unas cuantas palabras con él y ya lo catalogaste.- ella río.
-Te digo que ese día lo perseguía una chica rubio, de esas creídas y todas así bien raras, dime que quieres que piense, no me interesa tener que ver con nadie como él, es muy confianzudo.- asegure
-Pues ya veremos después, te lo recuerdo cuando me digas amiga no puedo ir contigo porque saldré con Kevin.- dijo segura, yo solo rodé los ojos ye acomode en mi cama, espero y ella no tenga razón y claro que no la tenía, yo no tendría nada que ver con ese tipo y menos una amistad.

Majo y yo nos levantamos temprano, se escuchaban ruidos en la cocina, supongo que eran mis papás asi que bajamos a desayunar para después irnos. Nos asomamos a la cocina y si ahí estaban ellos.
-Buenos días.- saludamos las dos.
-Buenos días chicas.- respondieron. Mi papá se me quedo viendo fijamente y sonreía, amaba demasiado a mi papá, él sí que había sido mi primer amor era un padre compresivo, podría contarle cualquier cosa y sabía que él me entendería al igual mi mamá.
-Buenos días a todos.- llegó Luciano y se sentó junto a mi.
-Buenos días.- dijimos todos.
Mi mamá sirvió el desayuno, mientras desayunabamos les comente que estaría en casa de Majo y de ahí iríamos al centro comercial, preferí omitir lo de Kevin ya que realmente no era algo importante o interesante.
....

Llegamos a casa de Majo, ahí estaba Mariano, el otro hermano de ella, bueno ellos eran cuates, salude, la verdad siempre me lleve bien con él.
-Ana Lucía. - dijo gustoso.- hace tiempo que no te veía.- y era cierto yo deje de ir a casa de ellos cuando paso el accidente, iba pero solo de pasada era raro que yo quisiera dormir ahí.
-Hola Mariano.- respondí de la misma manera que él.- Si lo sé, bueno es que cuando he venido no estas y en la universidad difícilmente nos topamos.
-Bueno hermanito querido Lucy y yo tenemos algo que hacer.- hablo Majo.- ¿dónde está mamá?.
-Ella esta... en la otra recamara.- dijo inseguro, supuse que cuando decía la otra recamara se refería a la recamara de Bernardo.
-Vamos Lucy.- dijo y yo asentí. Subimos las escaleras y caminamos a la recamara del fondo, la casa de Majo era grande, tenia 4 recamaras 1 una de huéspedes aparte abajo tenía ptra, su papá la diseño y la mando a construir antes de casarse con la mamá de ella, él era arquitecto, le iba bien, hasta mejor que a mis padres, la señora Maricarmen no tenia la necesidad de trabajar, tocamos la habitación ya que estaba cerrada.
-Pase!.- se escucho del otro lado,entramos y yo quede algo sorprendida, la recamara seguía igual, la ultima vez que yo entre aquí fue una semana después de que él murio, desde ahí ya no volví y Majo me contó que ellos tampoco habían entrado sólo aveces su mamá entraba a limpiar el polvo, pero dejaban todo como estaba, solo había cosas que si habían sacado de ahí para regalarlas y otras darme las a mí como lo eran fotografías, yo sabía que en el fondo ellos en algún momento no habían perdido las esperanzas de que él entrará por esa puerta, yo aún las tenia; después caí en la cuenta de que al parecer ellos ya no guardaban las mismas esperanzas, ya que iban a limpiar ese cuarto, quería llorar pero contuve, Maricarmen sólo me me veía con nostalgia, ya había acostumbrado un poco a eso, quería que esto terminar así que sólo le dedique una sonrisa Maricarmen y me dirigí al cajón de Bernardo, ellas por su parte comenzaron a sacar cosas del closet y de los cajones sin llave, saque la llave de mi bolsillo del pantalón y la coloque para abrir lo, saque todo lo que había en él, algunas cosas se las entregue a Majo y a su mamá, las fotografías y cartas que un día le había dado me las quede yo, hubo una que llamo mi atención era un sobre con mi nombre, al parecer era una carta de Bernardo para mi la junte junto con lo que me llevaría. Ayude a arreglar lo demás, no tardamos tanto así que aun quedó tiempo para regresar a mi casa y cambiarme de ropa para ir a entregar el celular del chico además de que a casa de Majo no había llevado mi auto así regrese por el.
...

Llegue al centro comercial estacione el auto, me incline hacia el otro asiento para tomar mi pequeño bolso, cuando alguien tocó la ventana y me exalte.
-Hola.- levante mi vista y ahí estaba él, con una sonrisa, para que mentir y de verdad tenía una hermosa sonrisa, era lindo, muy lindo.
-Hola.- dije seca pero no grosera.
-¿Puedo subir?.- pregunto inseguro y yo asentí me imagino que no quería que lo vieran. Saque el celular y se lo entregue una vez que el ya estaba dentro del auto.
-Sano y salvo.- dije y le sonreí.
-Gracias.- dijo con ternura, bueno eso fue la impresión que me dio.- tal vez sea un celular digamos viejo pero es importante para mi.- eso me pareció algo tierno, digo ya nadie cuida un celular de ese tipo, por lo regular buscan que les pase algo para tener otro.
-De nada.- respondí. -Bueno creo aún ya es todo así que...- me quede esperando a que él bajará del auto pero no lo hacía, solo me miraba.- puedes bajar de mi auto.- le dije amablemente.- tengo que irme o ¿necesitas que te lleve algún lado?.- el nego.- Bueno entonces baja.- el volvió a negar.
-Te invito a comer como agradecimiento por haber regresado mi celular.- es lo que menos quería, salir con él.
-No te preocupes, esta bien así, no tienes que agradecer.
-Claro que sí, es la segunda vez que me salvas, otra persona en tu lugar no me hubiese devuelto el celular.
-No puedo.-dije.
-Porfavor.- insistió, yo no quería la verdad no quería tener trato con él, a mi gustaba ser sincera y directa así que se los diría.
-Lo siento pero no me interesa que me agradezcas, no quiero tener problemas, te vi en una revista así que supongo que eres modelo o actor o lo que sea y no me interesa relacionarme con nadie así.
-No soy actor.- dijo serio.- ya se a que te refieres pero solo sali por esa vez en la revista, tampoco soy modelo.- no se porque no me convencia lo que me dijo..- Acepta, sólo será está vez por favor, solo como agradecimiento.- me miró con súplica, y he de confesar que tenia una mirada que convencía a cualquiera, Dios porque era así, tan fácil de convencer.
-Está bien.- dije rodé mis ojos, esperaba no meterme en problemas por eso.

No Soy Yo  (Bryan Mouque)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora